Cada verano, la moda de tener la piel bronceada parece instalarse en el país y en las costas es común ver personas tomando sol en horarios que no son recomendados. Sin embargo, esta tendencia parece estar cambiando, según dermatóloga Selva Ale.
Los especialistas recomiendan cuidar la piel adecuadamente durante todo el año, lo que incluye las medidas de protección de la radiación ultravioleta solar. El tipo de cuidados de fotoprotección a adoptar dependerá de la edad, el tipo de piel, la presencia de trastornos cutáneos y la intensidad de la radiación de los rayos del sol. Pero la población uruguaya en general, ¿sigue estas medidas?
Esa fue una de las preguntas que La Mañana le planteó a la Dra. Selva Ale, directora de la carrera de Cosmetología Médica y del posgrado de Especialización en Alergia, también profesora agregada de la cátedra de Dermatología de la Facultad de Medicina de Udelar.
Según la doctora, no todos los uruguayos protegen su piel durante todo el año y, por lo general, las personas que suelen adoptar medidas de protección solar fuera de los meses de verano tienen algún trastorno en la piel y han sido aconsejadas por un profesional acerca del uso de medidas de fotoprotección a lo largo del año.
Sostuvo que sería conveniente que ese tipo de medidas se extendiera a todos, siempre considerando la piel de cada persona y su ocupación o actividades y forma de vida. “Debemos recordar que es esencial proteger adecuadamente a los niños. No debemos exponer a los menores de un año directamente al sol. La piel tiene memoria y el daño solar es acumulativo”, advirtió.
Lo cierto es que los problemas derivados de una exposición solar excesiva incluyen dificultades agudas y crónicas. Entre los trastornos agudos se encuentran las quemaduras solares y las reacciones de fotosensibilidad, por ejemplo, los trastornos fotoalérigicos y fototóxicos. “Los trastornos crónicos comprenden el envejecimiento cutáneo solar (fotoenvejecimiento) y los distintos tipos de cáncer de la piel”, explicó la entrevistada.
Aumento que preocupa
Las consultas por problemas cutáneos vinculados al daño solar están aumentando en el país, lo que se explica, según Ale, por el mayor conocimiento de la población acerca del problema y el interés creciente por mantener una piel sana por más tiempo. Además, existe un claro aumento en la frecuencia de algunos trastornos vinculadas al daño solar como, por ejemplo, el cáncer de piel.
“Esta enfermedad es el tipo de cáncer cuya tasa de incidencia ha aumentado más en el mundo, lo que ha llevado a hablar de ‘epidemia’ de cáncer de piel. Por esas cosas, incluyendo nuestro país, es tan importante adoptar medidas de fotoprotección adecuadas desde los primeros años de vida. Debemos recordar además que Uruguay es el país de América Latina que presenta la frecuencia más elevada de cáncer de piel”, indicó la especialista.
En esa línea, Ale expuso que se necesitan campañas de concientización acerca de los posibles efectos dañinos de la radiación ultravioleta solar, así como de prevención del fotoenvejecimiento y el cáncer de piel. “Esas campañas deben ser dirigidas a la población general y muy especialmente a grupos poblacionales especiales con mayor susceptibilidad como son los niños y adolescentes o aquellas personas que están más expuestas por sus trabajo, vivienda o actividades”, detalló.
Ayudar a la piel a través de la ley
Recientemente acaba de presentarse un proyecto de ley que propone una disminución en el costo de los protectores solares y una mayor regulación de los equipos de emisión de rayos ultravioleta con fines de bronceado (camas solares), junto con otras importantes medidas, como la de promover e implementar los cuidados a nivel laboral, en los centros educativos, deportivos, entre otros.
Al documento se suma la idea de realizar campañas informativas a nivel poblacional con respecto a los riesgos de la exposición solar excesiva y las medidas preventivas del daño solar.
Ale indicó que “es importante recordar que, si bien el uso habitual de protectores solares eficaces y adecuados es importante, el uso aislado de protector solar como única medida de fotoprotección resulta insuficiente”. Para protegerse de forma eficaz, lo primero que se debe hacer es evitar la exposición solar en las horas peligrosas, es decir, entre las 10:00 de la mañana y las 16:00 de la tarde, o 17:00 horas si el índice ultravioleta es alto.
“Es necesario, además, preferir las áreas de sombra (árboles, sombrillas, toldos), protegernos en forma adecuada con la vestimenta, utilizando ropa fresca pero que cubra suficientemente la piel, sombrero con ala ancha o gorro con visera que cubra adecuadamente el rostro (si tiene protector de nuca, mejor aún) y lentes de sol con protección ultravioleta certificada (filtro UVB y UVA) preferiblemente con protección lateral”, aseguró la entrevistada.
Aseveró que la ropa diseñada para proteger de la radiación ultravioleta resulta de elección si la exposición solar es prolongada por factores de la ocupación o actividad desarrollada, y que en las áreas no cubiertas por la vestimenta debe aplicarse protector solar.
La manera adecuada de utilizar protector solar
Ale brindó algunas indicaciones sobre la manera correcta de protegerse. Es preferible un fotoprotector de tipo pantalla (con protección para la radiación ultravioleta en su totalidad) y resistente al agua. El fotoprotector deberá tener un índice de protección para la radiación ultravioleta B (la radiación más relacionada con el cáncer de piel) de al menos 30.
Deberá proteger, además, contra la radiación ultravioleta A (radiación que emiten los tubos fluorescentes de las denominadas camas solares), que también produce daño y es causante de envejecimiento de la piel. “Lo ideal es aplicar el protector solar en cantidad generosa, cubriendo en forma pareja la piel expuesta, 20 o 30 minutos antes de salir del hogar, y luego replicarlo cada dos a tres horas, y luego del baño de mar o una sudoración profusa. Debe ser aplicado aun en los días nublados, ya que la radiación ultravioleta es capaz de atravesar las nubes”, explicó.
Cuidados especiales
Ale explicó que es necesario tener un cuidado especial con los niños y adolescentes, y las personas con un tipo de piel susceptible al sol, es decir, las personas de piel clara, ojos claros, pelirrojas o rubias, con muchas pecas o con un número elevado de lunares.
“Algunas personas que sufren trastornos cutáneos que aumentan la susceptibilidad al sol, deben tomar precauciones adicionales”, reafirmó. Dentro de estas se encuentran las personas con ciertas enfermedades de la piel como vitíligo (pérdida del pigmento melánico protector de la radiación solar), rosácea y piel sensible, melasma (manchas hiperpigmentadas en la cara), fotoalergias, entre otras.
“Las personas que ya presentan cierto grado de envejecimiento cutáneo deben evitar la exposición al sol a efectos de no agravar el estado de daño de la piel y más aún si han presentado cáncer de piel, ya que los cánceres cutáneos se relacionan con la radiación solar”, puntualizó.
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