Desde temprana edad supo que quería dedicarse a las ciencias. Se recibió como ingeniera química y por más de tres décadas trabajó en UTE, pasando por diversas áreas. Hace casi dos años que ocupa la presidencia de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), organismo que fue dotado de mayores potestades por el actual gobierno con el objetivo de fortalecer el control y la transparencia en la materia. Entrevistada por La Mañana, la jerarca explicó la importancia de la reforma de los combustibles y destacó el papel que tendrá el hidrógeno verde en el futuro del país.
Hizo la carrera de ingeniera química en la Universidad Nacional del Litoral, en Argentina. ¿Por qué eligió ese lugar? ¿Cómo recuerda su pasaje por allí?
En 1974, cuando debía comenzar mis estudios terciarios, no hubo ingresos en la Universidad de la República (Udelar) y no quería retrasarme en mi carrera. En un encuentro familiar, supe de un primo que había viajado a Santa Fe a inscribirse en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral. Comencé a pensar que quería ir a ver de qué se trataba, no había internet ni Google en esa época. Lo hablé con mis padres, a los pocos días viajamos y en menos de un mes empecé mi primer año. Esa facultad fue la primera creada como tal en América del Sur y cuenta con una sólida reputación y un programa de estudios muy actualizado. Fue un honor haber sido su alumna y docente durante varios años.
Luego decidió volver a Uruguay.
Cuando me recibí de ingeniera química se produjo un punto de inflexión en mi vida, tenía dos alternativas: continuar en Argentina o regresar a Uruguay. Mi elección está a la vista y hoy llevo 38 años casada con mi esposo, dos hijas y seis nietos. Fue una gran decisión que me permitió construir una familia y desarrollar mi carrera profesional.
Más adelante realizó un posgrado en Marketing en la Udelar. ¿Qué la motivó a hacer esa especialización?
Desde mi época de estudiante pensé en hacer un posgrado, pero los primeros años de casada y la situación económica lo tornaban muy difícil. Llegué a pensar que no lo iba a lograr, hasta que surgió la posibilidad de hacer el posgrado por las tareas que estaba desempeñando como responsable de comercialización de la Consultoría Externa de UTE. Fue todo un reto volver a ser estudiante con 50 años, rendir parciales, entregar trabajos de investigación y la tesis final. ¡Me encantó!
Se ha especializado en el desarrollo de proyectos relativos a la modernización de la gestión en organizaciones públicas y privadas, así como a la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas para su gestión. ¿Cómo evalúa el avance de la tecnología en su área de formación?
El avance de la tecnología ha sido tan vertiginoso en estos últimos años que no solo ha cambiado la gestión empresarial, sino también nuestra forma de vida y de percibir el mundo. Hace tres décadas, UTE transitó un proceso de cambio que implicó, entre otras cosas, la incorporación de nuevas tecnologías, proyecto en el que participé desde sus inicios y que abrió un nuevo espacio en el cual pude especializarme. Atrás quedaron los años de laboratorio y empezó una nueva etapa en mi vida laboral.
A su vez, UTE comenzó a brindar servicios de consultoría y asistencia técnica a otras empresas a través de su Gerencia de Consultoría Externa. Durante 25 años fui consultora y responsable de la definición de proyectos tanto en nuestro país como en el exterior. Cada uno fue una experiencia enriquecedora con la gran satisfacción de haber logrado contribuir a que otras empresas pudieran responder en forma oportuna, eficaz y eficiente ante el cambio e identificar tendencias y diferentes escenarios que permitieran vislumbrar nuevos horizontes.
Accedió por concurso a la Subgerencia de Gestión Ambiental de UTE, creada con el objetivo de minimizar el impacto que las actividades de la empresa pudiesen ocasionar al medio ambiente. ¿Qué aprendizajes se llevó? ¿Cuál es la importancia de poner el foco en el cuidado ambiental en ese ámbito? ¿Qué implica ello?
Si bien fue muy breve el período en el que estuve en la Unidad de Gestión Ambiental, pudimos realizar el primer diagnóstico ambiental de UTE y tomar conciencia de cómo estábamos afectando al medio ambiente con las actividades desarrolladas por la empresa. Es fundamental que nos demos cuenta de que lo que hacemos hoy repercute directamente en cómo va a estar nuestro planeta en un futuro y afectará la calidad de vida de nuestros descendientes. En ese sentido, nuestro país ha asumido compromisos a nivel nacional e internacional y debemos respetarlos.
¿Cómo recibió la designación como presidenta de la Ursea y con qué se encontró al asumir este cargo, hace casi dos años?
