Con el objetivo de rendir homenaje a la figura de Amalia de la Vega, quien nació hace un siglo bajo el nombre de María Celia Martínez Fernández, se celebró el pasado fin de semana la 25a edición del Día del Patrimonio. La ocasión, que además hizo foco en la música uruguaya, contó con más de quinientas actividades a lo largo y ancho del territorio a las que asistieron miles de personas que además se vieron motivadas por el buen tiempo.
“Tenemos que entender que el éxito alcanzado también nos impone un compromiso, porque lo peor que podría suceder es que por falta de gestión esta fecha sea cada vez menos valorada y vaya en caída”
Desde exposiciones, museos, edificios patrimoniales -que abrieron sus puertas para recibir hasta paseos guiados-, gastronomía e incluso la histórica estación de ferrocarriles de Montevideo, pasando por muchas otras propuestas, congregaron un número de uruguayos que ha tomado como propio este día. El arquitecto William Rey Ashfield, que también es Magister en instrumentos para la valoración y gestión del patrimonio artístico y Doctor en Historia del Arte y Gestión del Patrimonio Cultural y fue presidente de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, reflexionó con La Mañana sobre este día y apuntó a la necesidad de incorporar más opciones como elemento fundamental para la proyección a futuro del Día del Patrimonio.
En concreto, señaló la labor comenzada el siglo pasado como la raíz que hoy da frutos y mencionó que fue un “buen acierto” el permitir a la sociedad conocer el patrimonio, que si bien puede estar alrededor, no siempre se ve o se descubre. Es que la palabra “patrimonio” engloba un concepto amplio que, a su vez, crece a medida de que los años transcurren. Se trata de un legado que se hereda de otras generaciones y que la sociedad identifica de valor e identidad. El entrevistado explicó que carga con un sentido para el colectivo social y que van más allá de los bienes materiales, pudiendo ser incluso productivos o culturales.
Esta celebración comenzó a tener lugar en el año 1995 y surgió como iniciativa del arquitecto José Luis Livni, quien se inspiró en actividades similares que ocurrían en otros países del globo. Al respecto, Rey valoró que esta fecha tuvo un éxito inmediato al colarse en la agenda de los uruguayos, al punto tal de consolidarse como “la movida cultural más importante que tiene Uruguay”, según las palabras del catedrático.
Es por ello que también se configura como un producto cultural e incluso turístico que, a su entender, debe cuidarse y monitorearse, para mejorar aún más. Sin embargo, Rey señaló una carencia respecto a ello. “No estoy seguro de que esto sea así. Es necesario que desde el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y el Ministerio de Turismo (Mintur) se realicen acuerdos para que esta fecha sea también un día más democrático en el sentido de que más personas puedan acceder a él”, concluyó.
En este sentido, comentó que las opciones han variado poco en el último tiempo e hizo mención a una falta de inventiva o creatividad en incorporar nuevos espacios de visita o nuevos productos culturales. Para que esta fecha sea exitosa es necesario, asimismo, promover productos culturales que motiven al público a salir, indicó. “No ha habido propuestas demasiado transformadoras”, dijo, y agregó que es esencial lograr que durante el primer fin de semana de octubre el boleto sea gratis. Recordó que esta idea trató de materializarla cuando se desempeñó como presidente de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, no pudiendo prosperar.
“El día del Patrimonio es un día de todos. Es necesario que los sectores menos beneficiados económicamente y que cuentan con una familia puedan llegar al centro de la ciudad o a un barrio alejado de forma gratuita, ya que es una forma de ayudar a las personas para que tengan un día tanto de ocio como de incorporación de bienes culturales y reconocimiento de la sociedad”, aseveró. Desde su visión, esta labor ayudaría igualmente a la conservación de los bienes y a un intento de dejarlos cada vez en un mejor estado, a través de la fidelización. En tanto, es menester que se realice una distinción de los bienes y las opciones, puesto que no hay aún una jerarquía de ellos, opinó.
Para que el desafío de que el Día del Patrimonio continúe convocando un buen número de público y poniendo de manifiesto el legado cultural de las distintas ciudades y pueblos de Uruguay, se tendría que trabajar en planes de gestión inteligente, creativa e innovadora, según Rey. “Tenemos que entender que el éxito alcanzado también nos impone un compromiso, porque lo peor que podría suceder es que por falta de gestión esta fecha sea cada vez menos valorada y vaya en caída”, expresó.
Y es que mientras parte de la sociedad se reúne un sábado y domingo por año para observar maravillados la arquitectura de una ciudad por la cual transita día tras día, también caen bajo la piqueta del progreso edificios que han sido parte de la historia importante del país. La necesidad de una nueva ley de patrimonio es, a ojos de Rey, cada vez más necesario, así como repensar la materia patrimonial. “Se deben calificar nuestros catálogos. Es impensable que el centro de la capital del país no cuente con un inventario”, remarcó. El arquitecto puso sobre la mesa extender el trabajo realizado en la Ciudad Vieja de Montevideo hacia otros puntos de la ciudad o incluso, el país.
Un Uruguay para todos
En Montevideo se pudo acceder a jornadas musicales en el Centro Cultural Florencio Sánchez del barrio Cerro, un festival de danzas folklóricas y malambo en Paso de la Arena, el Liceo Militar General Artigas permitió ser “alumno por un día”, se realizó la conferencia “Lutieres en Uruguay: apuesta a la formación en el oficio” en el barrio Sur, se exhibieron fotografías del archivo de Lauro Ayestarán en el Centro, en Ciudad Vieja la Base Naval del Puerto de Montevideo abrió sus puertas al público y se realizaron visitas a la Casona Lussich en Capurro, entre otras tantas actividades.
En el Interior, mientras tanto, hubo música tradicional uruguaya en el Fortín de Santa Rosa, se realizaron presentaciones artísticas en la Plaza de Tupambaé, en Cerro Largo, una visita guiada por el Batallón Charrúa de Ingenieros de Combate n° 3 en Paso de los Toros, se llevó a cabo un caminatour en la ciudad de San Carlos, en Maldonado, así como también la Fiesta del Jabalí en Aiguá, al tiempo en que hubo una exposición de móviles terrestres y acuáticos en la Barra del Chuy.
Cardona, Minas, Fraile Muerto, Atlántida, José Ignacio, Cabo Polonio, San Jacinto, Melo, Conchillas, San Javier, Paysandú, Palmar, Sarandí y Villa Soriano fueron algunas de las otras tantas localidades que también vivieron con distintas actividades el Día del Patrimonio.