Si bien las cifras aún no son claras ni exactas, en nuestro país, a pesar de su tamaño y la cantidad de población, existen importantes casos de personas que poseen diabetes, son celíacas o, en menor medida, son diabéticos y celíacos al mismo tiempo. La Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU), así como la Asociación Celíaca del Uruguay (Acelu), están mancomunadas en la lucha por lograr políticas nacionales que apoyen la prevención y tratamiento de estas dos condiciones de salud.
Desde ambas asociaciones se declararon comprometidas y en lucha ferviente por alcanzar la meta de generar programas nacionales que permitan mayor conocimiento de la población sobre lo que la diabetes y celiaquía acarrea, de qué manera ser precavidos y cómo mejorar la calidad de vida cuando el diagnóstica está realizado. La Mañana dialogó con Javier González, gerente general de la ADU y Susana Tchekmeyan, presidente de la Acelu, quienes presentaron sus inquietudes y metas para la próxima administración nacional.
Politizar para salvar vidas
González fue preciso y contundente al plantear cuál es la mejor herramienta para lograr descender o, al menos, frenar el crecimiento de los casos de diabetes en el país: politizar. “Nuestra meta en este momento es poder politizar la diabetes. De un estudio que hemos realizado de las últimas elecciones, nos dimos cuenta que la salud ha estado incluida en todos los programas de gobierno de todos los partidos, pero nunca con la misma exposición que otros temas”, explicó.
El hecho de politizar traería consigo soluciones y nuevas herramientas poder trabajar en el tema, según el gerente general de la ADU. “Esto nos permitiría crear un registro para el estudio de situación, porque, si bien desde el Ministerio de Salud Pública se brindan datos, podríamos ser más específicos con un registro nacional de diabetes en salud, por ejemplo”. A su vez, González aseguró que esta información implicaría llevar adelante un programa nacional de diabetes, no solo para concientización y tratamiento, sino además para prevención.
Nueve de cada diez personas con diabetes tienen diabetes tipo 2, es decir que una de cada diez tiene la tipo 1 –insulinodependiente-, “pero no hay programas de prevención nacional como la vemos con el tabaco, por ejemplo”, se cuestionó el entrevistado. Añadió que mundialmente se ha advertido a los gobiernos sobre los casos de diabetes y que hay actuar rápidamente en la prevención para evitar las complicaciones en ambas, porque el no hacerlo provocará altos costos humanos que se transforman en económicos y que ponen en riesgo la estabilidad de los países.
“Esto puede parecer de carácter cataclísmico y sonar a las consecuencias que tiene una enfermedad contagiosa, pero en los hechos, lo que se ha entendido y estudiado, es que la diabetes pasaría a ser la primera enfermedad no contagiosa sobre la cual hay que tener un cuidado como si lo fuera”, aseguró González.
El gerente general sostuvo que del 90% de los casos de diabetes tipo 2, el 50 o 60% podrían haberse prevenido. Pero cuando no existen programas o campañas preventivas es cuando “no se puede evitar y el diagnóstico temprano no se realiza, se pasa al tardío, presentándose más avances o complicaciones en el individuo”.
En cuanto a lo que se está haciendo en ese sentido, González anunció que se tiene el compromiso de todos los candidatos presidenciables, así como de los vicepresidentes, y ahora se está trabajando en el proceso de lograr el compromiso de los primeros candidatos a senadores y diputados.
Celíacos desplazados
Por su parte, Tchekmeyan, la presidente de Acelu, explicó que el problema más grave de los celiacos del país es el acceso al alimento adecuado, ya que los costos son sumamente elevados. “Para los celíacos su alimento es su medicamento, porque no tienen ninguna medicación específica para la celiaquía, por lo tanto, con una buena alimentación tienen una vida normal, porque todo funciona correctamente siempre y cuando consuma alimentos sin gluten”.
