Con el correr de los días y el avance de la cuarentena por el coronavirus en nuestro país, muchas empresas de pequeño y mediano porte han sido afectadas de manera muy negativa, teniendo que reducir su operativa y por lo tanto, su planilla de empleados.
En diálogo con La Mañana, el director de una empresa que brinda servicios de seguridad con 23 años de experiencia, que cuenta en el momento con alrededor de 200 empleados, hizo referencia a la difícil situación que les toca vivir en medio de la emergencia sanitaria: “Esto empezó, como le pasó a todo el país, hace una semana, naturalmente hay sectores mucho más afectados como hoteles, restaurantes, lugares de divertimento, pero es un “efecto dominó”, caen esos lugares y todo lo relacionado a esos centros de trabajo empieza a caer, si teniamos servicios en alguno de esos lugares es evidente que la dirección comience a reducir los de seguridad y limpieza, a operar con lo mínimo, todo eso empieza a afectar la economía de la empresa”.
“Nosotros operamos con gente, evidentemente el eliminar los servicios implica mandarlos al seguro de desempleo o tratar de redistribuirlos en otros servicios y poder ir llevando la situación. Tratamos de mandar el mínimo de gente al seguro, corregir horarios, etc., pero evidentemente esto afecta y mucho a la economía de la empresa”.
Sobre las medidas tomadas por el gobierno comenta: “Creo que son correctas, favorecen a las pymes, unipersonales y negocios chicos, pero también hay que pensar que las empresas medianas o grandes generan empleos y tienen los mismos problemas que en este momento tienen todos los uruguayos. No habría que descuidar beneficios para estas empresas, porque en la medida que generan empleo, son las que mantienen rodando a la economía”.
Sobre el pedido de numerosas sociedades científicas y el Sindicato Médico del Uruguay de llamar a una cuarentena obligatoria, considera que “no es comparable nuestra situación de grandes potencias como Corea del Sur o Alemania, hacer eso en el Uruguay con la economía local en la situación en la que se encuentra podría traer consecuencias peores a las causadas por el virus. Si la gente no toma el colectivo, no asiste a sus lugares de trabajo, se cierran comercios, traería una cola muy grande a nivel económico y social”.
A su vez, considera que hay que tomar todas las medidas posibles, como el aislamiento social. “Yo tuve que ir a trabajar el sábado y desde entonces estoy encerrado con mi familia, pero todavía se sigue viendo gente en reuniones sociales y demás. Yo cumplo con todo lo que me dice el gobierno, con mi empresa, y resulta que puedo ser víctima de una medida a causa de el no cumplimieto por parte de otros. Tenemos que tomar todas las medidas posibles, desde el punto de vista social y sanitario, pero dejar como último recurso el tema de la cuarentena obligatoria”, comenta.
“Son más de 200 familias que viven de esto, cada posible seguro de desempleo o despido es un drama social, y no estamos en condiciones de hacerlo. Apelo a que las autoridades se mantengan en su posición por el bien de todos. Se van a suceder faltas de alimentos, insumos sanitarios, conflicto social”.
“Cada uno en su tarea, en su función y haciendo todo lo posible para que no se expanda, y a su vez no parar la economía. Creo que con esa medida vamos a empeorar significativamente la situación. En una economía rota se agudizaría la situación sanitaria. Los más débiles son los que van a sufrir más, con gente mal alimentada, con bajo nivel sanitario, todos se verían afectados”, finaliza.
Juan Varela, director de otra empresa del sector, que brinda servicios de seguridad privada entre otros a varios organismos estatales, con aproximadamente 850 empleados, vio como por ejemplo los Casinos del Estado (a los cuales prestan servicio) cerraron abruptamente y la operativa de la empresa se redujo significativamente. El primer problema que se les presentó fue que en un principio no se tuvo en cuenta a las empresas tercerizadas en el envío de personal al seguro, aunque de inmediato se modificó el decreto para abarcar a todas las empresas.
También cree importante la implementación del seguro de paro flexible, “la situación lo ameritaba, hay trabajadores por ejemplo de Antel que se le redujo el horario a la mitad y esta medida permitió regularizar estos casos”, comenta.
Sobre algunos temas que aún faltan atender, Varela cree que “faltaría abarcar el tema de pagos y obligaciones, hay que ver si hay flexibilidad. A nosotros nos complica un poco el tema burocrático de los cobros, que luego repercute en el pago de los funcionarios, y ahora se multiplicó el problema. Con los sistemas funcionando con la mínima capacidad queremos ver como se dan los pagos por parte del Estado”, aunque supone que el Gobierno anunciará medidas pronto.
En el rubro entienden que la actividad que realizan es esencial, “la seguridad no va a desaparecer, en caso de que hubiera una medida del tipo cuarentena obligatoria, nuestro rubro debería ser uno de los excluídos, para seguir cumpliendo con la tarea”.
“Lo positivo de todo esto es que se va a terminar en poco tiempo, y el personal va a volver a trabajar, y en nuestro rubro la situación se va a recomponer enseguida”, cierra Varela con tono optimista.