La migración hacia las metrópolis y el crecimiento del parque automotor generan, entre otros problemas, el congestionamiento, sobre todo en horas pico de tránsito, lo que implica una pérdida en la calidad de vida de muchas personas que destinan varias horas de su jornada a trasladarse de un lugar a otro.
Según los indicadores del Observatorio de Movilidad de Montevideo, en diciembre de 2018 había 574.102 vehículos (autos, motos y similares) con matrícula activa, marcando un notorio crecimiento en la última década. Una de las principales obras emprendidas en la ciudad fue la del Corredor Garzón, que tuvo un costo de 50 millones de dólares, pero logró resultados contrarios a los esperados, aumentando el tiempo de traslado y afectando negativamente a los vecinos del barrio Colón.
“Yo fui el crítico que dio la cara sobre el Corredor Garzón desde el principio y se me acusó de crear alarma pública, pero no dije ni el 10% de lo malo que es”, sostuvo días atrás Juan Salgado en un encuentro con la prensa al que asistió La Mañana. El presidente de Cutcsa y de la Cámara del Transporte del Uruguay señaló que este problema “estuvo a punto de pasar otra vez hace poco” cuando jerarcas de la Intendencia de Montevideo anunciaron en los medios de comunicación el proyecto de transformación de la avenida 18 de julio que a juicio de Salgado “hubiese sido el caos más grande, diez veces peor que el de Garzón”.
Para Salgado el contacto con los operadores de transporte y con la comunidad es fundamental a la hora de proyectar una obra de movilidad en la ciudad. “En cualquier intervención urbana de movilidad la conversación con la gente que tiene experiencia y con el vecino es fundamental”, afirmó.
Un corredor de la costa eléctrico
En un encuentro realizado en el piso 25 de la Torre Nuevo Centro, Salgado recibió al presidente de la Cámara de Construcción, Diego O’Neill, y al responsable del Centro de Estudios de dicha cámara, Gabriel Oddone. Estos últimos hicieron entrega de un informe realizado por consultores de Holanda y Brasil que analiza la construcción de un corredor que iría desde Tres Cruces hasta El Pinar y sobre el efecto sobre el valor de la propiedad inmobiliaria.
Si bien el informe no incluye ningún estudio de viabilidad del proyecto, Salgado consideró que “lo menos viable es un tren y lo que veo más viable es la opción que nos permita aprovechar y hacer una segunda movida que es el cambio de la matriz pasar al ómnibus eléctrico”. “Para que sea viable tenemos que lograr captar no solamente los clientes que ya están, sino mayor cantidad de personas. Y hablamos de Avenida Italia, no porque sea el único caso al que pensamos que hay que darle una solución de rapidez, sino porque es donde claramente se puede hacer un corredor”, añadió.
A diferencia del otrora proyecto del tren de la costa que promovió en 1995 el entonces presidente de AFE, Víctor Vaillant, actualmente Salgado apunta a aprovechar el cambio en la matriz energética, la facilidad para conseguir créditos en organismos internacionales en respaldo al uso de energías limpias y las capacidades con las que ya se cuenta en materia de unidades.
No obstante, advirtió sobre el costo de la energía eléctrica en horario diurno. “Si la electricidad se utilizara en el día, sería carísima, o sea, allí el ahorro que puede haber entre el gasoil y la electricidad, no existiría”, apuntó. “La electricidad tiene un costo más barato cuando el Estado la tiene de sobrante, que es de noche y como no se puede acumular, se pierde”, agregó. Salgado consideró que las unidades podrían cargar sus baterías entre las 00:00 y las cinco de la mañana por lo que “UTE estaría haciendo un muy buen negocio”.