Usted ha estudiado a lo largo de su carrera la obra de Alberto Methol Ferré. ¿Cómo comenzó a transitar ese camino?
Desde hace treinta años estudio la obra de Alberto Methol Ferré, a quien conocí personalmente durante un tiempo en que trabajé en Buenos Aires. En ese periodo comencé una investigación sobre la revista Nexo,que Methol dirigió. Cruzaba el Río de la Plata para encontrarme con él los fines de semana en Montevideo, y me hospedaba en su casa. Durante horas conversábamos entre pilas de libros. Básicamente Methol hablaba y yo escuchaba, todo hay que decirlo. Yo entonces no tenía un conocimiento profundo de su obra y he necesitado una inmersión, años después, para valorar la dimensión enorme de su pensamiento. Si alguien aguanta tanto tiempo estudiando un autor es porque ha encontrado en él un filón de oro.
Actualmente está escribiendo un libro sobre Methol Ferré, ¿podría adelantarnos algunos de los temas que incluye esta nueva investigación?
Aunque desde hace unos años han aparecido algunos libros sobre aspectos concretos de su pensamiento, como el que coordinaron Gerardo Caetano y Hernández Nilson (2019), centrado en la cuestión geopolítica, no existe hasta ahora un estudio sistemático del pensamiento y la obra de Methol. Son muchos los aspectos de su vida, de su pensamiento y de su trayectoria política que son desconocidos o al menos no se han sistematizado. El libro que estoy preparando es el fruto de cinco años de investigación y en él quiero presentar de una manera introductoria pero completa, la envergadura de su pensamiento: los fundamentos filosóficos, históricos y teológicos, su original pensamiento geopolítico, su riquísima trayectoria política en Uruguay, su contribución a la latinoamericanización de la Iglesia. Mi aspiración es que este libro sea un punto de partida para que otros muchos investigadores puedan profundizar el pensamiento de Methol, que nos reserva muchas sorpresas y posibilidades para el futuro de Latinoamérica y de la Iglesia.
Usted escribió el trabajo Alberto Methol Ferré y las raíces latinoamericanas en el pensamiento del papa Francisco. ¿Cuáles considera que son los vínculos intelectuales más importantes entre ambos?
El papa Francisco ha hablado y escrito en bastantes ocasiones sobre su relación con Methol Ferré y la influencia recibida de su pensamiento. De todas formas, hablar de influencias siempre es arriesgado. Hubo diálogo entre ambos, Bergoglio siguió la pista de nuestro autor desde los años setenta, fue asiduo lector de la revista Nexo. Incluso presentó en Buenos Aires su último libro, La América Latina del siglo XXI (2013).
Destaco tres aspectos fundamentales en estas influencias-confluencias entre Bergoglio y Methol. Por un lado, la percepción dialéctica de la realidad y de la historia, que implica la toma en consideración radical de las oposiciones y contradicciones de la realidad, en busca siempre de una síntesis. Tanto uno como otro plantearon una dialéctica de la afirmación, abierta a la diferencia, que busca la comprensión del otro a partir de la verdad y los aspectos positivos que hay en toda posición, como camino para profundizar en la propia identidad y en la única e inabarcable verdad. En segundo lugar, destacaría el enfoque histórico y cultural a la hora de acercarse a los problemas: ambos quieren enraizar históricamente todos los problemas. Por fin, aunque hay otros puntos comunes, en ambos hay una preocupación por el vínculo con el pueblo como vía de comprensión de la realidad social y política, pero sobre todo desde un punto de vista pastoral. Es un reclamo fundamental en el pontificado de Francisco, que encuentra apoyos ciertos en la obra de Methol.
Nuestro continente enfrenta actualmente varios desafíos económicos, sociales, espirituales. A la luz del pensamiento de Methol Ferré, ¿cuál cree que es el papel de la Iglesia latinoamericana en este momento?