El gluten para un celíaco “es un veneno”, así lo definió la entrevistada, “por lo tanto el Estado, en forma obligatoria, debería contemplar esta situación, mejorando los precios y la accesibilidad”, puntualizó. Recordó además que cuando desde Acelu se planteó en frente al Ministerio de Economía y Finanzas el asunto de los precios, se tuvo “una respuesta muy nefasta”.
Detalló que les respondieron que si se hacía un cambio en los precios de los alimentos sin gluten, se iba a afectar la economía del Uruguay. “Prefirieron decir que no, porque tal vez al decir sí, se verían comprometidos en también contemplar a los pacientes diabéticos, oncológicos y con enfermedades raras”, entendió Tchekmeyan.
Acelu también se encuentra trabajando e insistiendo con el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) por el tema de las canastas, ya que los celíacos tenían una canasta con un importe que rondaba los $550, “pero ya están casi eliminadas porque el director del INDA nos transmitió que el Mides estaba destinando el dinero de las canastas hacia otros rubros. Entonces debemos seguir luchando para que la canasta sea un derecho, y no un solo un derecho de $550”, aseguró.
En ese sentido, Acelu ha planteado diálogos con los candidatos a presidente de la República. Se están realizando rondas y ya fueron recibidos por Guido Manini Ríos, quien les mostró cuáles eran las modificaciones y proyectos de ley que tiene preparados. Hablaron también con Gonzalo Abella, con el vicepresidente del Partido de la Gente, Daniel Peña. Y resta realizar las reuniones con Pablo Mieres, Ernesto Talvi, Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou.
“Me parece muy importante el futuro, al momento de retirarme de mi cargo, quiero dejar en este camino armado. Un lugar físico para Acelu, que ojalá la intendencia nos asignara el espacio que nos ha prometido durante tres años. También nos gustaría que con las otras asociaciones que existen en el Uruguay pudiéramos conformar una especie de foro que una vez al mes aportemos qué sería mejor para todos nosotros”, dijo la presidente.
El alimento como pilar
La Acelu tiene 33 años de existencia, y siempre tuvo como misión estar cerca de la persona afectada con celiaquía. “Uno de nuestros principales objetivos es la cercanía con el paciente. También hacemos talleres de cocina, no solo para celiacos, sino que en conjunto con la ADU los hacemos para diabéticos-celíacos, ya que es una cocina muy especial, que cuesta mucho lograr que el producto final tenga una consistencia y un gusto que el paciente lo acepte”, dijo Tchekmeyan.
De esta manera se trata de generar lazos con diferentes asociaciones porque se piensa que si no se trabaja en equipo, no se llegará a objetivos importantes. Otra actividad que se realiza desde la asociación es ir al interior del país, donde interactúan con personas que no están accediendo a Montevideo, para obtener los productos adecuados. “En la capital se pueden conseguir alimentos a un buen precio pero que no llega al interior del país, y es una de las grandes banderas de lucha que tenemos con Acelu”, explicó la entrevistada.
Por su parte, González, aseguró que más allá de la diabetes tenemos una necesidad de cambio de alimentación. “El factor de riesgo más contundente de la diabetes tipo 2 es la obesidad. Las nuevas cifras de crecimiento de la obesidad en nuestro país y el incremento de la diabetes tipo 2, tienen una relación directa”, expuso.
Pero hay una variable adicional, que es el consumo en exceso de las cosas. Desde ADU se entiende que es sumamente relevante que el rotulado de un producto además de la indicación que dice si es apto para diabéticos también diga que el consumo en exceso es un factor de riego. “Si el azúcar, por ejemplo, no se consumieran en demasía, no generarían problemas”, planteó el gerente general.
Aseguró que la diabetes es transversal, y es un tema de salud de toda la sociedad. “Implica al Ministerio de Educación y Cultura, al Ministerio de Trabajo también, porque las personas trabajadoras con diabetes necesitan controlarse varias veces al día muchas veces, y es necesario que tengan el tiempo de automonitorearse. Se necesita un trabajo mancomunado, buscar herramientas y acciones que favorezcan la buena alimentación”.