La Escuela de Remo Punta Carretas contagia el amor por este deporte a adultos y menores de edad a través de clases gratuitas accesibles para personas con discapacidad. Fomentar un punto de encuentro entre otras instituciones del país es también uno de sus objetivos.
La Escuela de Remo Punta Carretas abrió sus puertas en el año 2014 con la iniciativa de extender este deporte a un mayor número de personas bajo una modalidad de remo de aguas abiertas. Fue así que, a través de la Intendencia de Montevideo, comenzó una escuela de iniciación deportiva que desde hace seis años trabaja en el Club La Estacada con adultos y menores de 16 años de forma gratuita de forma social y recreativa.
El camino no fue del todo fácil, ya que una de las dificultades que presenta este deporte es conseguir botes y remos que, por su parte, tienen un valor económico alto. Sin embargo, la Federación Uruguaya de Remo cuenta con un proyecto de fabricación de botes en fibra de vidrio en la Cárcel de Punta de Rieles, en donde los materiales producidos son ideales para utilizar de forma recreativa, apuntó Joaquín Mones, director de la Escuela de Remo Punta Carretas, en entrevista con La Mañana.
Cada año, cerca de 70 chicos toman clases en el club, pasando algunos de ellos a competir en otras instituciones. Es que, el contacto con el agua y la mezcla de responsabilidad y autonomía que se siente al estar en el bote, es lo que más encanta, señaló el entrevistado.
Otra de las aristas de esta escuela es la inclusión de personas con discapacidad. Para ello cuentan con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, que los ayudó a adaptar botes y generar infraestructura como, por ejemplo, un vestuario con duchas especiales y un gimnasio.
Gracias a esto se han podido armar prototipos y generar material de fabricación nacional que hoy comparten con otros clubes de nuestro país, con el fin de fomentar mayor actividad para poder, en el futuro, generar una competencia que sea un punto de encuentro de deporte adaptado. Asimismo, el año pasado participaron en Teletón, donde gracias a ello llegó un número de chicos interesados en practicar este deporte.
De igual forma, y pensando en abarcar otros espacios en un futuro, crearon el Club de Remo Oriental, una asociación civil que busca federarse para poder competir y tener una participación dentro del remo uruguayo. “Buscamos, además, ser un lugar donde los chicos puedan concurrir como apoyo”, señaló Mones.
Esta labor los llevó a entender el entorno de cada uno de los chicos que asisten a las clases y la forma ideal de enseñarles el deporte. También se busca cumplir sus expectativas y plantear nuevos desafíos que los motiven a seguir. “Queremos que puedan vencer sus propias barreras”, ilustró el entrevistado.
El temporal que pasó por Montevideo días atrás no dio tregua a la institución y dañó ocho botes. Para acondicionarlos se realizó una jornada de reparación bajo un ámbito de vida social del club y que sirvió como punto de encuentro para los amantes del deporte.
En tanto, las expectativas son volver a entrenar como antes, federarse y participar activamente de las regatas, como también integrar los clubes federados en las regatas de remo de aguas abiertas. En cuanto a lo social, la meta es construir la propia sede y brindar a los socios un espacio para convertir el club “en una escuela de vida”. En este sentido, Mones señaló: “Queremos que cuando la gente vea pasar un remero diga: ahí va un remero del Club de Remos Oriental”.
De hecho, admitió, el remo para él y su equipo de vida fue eso. “Nos ha marcado de tal forma que queremos difundirlo hacia los demás. Que no vean el remo como un deporte raro y exótico”
Hay remo para rato
Mones, quien hoy tiene 30 años, comenzó a remar a los 13 y compitió durante diez años más, hasta que comenzó a dedicarse a enseñar este deporte y organizar la iniciativa. En cuanto a la realidad de este deporte en nuestro país, señaló que el remo se encuentra en un momento bastante bueno y recordó la medalla de oro obtenida en los Juegos Panamericanos. Además, señaló que en el interior es bastante bueno, sobre todo en la categoría femenina y enfatizó la gran dedicación de entrenamiento que demanda este deporte.
“En el remo se debe entrenar al menos siete veces por semana. La Federación Uruguaya de Remo ha trabajado mucho pensando en miras específicas para distintos campeonatos y se lograron muchas medallas. También hay un grupo de jóvenes entre 18 y 22 años que tienen mucha proyección, y otros referentes mayores que siguen entrenando y compitiendo. En definitiva, va a haber remo de calidad para rato”, sostuvo.
No obstante, añadió que en nuestro país es difícil conseguir patrocinadores, tanto para federaciones como para los chicos. “Ellos consiguen publicaciones en redes sociales a cambio de indumentaria y equipamiento, pero cuesta mucho conseguir”, indicó.
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