Un Solo Uruguay (USU) realizó ayer su tradicional acto anual en Mal Abrigo (San José), en el que volvieron a poner sobre la mesa la necesidad de una reducción del gasto público. La Mañana dialogó con uno de sus referentes, Héctor Pessi, quien se mostró muy crítico de la actual conducción de gobierno.
¿Cómo observan la situación del país desde USU?
Estamos viendo un país que tiene más de lo mismo de los quince años de gobierno del Frente Amplio. En 2000 arrancamos con un déficit fiscal base cero y progresivamente desde 2005 hasta 2021 aumenta consecuentemente. Obviamente, el déficit acumulado aumenta porque el gasto siempre supera a la recaudación. Y desde 2021 hasta la fecha eso se agravó, con un gobierno que lo podemos identificar como de derecha. Es un gobierno que debería haber combatido un poco todo lo que hace a la base del clientelismo, del populismo, que implica un sobrecosto y que tanto se cuestionó cuando hubo un gobierno de izquierda. Evidentemente, el gobierno de izquierda tuvo durante mucho tiempo viento de cola, con precios históricos de todos las commodities y con excelente producción en el agro. Este gobierno tiene como hechos negativos que debió enfrentar la pandemia y la sequía. Eso puede haber ayudado a que la situación de crisis se profundizara más, pero de todas maneras no se ha gobernado para hacer las grandes reformas estructurales que necesita este país.
Visto este diagnóstico, ¿cómo entiende que se encuentra Uruguay?
Observamos un país que sigue estando en una encrucijada. Hay más deudas, más gastos, un Estado más grande, con un aumento progresivo del déficit, sin competitividad y sin rentabilidad. También vemos mayor extranjerización y mayor concentración de la riqueza. Y a esto hay que sumarle un aumento del narcotráfico, con más gente drogada, menores niveles de educación y una mayor migración del interior a las grandes urbes, con lo que eso conlleva. Esa es un poco la fotografía que nosotros visualizamos.
Ese déficit en aumento y el gasto, ¿cómo considera que impactan dentro de las actividades productivas?
Mayor déficit y mayor gasto, obviamente demanda mayor recaudación. Pero al estar debilitadas las fuentes genuinas, determina más endeudamiento. Y se suma a esto el ingeniárselas para ver cómo lograr un flujo financiero, por lo cual se recurre a la inversión extranjera. Todo eso provoca un debilitamiento de las actividades nuestras, porque obviamente al aterrizar esas inversiones lo hacen con ventajas y de alguna manera debilita toda la estructura funcional de lo que se podrían denominar actividades soberanas. Si bien la inversión extranjera inyecta dinero, tiene ese otro problema, que es producir la concentración de la riqueza. Eso pasa con las grandes superficies, corporaciones agrícolas o las actividades de transporte de carga. En conclusión, está quedando todo en manos de extranjeros.
¿Qué base tiene USU? ¿Está dentro del sector agrícola-ganadero o el comercio?
Estamos integrados por gente de todo el espectro social. Jubilados, maestros, comerciantes y gente de la actividad agropecuaria, que es la que más prevalece.
¿Cómo evalúa la situación actual del agro y el comercio?
El agro pasa por un problema de caída de precios internacionales y de la sequía, más el agravante del tipo de cambio. Esto lo lleva a que esté en una situación caótica, en todos los rubros. Y el comercio, con la presión fiscal y con la diferencia cambiaria, en toda la zona fronteriza, está destrozado. A esto se le suma el avance de las grandes superficies.
En el interior la situación es diferente en muchos casos a lo que sucede en Montevideo. ¿Cómo califica la situación del comercio en las diferentes zonas?
Creo que hay tres grandes zonas. Una cosa es el comercio fronterizo, otra el comercio del resto del interior y otra Montevideo. El comercio fronterizo está afectado por la diferencia cambiaria. Pero el resto del comercio del interior padece en todas las ramas de las actividades una presión fiscal y de tarifas que ahoga cualquier actividad. Yo vivo en Fray Bentos y acá los pocos que tienen la audacia de emprender a los tres meses están cerrando.
Estamos ingresando en un año electoral, ¿qué consideración le merecen los partidos políticos?
