Este martes los principales diarios de circulación nacional como son El País, El Observador, La República y La Diaria presentaron en sus portadas un mensaje muy claro de Presidencia: Juntos podemos controlar el coronavirus. Con la imagen del escudo nacional de fondo, no se trataba simplemente de una comunicación oficial sino de una exhortación pública, en el amplio sentido de la palabra y sin distinciones ideológicas, para que el conjunto de los uruguayos contribuya a superar los desafios que plantea la pandemia del Covid-19. El impacto sanitario y económico de esta pandemia es igualmente grave y ha motivado como corresponde por parte de las autoridades una respuesta firme y pertinente en ambos sentidos.
“El gobierno salió firme con el coronavirus. Primero midió bien, luego aceleró y ahora está en quinta. Cero error. Un descubrimiento: el ministro Daniel Salinas de Salud Pública. Tiene firmeza, no le tiembla el pelo, habla claro y posee manejo de autoridad”, escribió el ex legislador colorado Washington Abdala en las redes sociales. El ministro de Cabildo Abierto tuvo que “bailar con la más fea” sin siquiera haber terminado de acondicionar su nueva oficina. Al día siguiente de asumir la cartera, convocó una reunión de alto nivel y señaló que el combate al coronavirus era una prioridad. En ese encuentro participaron representantes de Sanidad Militar y Sanidad Policial, la Organización Panamericana de la Salud, el BID, el Sistema Nacional de Emergencias y la academia a través de las Cátedras de Infectología y de Medicina Intensiva y el Instituto Pasteur.
El director general del MSP, Miguel Asqueta informó entonces que se aguardaba que entre fines de marzo y primeros días de abril lleguen 600.000 dosis de vacuna contra la influenza y que en paralelo se adelantará el Plan Invierno que implica entre otras cosas el chequeo de los insumos materiales y humanos de todos los prestadores. Asqueta, aseguró además que Salinas había solicitado recibir por escrito el protocolo o plan de contingencia de manos del anterior Gobierno el 11 de febrero, pero llegó a sus manos el 28 de febrero.
En la primera semana de gobierno quedaron definidos por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP) el Plan Nacional de Contingencia para la Infección y los lineamientos para la gestión de la respuesta, incluyendo la evaluación de riesgo para el país, los escenarios epidemiológicos posibles en caso de brote, los niveles de respuesta y las acciones en cada uno de los mismos. En base a estos lineamientos, las autoridades salientes de ASSE presentaron su Plan Institucional el día 13 de marzo.
En la introducción del Plan Nacional de Contingencia del MSP se deja constancia que el 31 de diciembre de 2019 las autoridades de salud de China informaron sobre los casos de neumonía producidos por un brote desconocido, cuyo agente causante fue identificado el 7 de enero de 2020. A partir de allí el crecimiento del virus fue exponencial primero en Asia y luego en Europa. El 20 de febrero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay comunicaba la donación a China de materiales médicos para combatir el coronavirus. “No previeron, no planificaron, ni procuraron insumos médicos para atender la inevitable emergencia. Por el contrario, 9 días antes de irse los donaron”, escribió la semana pasada el senador Raúl Lozano en Twitter.
Por otro lado, el doctor Julio Medina, director de la cátedra de Enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de UdelaR, afirmó en entrevista con el programa En Perspectiva de Radiomundo que las medidas que tomó el Gobierno “están por encima de lo que habitualmente se hace cuando no se tiene una diseminación sostenida del virus” y agregó que estas “van a lograr enlentecer la propagación”. Medina dijo además que “se tendrían que haber tomado medidas entre enero y febrero y no se tomaron.
Perdimos entre 4 y 6 semanas de tiempo, que son difíciles de ganar ahora”.
Con la confirmación de los primeros casos llegados a Uruguay, el Gobierno declaró la emergencia sanitaria, procedió al cierre parcial de fronteras, la cuarentena obligatoria a pasajeros de países declarados de riesgo, la prohibición de descenso de cruceros y la suspensión de espectáculos públicos. En cuestión de las horas siguientes se definió además la suspensión de las clases en los centros educativos públicos y privados, garantizando la alimentación de los estudiantes que asisten a comedores.
El ministro de Cabildo Abierto tuvo que “bailar con la más fea” sin siquiera haber terminado de acondicionar su nueva oficina. Al día siguiente de asumir la cartera, convocó una reunión de alto nivel y señaló que el combate al coronavirus era una prioridad
Además se instrumentaron vías telefónicas, virtuales y una aplicación electrónica, utilizando eficientemente todas los medios de comunicación y un fluido contacto con la prensa para informar de todos los pasos que se fueron dando. También se decidió suspender los vuelos provenientes de Europa y tras una videoconferencia con los presidentes de la región sudamericana se procedió al cierre total de fronteras con Argentina, reforzándose todos los controles de frontera.
Esta semana Uruguay recibió también materiales para la protección del personal de salud y kits de diagnóstico, en el marco de un acuerdo firmado entre el MSP y el representante de la OPS en nuestro país, Giovanni Escalante. El jerarca del organismo señaló que en el Gobierno uruguayo “se están tomando medidas que están dentro del Reglamento Sanitario Internacional” y apeló a la “responsabilidad social” en el combate al virus.
En tanto se implementan eficaz y eficientemente todas estas medidas sanitarias y la población va adaptando su modo de vivir a las nuevas circunstancias de emergencia, se provoca simultáneamente una paralización de las actividades laborales y distorsión de los parámetros normales de consumo. Situación agravada por el contexto internacional de recesión económica, desplome financiero y cierre de fronteras. Crisis económica de características inciertas que, en la medida que se sostenga en el tiempo, golpea duramente en el trabajo de miles de uruguayos. Y en definitiva la falta de trabajo implica también falta de salud.
Atendiendo esto, en la semana se realizó una reunión entre el Ministerio de Trabajo, el de Industria, la Cámara de Industrias y el PITCNT en donde los sectores aportaron propuestas y planteamientos de las que derivaron compromisos de trabajo que se concretarán en los próximos días, según señaló el ministro Mieres. Entre los anuncios se habla de un seguro médico profesional para todos los trabajadores de la salud, ámbitos para debatir condiciones de trabajo y plan de apoyo a Pymes para realizar teletrabajo, así como el planteo de topeo de precios para ciertos artículos. Además, se trató el tema de flexibilizar las reglas para el acceso al seguro de paro ante la crisis en varios sectores de la economía.
Por otra parte, el gobierno trabaja en la creación del llamado Fondo Coronavirus. Según el diario El País, fuentes del gobierno señalan que “hay una ventana” a “explorar” con los organismos multilaterales de crédito como el BID, el Banco Mundial y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, para obtener fondeo de forma rápida. Sin embargo, de acuerdo al artículo de prensa uno de los paquetes de entre US$ 10 millones y US$ 20 millones estaría destinado a la compra de insumos médicos.
A la emergencia de seguridad encarada con decisión desde el primer día del nuevo gobierno con la nueva política de patrullaje policial en las ciudades y militar en las fronteras, se sumó la emergencia sanitaria por esta pandemia de alcance mundial que ha sido enfrentada con firmeza y determinación por las autoridades de la salud.
Ahora se abre otro escenario indeseable, la emergencia económica, en la medida que la paralización afecte el trabajo, la producción nacional y la calidad de vida de los uruguayos. Una nueva prueba para un gobierno que se está forjando en las difíciles, con una coalición comprometida y una sociedad que ha mostrado signos de madurez y responsabilidad ante la adversidad.