Fue una sorpresa muy gratificante y agradezco que me hayan dado esta oportunidad a Cabildo Abierto y a las autoridades nacionales. Hacía un año que me había jubilado de UTE después de 36 años de trabajo y esta vuelta al ruedo ha sido como una recarga a pleno de las baterías. Fue la frutilla en la torta de mi vida profesional. Creo firmemente que nada sucede por casualidad, sino que Dios nos va guiando nuestro camino. Toda mi vida, sin saberlo, me había estado preparando para este desafío y espero poder culminarlo con la debida solvencia técnica, honrando la confianza que me tuvieron y entregando lo mejor de mí.
Me encontré con una Ursea muy sólida técnicamente y con expectativas de crecimiento porque muchas de sus funciones habían sido minimizadas durante los períodos anteriores. Debo reconocer que la solidez del equipo de trabajo ha facilitado mi labor y vamos avanzando en los nuevos cometidos que nos han asignado.
Como mujer que ocupa un lugar de decisión, ¿diría que le costó llegar? ¿Qué piensa de la participación de las mujeres en los cargos de jerarquía?
Ha sido un largo camino y costó mucho: años de estudio, de trabajo y momentos de alejamiento de la familia y otros de reencuentro. Por eso lo valoro aún más. Es muy difícil valorar aquello que no cuesta.
Actualmente la mujer ha logrado ocupar cargos que eran impensados para ellas porque no podían contar con espacios ni con el apoyo familiar para prepararse. Por eso estoy muy agradecida con mis padres, que desde chicas nos dieron alas para volar hasta donde quisiésemos, y también a mi esposo, que siempre me apoyó ante las diferentes elecciones que realicé.
Debo confesar que además hubo un tanto de audacia de mi parte. Las oportunidades hay que salir a buscarlas porque son excepcionales las veces que golpean nuestra puerta.
¿Cómo ve el tema de las listas paritarias en el sistema político?
Prefiero hablar de listas elaboradas profesionalmente, en base a las capacidades y conocimientos de sus integrantes, independientemente del género, priorizando siempre los méritos, talentos y virtudes.
Uno de los compromisos de este gobierno fue el fortalecimiento de las unidades reguladoras. En el caso de la Ursea, ¿dónde se ha puesto el foco en ese sentido? ¿Cuál cree que es la importancia de que le hayan asignado más potestades e independencia, luego de que, como decía recién, los gobiernos anteriores limitaran sus funciones?
El primer paso fue la modificación del régimen jurídico de Ursea a servicio descentralizado, lo que incrementa su autonomía técnica y económica, así como su injerencia en la regulación de los sectores involucrados: agua y saneamiento, energía eléctrica, solar térmica, eficiencia energética, generadores de vapor, hidrocarburos e hidrógeno.
Entre los nuevos cometidos destaco la elaboración de la reforma del sector de combustibles líquidos, tanto por tratarse de la definición de una nueva reglamentación, como por la exigencia en los plazos establecidos. Si bien Ursea regula desde 2008 los aspectos vinculados a la calidad de los combustibles, y desde 2019 la seguridad de las instalaciones de expendio, la regulación económica ha estado determinada en los contratos de Ancap con las distribuidoras. El foco ha estado puesto en generar eficiencia sin comprometer la seguridad de suministro y la calidad, y en salir de una situación donde la empresa estatal actuaba como juez y parte.
Con respecto al sector eléctrico, Ursea está avanzando en la definición de la tarifa técnica y realizando una revisión de los reglamentos vigentes, de modo de subsanar la existencia de ciertos vacíos regulatorios como las fuentes de energías renovables no convencionales y los recursos energéticos distribuidos. Con respecto al sector del agua, estamos desarrollando el reglamento de calidad del servicio de agua potable y saneamiento. Asimismo, se atribuyó a Ursea la regulación de la generación, distribución, transporte, almacenamiento, comercialización y exportación de hidrógeno.
Hay mucha literatura internacional destacando la importancia de contar con un regulador sectorial con fuerte capacidad técnica e independencia, en lo que respecta a un suministro seguro, asequible y eficiente de los diferentes servicios. De hecho, en muchos países, el regulador fija precios y tarifas, aprueba planes de inversión de las empresas reguladas, las concesiones, y diseña las reglas de juego de los mercados, entre otras tareas.
El sistema de precio de paridad de importación de los combustibles fue implementado en la Ley de Urgente Consideración con el objetivo de brindar mayor transparencia. ¿Qué evaluación hace al respecto?
El cálculo del precio de paridad de importación es un ejercicio teórico en la hipótesis de que los combustibles pudieran ser importados libremente, considerando costos eficientes y puestos en las plantas de distribución de Ancap. Esto significa que se incluyen todos los costos: precio de un combustible que cumpla con las especificaciones técnicas de los producidos por Ancap, gastos de traslados desde la refinería del país de origen hasta el Puerto de Montevideo, fletes internacionales, otros gastos asociados, descarga en La Teja, traslado a La Tablada, mezcla con agrocombustibles y las tasas e impuestos correspondientes. Son cálculos muy complejos, que dejan en evidencia cuánto implica cada uno de estos componentes y permiten sacar las conclusiones en forma objetiva, a partir de datos reales y actualizados mensualmente. En definitiva, el objetivo de brindar mayor transparencia se ha cumplido.
