La Facultad de Ciencias tuvo un aumento de 45% de inscriptos respecto al año pasado. Según el exdecano Juan Cristina, probablemente se deba a una cuestión “multifactorial”, aunque estimó que la pandemia “puso más la mira a lo científico”. Además, señaló la importancia de las carreras dictadas en los tres centros universitarios del interior y un nuevo perfil del estudiante que está más interesado en temas ecológicos.
La Universidad de la República (Udelar) registró una suba histórica de 12% de su matrícula para 2021, con casi 21 mil nuevos estudiantes y un aumento significativo en carreras vinculadas a la salud y la ciencia. Las carreras que tuvieron mayor crecimiento de inscriptos fueron Psicología y las de la Facultad de Ciencias con 45%, y Enfermería y Nutrición que aumentaron 40% la matrícula en 2021.
El licenciado en Ciencias Biológicas y doctor en Biología Molecular Juan Cristina, que se desempeñó como decano de la Facultad de Ciencias entre 2010 a 2018 y actualmente se desempeña como director del Laboratorio de Virología Molecular, dijo a La Mañana que la unidad académica está estudiando las causas del exponencial aumento de inscriptos y adelantó que no cree que haya un único factor.
“Quizás es la pandemia que nos puso más la mira a lo científico, pero también hay que ver cuál es el egreso de enseñanza media final”, advirtió Cristina. Además, subrayó la importancia de las carreras que se dictan en los tres centros regionales del interior. Entre ellas las carreras vinculadas al desarrollo productivo como la licenciatura dedicada a temas de la madera en Tacuarembó, la carrera de Ciencias Hídricas en el litoral norte, y en el este, todo lo relativo a las ciencias ambientales.
Del total de los estudiantes de la Udelar, 89% estudian en Montevideo, 5,9% cursa en el Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte, 2,9% en el Cenur Este y 1,4% en el Cenur Noreste. En total, el 10,2% de los estudiantes de la universidad pública cursan en el interior del país, algo más de 16 mil personas.
Además, Cristina resaltó otro dato del último informe estadístico de la Dirección General de Planeamiento de la Udelar (2020) que indica que la mitad de los estudiantes de la generación de ingreso es la primera generación de su familia en llegar a la enseñanza universitaria, cifra aún mayor en el interior del país (66%).
El nuevo perfil del estudiante de ciencias
En la Facultad de Ciencias “ha ocurrido un aumento muy significativo en dos licenciaturas: Licenciatura en Ciencias Biológicas y Licenciatura en Bioquímica”, indicó Cristina. “En el sector biológico de las ciencias básicas, más bien en esta generación, hay un componente importante de vocaciones, al principio de la carrera dirigidas a lo que podríamos englobar como las ciencias ambientales; la ecología en general, que incluye hasta áreas de la física como Ciencias de la Atmósfera, Oceanografía, y más bien toda el área de conservación de la naturaleza”, explicó.
Para el exdecano de Ciencias, “es lógico que haya esa vertiente porque son los problemas que preocupan a las nuevas generaciones”; sobre todo los temas relativos al cambio climático, pero “también con los modelos de producción ecológicamente eficientes”, aseveró el científico. Cristina percibe además que hay un grupo de estudiantes más relacionado con los procesos bioquímicos que van hacia la biotecnología y la biofarmacia.
Preocupación especial por la nueva generación de universitarios
La Udelar adoptó una serie de medidas para minimizar el impacto de transición hacia la universidad, como la postergación del inicio de cursos del primer semestre, para acompasarlos con el calendario de la Administración Nacional de Educación Pública (Anep), cursos propedéuticos y la ampliación del programa Tutorías entre Pares, a cargo del Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa).
Cristina lamentó que al igual que en 2020, la generación que entra a la Universidad este año lo hace en un proceso de pandemia. “Llevamos dos generaciones que no tuvieron ocasión de pisar la vida universitaria”, alertó.
Por eso el profesor de la Facultad de Ciencias resaltó que con los cursos propedéuticos se trata de generar herramientas para que el tránsito de la enseñanza media a la enseñanza universitaria “sea lo más suave posible”. Además dijo que este año se formaron 1.500 tutores. “Normalmente son estudiantes avanzados de las carreras que tutoran a estudiantes que recién ingresan”, sostuvo.
En la presentación del programa de tutorías, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, resaltó el componente de “solidaridad” entre estudiantes, que implica que “quienes ya están inmersos en la vida universitaria acompañen a quienes están ingresando, con énfasis en aquellos jóvenes que tienen más estándares de vulnerabilidad”. Añadió que “tenemos que generar todos los caminos y dispositivos de apoyo para asegurarnos de que, independientemente de las contingencias personales o de las historias individuales, nuestros estudiantes puedan acceder a la educación superior, permanecer en ella, graduarse y aprovechar las ventajas que implica el acceso al conocimiento avanzado”.
Según Arim, el “acceso al conocimiento avanzado es hoy, más que nunca, una puerta para el desarrollo de una vida digna”, que permite “participar dignamente en los procesos de discusión y elaboración democrática de nuestras sociedades desde visiones cosmopolitas, heterogéneas y respetuosas”.
El desafío de los cursos virtuales y la “aceleración de los aprendizajes”
Para el investigador “la pandemia nos trae una aceleración de los aprendizajes”, de la mano de las plataformas digitales. Pero advierte que eso no quiere decir que toda la enseñanza tenga que ser virtual, porque eso “tampoco sería de calidad”. “Lo que ahora estamos discutiendo bastante en el cuerpo docente de la institución es sobre cómo aprender a hacer evaluaciones de calidad por internet”, señaló Cristina.
“Del lado docente hay un estrés y una sobrecarga porque muchas veces dar clase en línea desde el domicilio no es lo mejor. La relación presencial personal con el docente es insustituible antropológicamente. Eso es algo inherente a la naturaleza humana y siempre va a tener su lugar”, agregó.
No obstante, Cristina aseguró que “los estudiantes se enganchan y preguntan más por estas vías modernas”. Para el virólogo “hay un aprendizaje importante” en consonancia con el avance de procesos que las universidades modernas ya venían implementando antes de la pandemia: la disminución y tendencia a desaparecer de la clase magistral teórica. “A ningún profesor le gusta dar una clase para mil quinientos alumnos durante todo un semestre. Me parece que no los conozco, no hay espacio para el intercambio”, indicó.
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