A un año de que diera comienzo la reforma educativa, La Mañana quiso conocer cuál es el balance que hacen los docentes de secundaria sobre la misma.
Las críticas se escucharon de un principio, sobre todo desde el momento en que comenzó a gestarse el proyecto a espaldas de la opinión del cuerpo docente y del ámbito académico en general. Esa extrema reserva manejada por las autoridades de la educación fue cuestionada en su momento no solo por docentes sino por distintos actores de nuestra sociedad. Uno de los sectores que más la ha cuestionado es la Asociación de Docentes de Secundaria (ADES). La Mañana dialogó con Natalia Leiva, integrante de la comisión directiva, quien explicó por qué se oponen a esta transformación.
“Rechazamos este proceso porque cauteriza los aprendizajes, cauteriza los procedimientos y los requerimientos para el pasaje de grado, además de implicar un recorte presupuestal. Esta es una reforma antieducativa” señaló Leiva.
El denominado “enfoque competencial” no ha sido unánime a nivel académico en el mundo, “por lo tanto, es una elección dentro de los múltiples enfoques que pueden existir para estructurar la currícula de la enseñanza en general, tanto primaria como media básica y media superior”, explicó la docente.
Para Leiva, esta elección apunta “hacia la pauperización académica, que tiene como objetivo fundamental minimizar la cantidad de estudiantes que deben repetir, los cuales, en realidad, deberían volver a cursar sus estudios para alcanzar los niveles necesarios, para continuar con estudios posteriores. Por otro lado, tenemos el proceso de privatización y de mercantilización. Podemos percibir que hay diferentes llamados a organizaciones privadas que de alguna manera intervienen en la formación a través del acceso a fondos públicos. Estos elementos en conjunto demuestran que esta reforma, además, no soluciona los problemas que tiene la educación secundaria en Uruguay. O sea, falta de presupuesto, de materiales para poder trabajar, el desempleo y el multiempleo docente”.
En este sentido, ADES ha señalado que en los últimos tres años el presupuesto de la enseñanza ha bajado en 187 millones de dólares. Otro de los aspectos cuestionados es el referente a los términos pedagógicos. En opinión del gremio, se plantea “una estructura competencial, que no es lo mismo que enseñar habilidades y competencias”. Si bien ha descendido la matrícula, no desciende la cantidad de estudiantes por grupo. ADES indica que hay condiciones para que haya veinte estudiantes por grupos, pero las autoridades mantienen entre treinta y 36 por clase.
En referencia al recorte presupuestal, Natalia Leiva manifestó que sucede en varios sectores y uno de ellos tiene que ver con salarios. “Nosotros denunciamos que hay cincuenta mil horas menos en lo referente a coordinación”, sostuvo la dirigente de ADES, y acotó: “También hay un descenso en unidades curriculares y talleres. Esas horas menos es difícil de estimar en este momento del año, porque permanentemente hay cambios y funcionamiento en los grupos. Entonces no sabemos cuántos grupos exactamente tenemos para el año que viene, pero sí, a partir de la reducción de la carga horaria por asignatura, es posible prever una nueva quita de horas a nivel general. Estamos para 2024 en más o menos setenta grupos menos respecto a los que están en funcionamiento en 2023”. Dentro de las horas que menos se asignarán están entre otras, educación musical y educación visual.
“Una estructura ideológica”
El planteo de la reforma es colocar la enseñanza en torno a proyectos, competencias y habilidades. Sobre este punto, Leiva señaló “que si bien han estado permanentemente en las prácticas de clase, no formaban parte de una estructura ideológica, de pensamiento y de estructuración de la currícula. No es lo mismo decir que trabajamos en talleres a estructurar el conjunto de las unidades curriculares. Lo que hay es un enfoque procedimental que de alguna manera intenta sustituir la enseñanza de los contenidos, que entendemos que son fundamentales para la continuidad académica. En ese sentido hay una transformación”.
En referencia a la disminución de horas, la entrevistada sostuvo que se profundiza el desempleo dentro de los profesores. “Este es uno de los elementos que está puesto sobre la mesa a nivel laboral, ya que aumenta la cantidad de docentes que van a quedar sin horas o que van a ver reducida la cantidad de horas, que necesitan para poder mantener su vida. También por esto hay una dislocación permanente del plantel de los propios liceos y a su vez una redistribución de los docentes, no solamente dentro de los departamentos, sino en términos de regiones del país. Es decir, aumenta el desempleo porque hay menos horas para dictar clases y eso genera toda una serie de trastrocamientos dentro de las instituciones y en términos laborales”, señaló.
“Estamos frente a una pauperización, con el recorte de contenidos y asignaturas. Hay algunas que estaban presentes a lo largo del ciclo básico y ahora se colocan como talleres, por ejemplo, las artes”, sostuvo Leiva. A esto se agrega que no hay un aumento de las horas de coordinación.
Para los alumnos, con el nuevo sistema se reduce la cantidad de asignaturas y el tiempo pedagógico destinado a esos estudiantes en aproximadamente de dos a cuatro horas, dependiendo del tramo y del ciclo.
Hay asignaturas que pasan a ser optativas. Por ejemplo, en el caso de primero de Bachillerato, Astronomía. Esta fue una asignatura que formó parte de la currícula de Secundaria durante más de un siglo y ahora forma parte de una opción dentro de otras.
Pasar de año
Otro punto cuestionado es el referente al pasaje de grado. El Reglamento de Evaluación y Pasaje de Grado “está permanentemente con agregados, modificaciones o sustituciones que demuestran esa improvisación que es un hilo conductor en todo este proceso de reforma”, dijo Leiva, quien agregó que la reforma flexibiliza el pasaje de grado y los requisitos. Esto lleva a la pregunta de qué pasará con esos alumnos cuando salgan del liceo y pasen a la universidad. Una queja constante de la casa mayor de estudios es el bajo nivel con que en muchos casos llegan los nuevos estudiantes. Al respecto, nuestra entrevistada sostuvo que “lo que va a pasar con esos estudiantes, es que van a carecer de herramientas en todos los sentidos. Herramientas que tienen que ver con la lectura, con la escritura, la comprensión del texto y de las matemáticas”, y agregó: “Verdaderamente la continuidad académica va a ser muy dificultosa para estos chiquilines que han tenido una educación secundaria en la que estas autoridades han puesto el foco en la aprobación. Una cosa que es interesante en este sentido es que una de las razones por las cuales intenta justificarse esta transformación es el factor promoción. Sin embargo, en los últimos años ha ido aumentando sostenidamente la promoción en enseñanza secundaria. Y el interés de los estudiantes en las encuestas de la propia ANEP muestran la necesidad de apoyo individualizado, que desaparece prácticamente con esta reforma”.
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