Ante la escasez de controles -fuera de puntos estratégicos- varios grupos criminales brasileños, han incrementado sus operaciones en ambos lados de la línea divisoria. Y es por eso que las jefaturas policiales de Rivera y Artigas han debido redoblar sus esfuerzos para enfrentar este problema que tiene muchas aristas. Para conocer sobre la realidad de la frontera norte en materia de seguridad, La Mañana se entrevistó con los jefes de Policía de Rivera, comisario general (r) Wilfredo Rodríguez, y de Artigas, comisario general (r) Alejandro Álvez.
Wilfredo Rodríguez, jefe de Policía de Rivera
¿Estamos enfrentándonos a nuevas modalidades de delito?
Hay ejemplos que pueden ser una rapiña en realidad, cada uno tiene su modus operandi. Después pueden varias las modalidades, como la estafa.
En una frontera atípica como la de Rivera-Livramento, ¿podemos hablar de un enfrentamiento con el crimen organizado?
La frontera es permeable, sabemos que están instaladas las facciones que salen de Brasil. Es importante el trabajo que tenemos con el jefe en materia de articulación con autoridades brasileñas.
¿Cuál es el protocolo entre ambas Policías?
Hay todo un tratado binacional. Si se comete un delito en otro país, se hace un seguimiento y si hay detención se conduce al detenido a la Policía del país. Si los autores del crimen son uruguayos los podemos condenar. La persona queda en la jurisdicción donde es detenida para posteriormente hacer los trámites.
¿Es una zona que presenta dificultades para su control?
Indudablemente, por la situación geográfica, se hace difícil. La única forma es intercambiando información. Debemos tener en cuenta que solo tenemos doce kilómetros de frontera con la ciudad y más de doscientos kilómetros de frontera seca.
¿En qué momento de una persecución se comunica a las autoridades vecinas?
Desde que se inicia, la Policía que detiene es la que sigue. Los artículos de la normativa son algo ambiguos, pero hay consenso de que quien persigue detiene. No hay un límite exacto de kilómetros, pero en la práctica no pasa más de cinco kilómetros de introducción a otro territorio, si fuera necesario se iría más.
Se hace mención en estos tiempos de la importancia del Ejército Nacional en el control de la línea divisoria. ¿Hay comunicación entre autoridades?
Sí, claro, conversamos mucho, tenemos un radio de acción, como ellos. Al ser extensas las fronteras, coordinamos acciones. Las Fuerzas Armadas tienen limitaciones de veinte kilómetros, si tienen que avanzar más nos solicitan auxilio.
¿El narcotráfico es el delito más peligroso?
El tema del delito es por la gravedad, y es una preocupación constante por sus desencadenantes. No todo está vinculado; el hurto, por ejemplo, puede tener variables.
¿Cuáles son los delitos vinculados al crimen organizado contra los que deben trabajar?
Hay organizaciones que trabajan. Antes estaba el contrabando, el delito siempre se retroalimenta. Hay delitos que terminan siendo algo más, aunque empiecen, por ejemplo, con una rapiña, incluso moviéndose de un lugar a otro.
¿Cómo se canaliza el hecho de que muchas órdenes de los líderes hacia las bandas salen de las cárceles?
Las facciones no siempre están aquí, en este caso a veces están en Brasil. La clave está en la información que se comparte.
Existe preocupación por el aumento de la violencia aplicada por las bandas criminales, como balear una vivienda y luego provocar un incendio. En Rivera ha ocurrido un hecho de estas características, ¿les preocupa?
En Villa Sonia ocurrió un hecho en el que menores habían sido afectados por delito como incendio. Hemos tenido hechos aislados, por suerte son así; algunos como este son graves por haber menores involucrados. Nosotros tenemos que estar atentos ya que estamos expuestos. Los procedimientos se hacen en lugares diferentes con reacciones diferentes. Capaz que las acciones en contra de la Policía marcan la presencia y la resistencia a ella; a veces molesta.
En algunos casos ha quedado demostrado el desafío de un sector de la población a la fuerza policial. ¿Cómo debe reaccionar el efectivo?
Nosotros tenemos la legítima defensa, debemos prevenir y cada persona puede reaccionar de forma diferente. Hasta el momento ha habido casos puntuales y hemos podido entrar en todos los lugares y abordar situaciones de riesgo.
¿Hay “zonas rojas”, o como ha expresado el jefe de Policía de Durazno: “zonas calientes”?
Sí, es más complicado, claro. Nosotros entramos a todos los lugares, ellos se tienen que acostumbrar a nosotros. Se hace patrullaje, o sea lo mismo de siempre. Algún caso aislado, pero desde el comando hacemos operativos en donde juntamos a las unidades yendo a los barrios más complicados. Juntamos fuerzas y lo hacemos seguido.
¿Las leyes son las adecuadas para la tarea policial?
