Dinacia es la institución encargada de dirigir la infraestructura, la conectividad, el control y la vigilancia de nuestro espacio aéreo. Para conocer más sobre su funcionamiento, La Mañana entrevistó al director de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), el Brigadier General (Av) Gaetano Battagliese.
¿Cómo está constituida la Dinacia y cuáles son sus funciones específicas?
Es una dirección nacional que tiene dos direcciones generales: una de Aviación Civil y otra de Infraestructura Aeronáutica. Podemos decir que una se encarga de la fiscalización de los servicios y la otra de proveer los insumos necesarios para que el servicio se desarrolle de la mejor forma posible.
Son áreas muy amplias. ¿Hay una estructura adecuada para establecer controles tan amplios, más en una época en que se ha recuperado gran parte de la conectividad perdida?
Si bien tenemos lo adecuado, estamos trabajando siempre en mejorar. Puede funcionar bien, aunque siempre estamos con recursos escasos, más cuando hablamos de sectores que necesitan estar capacitados y no significa que el personal durante esta etapa esté a disposición.
¿Hablamos de recursos que si bien son necesarios solo se pueden incorporar a largo plazo?
Luego de que se hace la solicitud de las vacantes y se aprueba, recién podríamos contar con los recursos, pero debemos sumar el tiempo de capacitación; estamos hablando que debemos anticiparnos en no menos de 4 años.
¿Cómo integramos esto a la Dirección de Infraestructura Aeronáutica?
Es una dirección que estaba dividida en un departamento de ingeniería que se encarga de los pavimentos y las planchadas de los aeropuertos, una de electrónica que se encarga de las antenas que deben funcionar de forma permanente. También tratamos de fomentar la aviación desde los aeroclubes, todo lo que vuela pasa por esta dirección.
El espacio aéreo es un espacio difícil de controlar y para esto se incorpora tecnología, por ejemplo, los drones. ¿Se puede hablar de resultados positivos?
Estamos trabajando con ellos a través de una empresa uruguaya en conjunto. Es cierto que nos falta mucho para desarrollarnos, es un área en donde la normativa va muy atrás. Es un tema muy apasionante, realmente estamos haciendo todos los esfuerzos para tener una legislatura adecuada que nos permita estar a tono.
En entrevista con el Dr. Pees Boz, integrante del Directorio de UTE, se nos informaba que se estaba llegando a un acuerdo para que justamente sean drones los que controlen la represa de Salto Grande a través de la Fuerza Aérea. ¿Se está trabajando en ello?
La Fuerza Aérea está trabajando mucho y con éxito a través de drones especiales y sensores remotos.
El control del espacio aéreo depende mucho del control de las aeronaves que pretendan surcarlo. ¿Cuál es el estado actual de los radares que son indispensables para la tarea en estos momentos?
Estamos impecables en el sentido de que tenemos dos radares en Carrasco, algo que no se ve en el mundo. Tenemos el servicio garantizado de las empresas para la navegación civil de tipo comercial. Ahora se va a instalar uno en Durazno teniendo así una cobertura espectacular. Realizamos un acuerdo operativo con Paraná (Argentina) y Brasil que se solapan, cubriendo así a través de la recepción de información lo que sucede en nuestro espacio si nuestra operativa no funcionara. Hoy en día hay radares que operan cuando otros están en mantenimiento, en ese sentido somos pioneros. También se suma el hecho de que cuando hay una sierra, a través de del sistema multilateral se tendría la identificación de las aeronaves garantizadas.
¿Cómo se evalúa el trabajo de obras que viene realizando la empresa Aeropuertos del Uruguay en los aeropuertos que le toca gerenciar en el interior?
Estamos trabajando en conjunto y tenemos una unidad de control que ha crecido habiendo 16 asesores de las diferentes áreas para controlar los diferentes aeropuertos. Se han encargado de mantener operativo a estos lugares y nosotros estaremos para efectuar la fiscalización. Tenemos coordinadas las acciones con migraciones también por el flujo de personas. La empresa se encarga de cumplir los estándares internacionales.
¿El visto bueno final de todo lo elaborado lo darán los técnicos de la Dinacia?
Por supuesto. Esto es sumamente complicado ya que hay cuestiones como el tamaño de las pistas, las ayudas visuales que deben controlarse. Hasta no tener el visto bueno de la Dinacia no pueden funcionar.
¿Ustedes dan el aval para los tipos de aviones que pueden llegar?
Nosotros lo hablamos antes para después reunirnos con el concesionario para ver las posibilidades. Todos los aeropuertos tienen una orografía diferente, por lo tanto, si existe un cerro o monte puede generar un gasto extra y debemos encontrar un beneficio. Por ejemplo, la pista que se encuentra en Rivera puede soportar un turbohélice de 60 o 70 pasajeros. En el tema operativo también debemos tener en cuenta la salida.
¿El hecho de habilitar el aeropuerto permitiría que el empresariado tome como punto de referencia a Rivera, más que nada por lo referente a la zona franca?
Estamos todos expectantes sobre esto. Coordinamos para que así sea, ya se conoce la capacidad del aeropuerto.
La forma que se le imprime a los diferentes aeropuertos de nuestro país muestra el nivel de profesionalismo de la concesionaria. ¿Pudieron evaluarlo?
Tienen un excelente grado de profesionalismo y además mucha experiencia. Nosotros también nos alimentamos de sus aportes en conjunto con la Dinacia que se prepara para estar acorde. Estamos muy conformes.
¿Qué nos puede decir sobre las obras en el Aeropuerto de Rivera que se convertirá en binacional?
El aeropuerto siempre es un significado de avance de turismo que genera la llegada de más empresas a regiones como Rivera y Santa Ana do Livramento. Se generan oportunidades económicas muy buenas.
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