El objetivo para algunas de estas empresas consiste en captar la atención de sus clientes y fidelizarlos en tiempos de tráfico hacia las grandes superficies. En otros casos, su plan está relacionado con dar a conocer productos innovadores.
Cada vez es más desafiante para las pequeñas y medianas empresas (pymes) sortear los obstáculos del mercado ante una mayor presencia de las grandes superficies en los barrios y ciudades del interior. Estas grandes empresas gozan de un poder económico que les permite ofrecer precios más baratos de sus productos con menores costos fijos, lo que finalmente afecta al comercio de barrio. Para las pymes, la manera de compensar esa desventaja es brindando productos de alta calidad con la mejor atención personalizada.
Para combatir el tráfico de clientes hacia las grandes superficies, la fábrica de pastas La Princesa sigue apostando a la calidad de sus productos y la buena atención personalizada. Para Tulio Galo, uno de los tres socios al frente de la empresa, esos son dos aspectos altamente indispensables si se pretende fidelizar al público, porque aun en tiempos de ofertas más tentadoras la gente sigue apostando por el calor humano.
Un caso similar es el de Jonnattan Barreiro, un joven emprendedor de Canelones que en medio de la pandemia comenzó a producir mantequilla de maní con el nombre comercial Baj. Si bien se lo considera como una posibilidad, hasta el momento no se ha incorporado a ninguna de las propuestas estatales que promueven las pymes.
Formación, trabajo e incorporación de tecnología
Una de las mayores preocupaciones que los propietarios de pymes tienen a la hora de emplear personal está relacionado con la falta de formación en gran parte de las actividades que desarrollan. En muchos sectores de actividad existe exceso por falta de habilidades fundamentales a la hora de insertarse en el mercado laboral. Tras la pandemia de covid-19, cuando los niveles de actividad cayeron considerablemente, en el correr de estos años se ha producido la recuperación de muchas de las fuentes laborales perdidas en ese momento. Las principales debilidades para los jóvenes están relacionadas con la falta de experiencia, una de las exigencias que a menudo aparecen en los llamados laborales. En tanto, un estudio denominado Transformación digital para mipymes, realizado por Edelman y comisionado por Microsoft, reveló que 42 por ciento trabaja de forma híbrida, 68 por ciento considera que la tecnología le ha facilitado los procesos de reclutamiento y que 92 por ciento de las pymes uruguayas estima que el proceso de transformación digital impacta positivamente en su negocio.
Uno de los mayores retos que tiene tanto La Princesa como el resto de su rubro es formar personal pastero que quiera aprender, independientemente del tiempo que le insuma. Galo entiende que “el problema no es no saber”, sino carecer de la voluntad de aprender. Formar nuevo personal “se maneja a la antigua”, educando a través de la experiencia diaria. Tampoco le es fácil conseguir gente joven en una actividad que se centra básicamente durante los fines de semana.
En cambio Jonnattan se encarga de todo el proceso de elaboración, la presentación de los productos, el logo, las redes sociales, los trámites administrativos y la comercialización del producto. Mientras tanto, va tirando líneas para cuando necesite la colaboración de alguien más. Con algunos ahorros importó una maquina desde China con las prestaciones necesarias para este tipo de elaborados. El periodo de adaptación no fue una tarea sencilla, porque había que conocer el funcionamiento del nuevo dispositivo para conseguir los productos que pretendía alcanzar.
Insumos nacionales versus extranjeros
En referencia a los insumos con los que la empresa elabora su producto, Galo manifestó que a menos que no se encuentren en plaza, en la mayoría de los casos trabajan con ingredientes nacionales.
El caso de Baj es inverso. Jonnattan elabora la mantequilla con maní importado desde la provincia de Córdoba, Argentina. El empresario indicó que según su experiencia no todas las variedades de maní sirven para hacer el producto. Eso lleva a que conseguir ese maní adecuado se torne “un trabajo casi detectivesco”, porque a veces no es el mismo que el importador logró traer la vez anterior.
Comercialización de los productos
La Princesa, ubicada en la calle José Enrique Rodó 2236, en el barrio Cordón Sur, cuenta con siete empleados, entre la planta de elaboración y el personal destinado a ventas. Además de atender en mostrador, tiene servicio de entrega y abastece algunos comercios minoristas. Junto a las tradicionales pastas, ravioles, tallarines, tortellinis, ñoquis y vareniques, ahora incorporaron en su menú los zafiros elaborados con carne de cordero. Con el mismo formato se elabora un producto para veganos. Además, se pueden encontrar otras opciones como empanadas o pascualinas, una manera de diversificar el abanico de productos para sus clientes. Uno de sus propietarios dijo que permanentemente se están buscando alternativas para preservar al cliente a través de la elaboración de nuevos productos que satisfagan a los diferentes sectores de la sociedad.
Ya en plena temporada baja para el sector, porque “hay una tradición de que con calor no se come pasta”, la baja en las ventas puede alcanzar hasta un cincuenta por ciento. El empresario afirmó que el fuerte de las ventas se inicia con la reanudación de clases de la educación formal y se extiende hasta que llegan los primeros calores. El fuerte de la actividad se centra durante los fines de semana.
En la feria
Por su parte Baj, mantequilla de maní, produce entre cuatro y seis variedades. Además de la tradicional pasta de maní, elaborada solamente con ese producto, hay una versión con chocolate maní, cacao belga en polvo, azúcar y sal. Además, es la única empresa que prepara la variedad americana en el país, con base en azúcar y sal “y no chorrea como la pasta de maní” tradicional, que es más líquida.
Actualmente compra 150 kilos de maní por semana. Si bien considera “que no es un gran volumen”, tiene claro que hay un buen mercado para abastecer. El emprendimiento cuenta con los permisos bromatológicos y actualmente está trabajando en el registro del producto. Su próximo paso es obtener las habilitaciones que le permitan comercializar en todo el país para luego instalarse definitivamente en una superficie.
Sus canales de comercialización son los comercios minoristas de productos naturales y la feria de Tristán Narvaja. En la calle Paysandú casi Gaboto tiene un espacio donde la gente puede degustar sin compromiso de compra. Contó que por ese lugar pasan muchos extranjeros que son grandes consumidores de mantequilla de maní y las devoluciones que han tenido “son bastante positivas”. La definió como una buena forma “para conocer si estamos haciendo bien las cosas”.
En Uruguay hay 190 mil empresas de las cuales 99 por ciento son pymes. Según la Agencia Nacional de Desarrollo, diez por ciento de las microempresas en cinco años se convierten en pequeñas y solo uno por ciento llega a ser mediana. Estas cifras bastan para dar a conocer por sí solas la importancia que tiene para la economía del país este sector de actividad.
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