Desde su asunción al cargo de director del Banco de Previsión Social (BPS) por el sector empresarial, José Pereira de Brum ha sido muy crítico con la gestión, lo que ha generado respuestas en su contra del resto de los integrantes del Directorio.
En una de sus constantes giras por el interior del país, consultado por medios de prensa locales, realizó polémicas declaraciones. En entrevista brindada a La Mañana, Pereira se refirió a continuos, de acuerdo con su opinión, errores de gestión del directorio del BPS.
Hace unos días, en declaraciones al diario El Telégrafo, hizo referencia a “el caos en el Estado”. ¿Podemos conocer en qué respalda esas afirmaciones?
Es algo que permanentemente vemos en el Estado. En el BPS, el sector empresarial tiene representación que puede ver y evaluar el caos actual. Nosotros declaramos estos detalles cuando vemos los departamentos de frontera, cuando vemos los recursos ubicados en cada sucursal. Nosotros nos hemos quejado por los comodatos, hemos denunciado la sede del PIT-CNT, Onajpu. Hemos visto arrendamientos sumamente costosos, que en muchos casos conviene más comprar. No hemos visto una visión en conjunto.
¿Puede ser más preciso y con datos más concretos?
Pero a ver, recién di ejemplos de situaciones. La sucursal de Ciudad de la Costa paga un alquiler de catorce mil dólares mensuales, por ese valor en dos años podríamos haber comprado el local y mantenerlo. Hablamos de un órgano fundido, el cual ha tenido que cambiar las reglas normativas, debemos ser más cuidadosos. Estamos hablando de cerca de sesenta mil pesos para una sucursal de forma mensual, imagínese una empresa que vende ropa, ¿cuánta plata necesitaría para cubrir estos gastos? En el Shopping de Ciudad de la Costa se pagan seiscientos mil mensuales por concepto de alquiler.
¿Cuál es la sucursal en cuestión?
En este caso estamos hablando de un shopping que está en Ciudad de la Costa [Costa Urbana), en donde, además, el Estado paga el alquiler de otros locales. Un organismo que está con problemas financieros y pide un esfuerzo a las personas no puede gastar así. En Tacuarembó vemos esta situación, estamos en un caos, se alquiló un lugar en donde hay archivos que no pueden utilizarse, además de que no se cumplió la función de digitalizar la información. Hay un gran desorden.
Desde el Gobierno se habla de la preocupación que genera el alto nivel de informalidad. ¿Cómo se prepara el BPS de cara al futuro?
Está vinculado al tema de la promulgación de la informalidad, que vemos que es algo común. El giro que tendrá el ente en el año de la reforma marcará la pregunta de qué vamos a hacer con las personas que están en la informalidad, que en muchos casos generan más beneficios. Si yo me endeudo un poco en el BPS, ya acumulo veinte por ciento en multas, moras y recargos. A ese micro o pequeño empresario no le permito abrir una empresa, tampoco jubilarse y la única manera de regresar al sistema es a través de la informalidad. El propio Estado terminó siendo un promotor de esto. Si no premiamos a quien nos ayuda en esto, nos complicamos. Los aportes que hacemos ahora son para el presente.
En declaraciones brindadas a la prensa argentina, Sebastián Peña, presidente de Paraguay, explicaba el sistema tributario. El Impuesto a la Ganancia, Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto a la Renta, todos al diez por ciento y este último totalmente deducible. Como consecuencia, hay empresarios uruguayos que se instalaron en aquel país. Estamos lejos de equipararnos.
Siempre estamos cerca de trabajar en pro de activar el mercado. Estuve reunido esta semana en Maldonado con un empresario que tienen empresas en Paraguay y mencionan que el sector privado empuja realmente mucho, si soluciona otras cosas, puede que nos sobrepase muy rápido. Nosotros nos empezamos a parecer en lo malo a ellos, por eso, en pocos años, sociedades que estaban por debajo de nosotros en menos de una década nos pasarán. Depende de nosotros mismos. El sistema o la presión fiscal no daba para más, hay un reconocimiento y se debe trabajar en ese sentido. Ha habido cambios, pero han sido muy pocos. Esto que sucede en Paraguay y en Argentina marca un cambio en la concepción del Estado.
¿Cuál es su opinión respecto del plan piloto de subsidios para alquiler de jubilados y pensionistas?
Fue una muy buena y elegante forma de decir que tenemos razón. El BPS ya tenía políticas de quiebre, el problema era la falta de control. Decimos que esto es un plan piloto, pero por supuesto estos problemas surgen más a largo plazo. Para nosotros es una demostración de que cuando uno discute no siempre se debe dar la razón, sino que los hechos terminan apoyando nuestras ideas, es la máxima de las satisfacciones.
¿Cómo puede influir en los precios la presencia del BPS en el mercado de alquileres? ¿Podría generar aumentos desmedidos?
Justamente, coincido que el plan necesita control. Vemos al pasar, cuando estudiamos las políticas públicas, que ya se habían hecho en función de estos temas. Se pone un tope en este tema, pero en varios lugares los precios varían. Debe haber flexibilidad, no es lo mismo la zona costera que otras zonas. Si hay anarquía en la vivienda, hay que tener en cuenta el mismo problema que el alquiler. Hay sucursales que tienen la llave de la vivienda y las personas que entregan el bien generan que aún se siguiera pagando. Se va a discutir con una propuesta que no hicimos nosotros, se busca una nueva visión del organismo. Si vamos a hacer la viviendas nos costaría X valor, lo cual generaría mayores gastos. Hay empresas que deben estar al tanto de muchas cosas que no siempre cumplen si se mantienen estas formas, problema que se solucionaría con la subvención del alquiler. Este es el inicio.
¿El BPS podría haberse excedido en el cumplimiento de sus obligaciones? De acuerdo con información recibida, se hace cargo de 48 alquileres correspondientes a cámaras empresariales y hasta la sede del PIT-CNT. Consultados algunos de sus compañeros de Directorio, sin dar las cifras, dicen que “no mueven la aguja”. ¿Hay alguna explicación al respecto?
Nuestro equipo se ha juntado con un sindicato de jubilados de Brasil, quienes vinieron a Uruguay. Muchas de las prestaciones que ellos otorgaban las daba el BPS aquí, algo que no podían creer. La inversión en las jubilaciones que se hacen en el mundo tiene un vuelco en las economías de los países más pobres. El esfuerzo del Estado tiene que estar en la calle, pero no debe administrar el caos, debe haber orden. Cuando dicen “no mueve la aguja”, debemos contar y sumar las cuestiones para ver que si mueven. El Estado no debe aumentar las inequidades, las debe eliminar.
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