En Uruguay se desperdician 2.700.000 kilos de alimentos al día, de los cuales el 45% son orgánicos y de ellos, el 42% está apto para el consumo humano. El mayor lugar donde se deshecha es en el ámbito doméstico, y uno de las razones fundamentales es el desconocimiento de que lo que se tira es también comestible. Ante esto, Sylvana Cabrera y Guillermina Bauer lanzaron el libro “Aquí no se tira nada“, que reúne recetas que enseñan cómo aprovechar los alimentos al 100%. La obra se enmarca en un proyecto de cambio de consciencia sobre la alimentación.
Un informe difundido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala que cerca de un tercio de los alimentos producidos para consumo humano se pierden cada año. Es decir, cerca de 1.300 millones de toneladas de comida se desperdician en algún punto de la cadena, desde la etapa de producción hasta su elaboración en los hogares. Este hecho significa una injusticia social frente a la hambruna mundial, pero también deja una huella negativa en su impacto ambiental y económico, ya que se desperdician los recursos utilizados para su elaboración.
En Uruguay se desperdician 2.700.000 kilos diarios de alimentos, de los que se estima que el 45% de ellos son orgánicos. Así lo aseguró a La Voz de La Mañana (periodístico radial de La Mañana que se emite los sábados por Radio Oriental) Sylvana Cabrera Nahson, coautora del libro “Aquí no se tira nada: La cocina de los desperdicios y el consumo transformador“. Ligada al ámbito gastronómico y al consumo consciente y saludable de alimentos, Cabrera ideó un proyecto que busca el cambio de consciencia de la sociedad hacia la real y total utilización de los alimentos.
Es que detrás del 45% de los alimentos orgánicos que se desechan cada día en Uruguay, existe un desconocimiento por parte de la sociedad en cuanto a que, lo que se tira, es también comestible o simplemente por “bullying alimenticio”, término acuñado por la autora para señalar la eliminación de un producto porque a la vista no es atractivo, aunque se encuentre en buen estado. Por ejemplo, una zanahoria torcida.
Ante esto, la mayor cantidad de los desperdicios que se dan a diario en Uruguay ocurre a nivel familiar y no industrial. “La verdadera revolución comienza en casa. Si logramos dar ese cambio a nivel del hogar vamos a hacer una diferencia. Cuando se compran $1000 de frutas y verduras, normalmente desechamos el 42% del peso de lo que compramos”, explicó. Hojas, tallos, raíces, cáscaras y carozos de los alimentos normalmente terminan en el tacho de la basura, cuando son igualmente comestibles y conservan tantas vitaminas y nutrientes como el resto del alimento. Sin embargo, pesa la desinformación.
Es por eso que el libro que escribió junto a su hija Guillermina Bauer (chef) incorpora recetas fáciles y prácticas, testeadas tres veces por ellas, para enseñarle a la población algunos de los usos que le pueden dar a esos alimentos y contribuir tanto en la reducción de deshechos que se pierden en el mundo como en la economía de su propio bolsillo. “Las recetas que aparecen en Aquí no se tira nada se pueden elaborar con elementos que todos tenemos en casa, como una licuadora o un cuchillo, o incluso utilizando el propio sol para los procesos de deshidratación. Llevamos todo a un terreno doméstico”, calificó.
Para la utilización completa de los alimentos es de vital importancia realizar un buen proceso de lavado de las cáscaras de las frutas y las verduras.
Un aprendizaje desde casa
Cabrera, quien dijo ser nieta de inmigrantes que le enseñaron desde pequeña el valor y el respeto hacia los alimentos, declaró: “Tenemos que cuidar los recursos naturales, que son los valores más importantes. La comida es esencial y en Uruguay hay 250.000 personas que no acceden a una comida digna, en un país de tres millones de personas. Entonces, hay algo que anda mal”.
En este sentido, ha recurrido a las indicaciones de su hogar que la llevaron a aprender sobre economía doméstica. “Salimos a comprar calcio cuando en realidad lo tenemos en casa. Si sumergimos un huevo en un litro de agua fría con una cucharadita de hipoclorito, lavamos la cáscara bien, la dejamos al sol para que se seque y luego la molemos, tenemos un polvo alto en calcio para enriquecer a la harina o la leche y que nos ayude a fortalecer huesos y dientes. Las personas que tienen menos acceso y les cuesta comer bien, tienen de esta forma un recurso natural”, explicó.
El primer paso para realizar un cambio a nivel social, según Cabrera, es ser conscientes de que decidimos no tirar más alimentos y, por el contrario, sí realizar una lista inteligente y simple, como chequear la alacena de casa antes de ir a una feria o un supermercado. “Sino salimos a comprar sin saber qué tenemos y luego nos encontramos con que tenemos una vida útil menor de los productos”, dijo.
Luego, mencionó que es fundamental comprar los alimentos de temporada o en precio. “Por ejemplo, los zucchinis y los zapallitos tienen texturas distintas, pero sabores similares. Ante esto, lo mejor es comprar el que esté más barato en ese momento. Si hay alguna oferta en especial, se aconseja comprar en más cantidad y congelar. Por ejemplo, los limones se pueden poner con agua en bolsas herméticas y guardarlas en el freezer. Cuando suben de precio, no me preocupo porque ya tengo estos recursos en casa”, indicó.
En concreto, comentó que lo importante es planificar la compra, ser conscientes de la cantidad y la calidad y cuidar el bolsillo para hacer el cambio.
La punta del iceberg
El libro lanzado se enmarca en un proyecto denominado Desperdicio Cero, del cual la publicación es la punta editorial. Se prevé que para finales de este año se edite una nueva obra con más recetas, apuntando también a nivel profesional.
Cabrera proyecta asimismo la realización de una feria y un concurso nacional de recetas que llegue al interior del país, lugar en el cual, dijo, recibió muchos consejos e ideas de las personas que llevan adelante el hábito del total aprovechamiento de los alimentos. Además, dentro de sus objetivos se encuentra la realización de un programa de televisión a mitad de este año. “Queremos mostrar lo fáciles que son estas recetas”, sostuvo.
Próximamente, Aquí no se tira nada será presentado en Colombia y España.
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