El relevamiento realizado por la CIU (Cámara de Industria Uruguaya) acerca de la situación generada por los problemas en la calidad del agua de OSE, en el sistema de producción y sobre la maquinaria, arrojó datos que son preocupantes, sobre todo si no llueve en las próximas semanas.
En el marco de la actual sequía, la CIU, a través de su Dirección de Estudios Económicos, realizó una encuesta a las empresas socias para establecer el impacto de la escasez de agua.
De las 153 empresas que contestaron la encuesta, que representan más del 10% del empleo industrial formal del país, el 69% de estas que utiliza agua de OSE afirmó que no dispone de un plan alternativo a implementar en las próximas dos semanas en caso de que existan restricciones de oferta de agua de OSE o se discontinúe el suministro.
Situación actual de la industria uruguaya
Tras la reunión que mantuvieron el viernes 2 de mayo en la CIU el ministro de Industrias, Omar Paganini; el ministro de Ambiente, Robert Bouvier; el gerente de Contexto Crítico de OSE, Daniel Garcén; el representante de la Asesoría de Política Comercial del Ministerio de Economía, Juan Labraga; y el director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, Guillermo Moncecchi, se dieron a conocer los resultados del relevamiento realizado por la CIU.
Fernando Pache, presidente de la CIU, atendió a los medios presentes y explicó los principales resultados del informe: “Nos encontramos en la preocupación que evidentemente, ante la falta de lluvias, se sigue incrementando la falta de agua. Hay un 57%-60% que dependen 100% del agua de OSE en sus procesos industriales, y de ese mismo porcentaje hay un 80% que no tiene plan alternativo si no tiene agua de OSE”.
De las empresas que afirmaron disponer de un plan alternativo, el 76% afirmó poder sustituir como mínimo el 50% del consumo de agua de OSE utilizando agua de pozo, y mucho menor número comprando agua a terceros.
Por otra parte, Pache expresó: “Hay otro porcentaje de empresas que ya tiene dificultades con los procesos industriales, con los procesos productivos, utilizando agua con un contenido de sal y zinc, y otros componentes que les dificulta su producción. Por lo cual, ya hay un 30% de todas estas empresas que estaría dispuestas a salir a comprar agua. Ahora bien. ¿Dónde se puede comprar agua? Logísticamente es inviable por los costos la posibilidad de traer agua de la región, de Argentina básicamente. Eso, por un lado, y por el otro debemos dar la seguridad en materia de salud, de salud pública, de la inocuidad de esa agua, de la pureza de esa agua, entonces tampoco es algo tan rápido ni tan fácil traer agua y consumirla, o traer agua y usarla en un proceso productivo sin que pase por los exámenes correspondientes.
El 80% de las industrias esperan por la lluvia
Con respecto a qué margen tienen antes de que llueva, el director de la CIU respondió: “Cuántos más días pasen, más problemas visualizamos. Hoy no tenemos una fecha que podamos decir que la semana que viene paramos. Lo que sí sabemos”, agregó, “es que hay muchas empresas que tienen procesos internos de limpieza de camiones de pisos de explanadas que no lo están realizando justamente para poder, a conciencia, utilizar específicamente el agua en sus procesos productivos y de limpieza de fábrica”.
También se refirió a la posibilidad de que algunas empresas hayan tenido que dejar de hacer algunas líneas de producción por los efectos en el sabor del producto y enfatizó que si la situación climática no mejora algunas empresas tendrán que parar la producción.
Según el informe, el 62% de las empresas afirmaron que están teniendo impactos en sus procesos productivos por la mayor salinidad del agua de OSE, teniendo dificultad en el tratamiento del agua, daño a la maquinaria y equipos, cambio en el sabor y la calidad de la producción, etc.
Sin embargo, Pache informó que aún no hay reportes de “maquinaria rota”. “La gente tiene equipos técnicos buenos, equipamientos razonablemente buenos y equipos humanos buenos como para poder ir determinando en el momento adecuado la problemática si avanza”, dijo. “Por el momento no estamos informados de que haya un problema de que se haya descompuesto alguna maquinaria o se haya dejado de fabricar 100% en alguna de las industrias.
Intendencia de Montevideo, bromatología
Con respecto a la posición de la Intendencia de Montevideo sobre las regulaciones bromatológicas, comentó: “La intendencia sacó una reglamentación interna, liberando de alguna manera el proceso que hay de registro bromatológico para todo tipos de alimentos, en este caso el agua también, por supuesto con una declaración jurada que si las empresas son nacionales y tienen un registro bromatológico en algún otro departamento del país, lo viabilizarían y lo aprobarían por el período que demore el problema de la lluvia”.
No obstante, Pache manifestó que la situación es compleja. Casi el 80% de las empresas que no tienen un plan B para el agua se verán forzadas a detener la producción. Y ya muchas empresas han manifestado que si tienen que parar de producir por este tema la primera medida automática es el envío a seguro de paro para algunos funcionarios. “Nosotros estamos hablando de que todavía estamos con la esperanza de que llueva”, dijo.
Efectos de la salinidad en los hogares metropolitanos
El problema de la salinidad del agua también afecta de forma directa los hogares de la zona metropolitana, no solo en su consumo que es primordial, sino también sobre los electrodomésticos y la grifería en general. En ese sentido, se ha reportado un aumento de consultas a los servicios técnicos de los fabricantes y vendedores de termotanques, tal como informó Búsqueda. Según una fuente consultada por La Mañana, que prefirió no identificarse, “para tener un claro diagnóstico de los efectos de esta situación en los hogares sería necesario realizar un relevamiento”. No obstante, agregó que “el aumento de la salinidad del agua, tal como sucede en los pueblos de la costa marítima, afecta la durabilidad y el funcionamiento de los termotanques provocando que tengan menos tiempo de vida útil”.
De ese modo un enorme porcentaje de los hogares uruguayos deberá no sólo hacer frente al gasto que implica el consumo diario de agua, sino que también deberá pagar por el desgaste que la salinidad del agua produce en sus termotanques y otros electrodomésticos.
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