En primer lugar, quiero decir que entendemos que el problema no son los partidos ni los gobernantes. El problema es el sistema que está entrampado. El sistema democrático, que es lo mejor que tenemos, tiene grandes debilidades. Y estas están en que obviamente esa rivalidad entre partidos provoca que cuando gana uno, quedan fuera los integrantes de los otros partidos. Hay entonces una estructura para gobernar que generalmente está compuesta por la militancia, por lazos familiares o por cuota política y no por la gente que realmente tienen la capacidad, idoneidad o la profesionalidad para ocupar los cargos. Tanto el Poder Legislativo como el Poder Ejecutivo son estructuras que tienen grandes debilidades a la hora de gobernar. A todo eso se suma que hay un pueblo que por naturaleza humana demanda estar mejor. Además, las corporaciones hacen su juego y su presión al gobernante de turno, que está con la calculadora para ver si en los cinco años que le toca gobernar las medidas que va a tomar tienen más beneficio que costo. Entonces se gobierna para lograr una reelección del partido a los cinco años y nunca se abordan los verdaderos cambios estructurales que son imprescindibles con una mirada a treinta o cincuenta años.
¿Qué soluciones propone USU?
Ese sistema que relataba es perverso, pero lamentablemente es una realidad. Nosotros como movimiento y como ciudadanos este país lo que proponemos es una estructura con comisiones honorarias, como fue el GACH con el covid, como forma de fortalecer durante los cinco años de gobierno los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Comisiones con gente idónea y profesional como fue el GACH, que buscó a las mejores mentes. Eso es lo que estamos sugiriendo, porque vemos que este país se nos va y se nos va. El país está embretado y acorralado, y prima la ambición de poder. Prima esa ambición de poder, y para eso se precisan votos y detrás de los votos está el populismo, el asistencialismo y obviamente el clientelismo. Y se gobierna en esa dirección, con una estructura de un país que es estatista. Eso lleva a hacer uso y abuso del poder.
¿Qué visión tiene sobre el accionar de las intendencias?
Lo que dije se ve muy claramente en las intendencias, que son un desastre, del partido que sean. Más o menos están todas en la misma lógica. Es por esto por lo que apelamos no solamente al sistema político de gobierno y al partidario a que de alguna manera esta propuesta de las comisiones, que la consideramos muy loable, ya que no buscamos beneficios para diferentes sectores, ni para el movimiento, la tomen en cuenta. Y en especial a la gente que es la que debe presionar para que estas cosas sucedan. Lo que buscamos es el bien común en una sociedad integrada y equilibradas desde el punto de vista socioeconómico. La riqueza con la mejor distribución, pero sin la viveza criolla ni la camiseta partidaria.
¿Cómo es la relación con el actual gobierno?
Nos duele enormemente, muy enormemente que el presidente de la República no nos haya recibido ni acompañado en toda su gestión de gobierno, hasta el día de hoy. Este es un país presidencialista por encima de los partidos y de todos los otros poderes. Entonces la figura del presidente prevalece por encima de todo.
¿Por qué piensa que no lo recibió? Se podía suponer, visto desde afuera, que ustedes tenían un mayor acercamiento con el gobierno de la Coalición.
Todos se acercan para hacer política. Ahora estamos en período electoral y se van a querer arrimar todos los candidatos al movimiento. Eso es obvio. Pero después prima esa mentalidad egocéntrica y soberbia, que es natural por ser el presidente, la primer figura del país. En el convencimiento de que todas las decisiones y de que la estructura del equipo de gobierno va a ser la mejor, a veces se tapan los oídos y los ojos. Me da la sensación de que pasa por ahí el hecho de ignorar al movimiento. Es cierto, somos autoconvocados, sin una figura jurídica, pero hemos dado señales de seriedad y respeto. Si bien estamos cuestionando mucha cosa, siempre estamos proponiendo soluciones y creo que no nos merecemos este ninguneo.
Recientemente surgió el partido Por los Cambios Necesarios, fundada por exintegrantes de USU. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Se puede entender el surgimiento de este partido porque el movimiento va a cumplir su sexto año y no ha tenido logros objetivos. Pero entendemos que hay vastas experiencias, en el sentido de que el sistema se los chupa. Le pasó al Frente Amplio cuando fue gobierno y con mayorías parlamentarias, anunció la madre de todas las reformas del Estado y al final terminó con setenta mil empleos públicos más. Se los come el sistema. Detrás de todo está el aumento del gasto, el abuso del poder y el déficit endémico. Ello lleva a todas las demás consecuencias y después en el Parlamento, al estilo bombero, intentan apagar las llamas. Y la causa es el aumento del gasto, que andan atrás de los votos. Y si no sorteamos eso vamos a caer a los niveles de Argentina.
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