La legislación está. No nos podemos apartar de ella, evitando el denominado “gatillo fácil”.
En la opinión popular existen dudas sobre el manejo de la información previa a los operativos por parte de algún integrante de la fuerza. ¿Hay filtraciones?
Tomamos los recaudos, las personas hacen sus movimientos y caen más de una vez; no es tanto el aviso, sino el cuidado que toman, como nosotros hacemos para que el procedimiento sea exitoso. Si no se tiene elementos de prueba es difícil. Pero hemos formalizado a quienes no cumplen con la normativa, tenemos equipos formados y con capacidad de detectar estas personas. Tenemos muchos funcionarios de nuestra región para esto.
¿Hay quien duda de hacer denuncias por temor a perder el anonimato?
Hay distintos mecanismos que son las denuncias anónimas. Las puertas de nuestro despacho siempre están abiertas, además están los números disponibles. Es bueno que se denuncie para determinar las actuaciones a realizar, si nadie lo hace no podemos hacer nada.
Se habló mucho tiempo de la necesidad de mayor presencia de la Guardia Republicana en el departamento. ¿Hace falta una base en Rivera?
Cuando necesitamos, tenemos la presencia de la Guardia, siempre están presentes aun estando en Tacuarembó. Hacemos operativos en ese sentido. El tema es la regionalización y están ahí siendo decisiones que cumplir.
Son tema de discusión los allanamientos nocturnos.
Es una herramienta más que se está reclamando, pero si ayuda es importante, claro está, si podemos contar con ella por supuesto que es oportuno. Son muchas las operaciones que se hacen, no dando a veces abasto.
¿Se trabaja sobre la adicción y la vagancia en la vía pública?
Se trabaja, las personas no pueden ocupar los espacios, pero se necesita denunciar, necesitamos que lo hagan ya que de esa forma ubicamos a los agentes en espacios estratégicos.
¿Se cuenta con personal y material necesario para responder en tiempo y forma a los llamados al 911?
Tenemos un número limitado de personal, no de vehículos, muchos hechos no podemos evitar que ocurran, pero cuando suceden debemos dar respuesta. Hay que seguir trabajando.
Prevención, disuasión y represión son puntas para resolver el delito, ¿cómo se está trabajando en la prevención?
Uno que se levanta de mañana y ve las novedades, vemos las recorridas y patrullajes que se hacen en una noche y se muestra el trabajo hecho. Diariamente estudiamos el delito, diseñamos el procedimiento, pero debemos controlar las acciones. A veces las órdenes caen en desuso, pero siempre las reiteramos.
Alejandro Álvez, jefe de Policía de Artigas
¿Como finalizó el caso de trata de personas que involucraba a 34 ciudadanos venezolanos?
Respecto a la operación existen medidas para seis personas catalogadas como autores del hecho. Esto irá a juicio, pero Fiscalía ya pidió su formalización.
¿Hay grupos extranjeros operando en la zona?
Sí, hay grupos de delincuentes extranjeros operando en nuestra zona. Estamos haciendo tareas de campo e inteligencia para evitar la instauración de grupos de estas características. No los hemos registrado hasta el momento, lo que no quita que hayan tenido comunicación entre ellos. Instalado hoy no hay nadie. Al ser ciudades limítrofes hay fugas hacia un país u otro. En lo que va del año, Quaraí tuvo cuatro homicidios por diferentes causas, acá por suerte vamos cero. En cuanto a los delitos en contra de las personas, los tenemos bastante controlados. Hemos tenido rapiñas que han sido aclaradas en referencia a expendios de drogas, pero repito que se aclararon. De los considerados graves, estamos muy presentes, patrullando e identificando en varias zonas de la frontera en donde puede haber problemas. El hurto lo estamos controlando, pero muchas veces se genera por descuido.
¿Se trabaja en conjunto con otras jefaturas?
Existen trabajos permanentes y conjunto con la Policía, en los que hacemos las reparticiones del norte más Cerro Largo y Treinta y Tres. Se busca coordinación, intercambio y acción en conjunto, algo permanente y constante. Es importante el trabajo con Quaraí buscando el manejo de información.
Operación Villas: nueve personas condenadas
En línea con lo informado por las autoridades policiales, en trabajo conjunto con la Fiscalía de tercer turno, se realizaron allanamientos en la ciudad de Tranqueras y en la villa Minas de Corrales, lográndose la detención de nueve hombres con edades que oscilan entre veintitrés y 41 años. En los procedimientos se incautaron diecisiete celulares, una importante cantidad de armas de fuego cortas y largas de grueso calibre, municiones y drogas. Los nueve sujetos fueron puestos a disposición de la Justicia, quien los condenó como responsables de delitos vinculados al tráfico de drogas y tráfico interno de armas de fuego. Se continúa investigando y no se descartan nuevas detenciones.
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