¿Cuál es el rol que cumple la Ursea en el nuevo mecanismo para fijar las tarifas de los combustibles? ¿Qué desafíos implica esto para el organismo, que debe velar por la eficiencia de las empresas que prestan servicios energéticos?
El nuevo mecanismo de ajuste define precios en tres puntos de la cadena de valor de los combustibles líquidos. El primero es el precio máximo al que Ancap vende sus productos, denominado precio ex planta, que es determinado por el Poder Ejecutivo en base al informe de precio de paridad de importación de Ursea y al informe económico de Ancap. El segundo es el precio máximo al que las distribuidoras pueden vender a las estaciones de servicio e incluye el margen de distribución mayorista de los combustibles, con sus respectivas tasas e impuestos. Finalmente, llegamos al precio máximo de venta al público, que es fijado por el Poder Ejecutivo. Actualmente estamos trabajando en el estudio de la cadena secundaria de distribución hasta las estaciones de servicio, con el apoyo de una consultora internacional.
A pesar de que la Ursea recomendó un aumento del precio de los combustibles, el Poder Ejecutivo desde octubre lo ha mantenido congelado –salvo por el último incremento, que fue menor a la recomendación de la unidad reguladora–, apoyándose en las ganancias extraordinarias de Ancap. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Quisiera aclarar un aspecto importante: Ursea no recomienda, sino que informa los precios de paridad de importación de los combustibles, valores que se obtienen aplicando la metodología de cálculo aprobada. Esta información es remitida al Poder Ejecutivo, que tiene en cuenta otros aspectos que son aportados por Ancap y el Ministerio de Economía y Finanzas, es decir, dispone de toda la información necesaria para la toma de decisiones. La fijación de los precios de venta al público es potestad del Poder Ejecutivo, que tiene el legítimo derecho de establecerlos.
Otro tema que la Ursea debe gestionar, como explicaba anteriormente, tiene que ver con el sector de la energía eléctrica. Al respecto, Enrique Pées Boz, director de UTE, dijo a La Mañana que “habrá una importancia” de la agencia reguladora “en la definición del futuro de la matriz eléctrica”. ¿Cuál es el análisis que hace sobre esto?
Me imagino que el Dr. Pées Boz se estaba refiriendo al nuevo jugador en el sector energético que es el hidrógeno verde, que ahora está sobre la mesa no solo en Uruguay, sino en muchos países en el mundo. Como te decía, Ursea tiene nuevos cometidos relativos a la regulación de este sector, que tiene un gran potencial para descarbonizar la matriz energética, o sea, sustituir el consumo de combustibles fósiles por combustibles verdes.
En Uruguay ya hemos descarbonizado la matriz eléctrica y debemos avanzar en toda la matriz energética pues cerca del 40% de la energía que consumimos proviene de combustibles fósiles. Surge como camino la electromovilidad y la estrategia nacional de hidrógeno verde. Dado el peso de las energías renovables en la matriz eléctrica, “electrificar todo lo que se pueda electrificar” tiene sentido. Pero aún queda mucho por estudiar.
El recuerdo de sus raíces y los inicios en las ciencias
Silvana nació en Paysandú y dice sentirse sanducera ya que, a pesar de que cuando tenía dos años se mudó junto a su familia a Montevideo, siempre mantuvo el vínculo “familiar y afectivo” con sus raíces. “Papá fue un gran trabajador que logró forjar desde muy joven su lugar en el mundo de los negocios y mamá fue una ama de casa que siempre estaba presente y cuidando de la familia, tal como era la tradición en los años 60”, comentó.
Desde pequeñas, ella y sus dos hermanas aprendieron a estudiar con dedicación y que era necesario prepararse con esmero para su futuro. Tuvo una niñez “feliz”. Vivía en Villa Biarritz y recuerda con alegría las bicicleteadas, jugar a las escondidas entre los arbustos del parque y las “infaltables” muñecas.
Gracias a un juego que le regalaron llamado Químico Precoz, la maravilló descubrir lo que se podía lograr mezclando diferentes productos. Eso despertó su interés por investigar. Sus asignaturas preferidas en el liceo eran las ciencias: matemática, física y química, y comenzó a analizar opciones para estudiarlas. Entre ellas conoció la ingeniería química y, aunque todavía no le quedaba muy claro de qué se trataba, decidió seguir esta carrera. Y no se equivocó.
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