Responder a esto es un atrevimiento de mi parte. No obstante, puedo decir que Methol criticó duramente el tono de algunos documentos de la Iglesia latinoamericana que denotaban que, como dijo, “no sienten las mil formas y rostros de la esperanza que anima la historia, la historia latinoamericana actual, las mil formas y rostros de Cristo que allí palpitan, operantes”. La Iglesia debe escuchar más al pueblo e identificarse con su camino, especialmente con los más pobres, para que su propuesta se encarne y de fruto. Esa es la clave que ha hecho que la Iglesia tenga históricamente un fuerte enraizamiento en la vida y la historia latinoamericana. Solo así será fuente de esperanza real para la gente.
La integración latinoamericana fue uno de los pilares del pensamiento de Methol Ferré, ¿qué podría decirnos al respecto desde su perspectiva?
Lo procesos de integración latinoamericana no están ahora en su mejor momento, estaremos de acuerdo. No veo liderazgos latinoamericanos que avancen en esa dirección. Pero tampoco parece que tengan gran vitalidad los mecanismos e instituciones de integración que aún existen. No hay un pensamiento integracionista intentando responder a los desafíos presentes.
Uno de los aspectos más originales del pensamiento geopolítico de Methol es el subrayado en la necesaria confluencia rioplatense como nudo esencial desde el que recomponer la unidad latinoamericana. El Mercosur, sin embargo, parece estancado. Por ahí debería retomar impulso el proceso de integración.
¿Cómo ve la situación actual del vínculo de España con Iberoamérica?
Las preocupaciones del pensamiento y de la política española no pasan ahora por América Latina. Estamos en un momento bajo del iberoamericanismo en España. Esta participa de la desorientación general de la Unión Europea, atrapada entre el ensimismamiento propio de las sociedades desarrolladas, pero al mismo tiempo zarandeada por acontecimientos que la conciernen directamente, como la guerra de Ucrania y la de Gaza, para las que no tiene una visión propia, y todavía menos capacidad de iniciativa propia. Lo único que parece haber son ocurrencias de políticos sin visión, y diría que un poco infantilizados.
En un momento de incertidumbre global, ¿qué políticas culturales sería necesario profundizar para revitalizar y actualizar los vínculos entre Hispanoamérica y España?
Me da la impresión de que el único aspecto de conexión positiva entre Hispanoamérica y España un poco vivo actualmente es el ámbito cultural. Por ahí podríamos trabajar. Y no es poco. Methol describió cómo en el periodo entre los siglos del XIX al XX, el latinoamericanismo, que no parecía tener ningún espacio en medio de la fragmentación política general, se vio obligado a hacerse más cultural, “se espiritualizó al máximo”, dijo Methol.
Mientras esperamos una coyuntura política más favorable a la reunificación americana, debemos sembrar. Y, por cierto, debería haber un esfuerzo mayor de vinculación entre los intelectuales, instituciones, universidades, plataformas, etcétera, que tengan clara visión latinoamericanista. Eso sería un paso de gigante.
En el nonagésimo quinto aniversario de Methol Ferré, ¿cuál es la relevancia de su pensamiento y obra en el mundo de hoy?
El papa Francisco repite continuamente que en este momento histórico lo importante es “abrir procesos” y no tanto conquistar espacios. Creo que esto es válido a la hora de pensar en la fecundidad posible del pensamiento de Methol.
Lo que impresiona de Methol es su capacidad de mirar lejos, de abrir puertas, de indagar las nuevas contradicciones que van surgiendo en el camino de la historia. Eso es lo que toca hacer ahora. Hay que escuchar mucho. Por la escucha comienza la comprensión. Y hay que dialogar, que no es contrario a la confrontación y la polémica, pero siempre con un abrazo último. Methol luchó apasionadamente contra la “lógica de la exclusión” que percibió en Uruguay y en Latinoamérica.
Methol interpretó América Latina como uno de los grandes “círculos histórico-culturales” del mundo, y estuvo persuadido de que tiene algo original que aportar al mundo. Hay que seguir trabajando, como lo hizo Methol, para que esa aportación sea efectiva. Pero la visión histórico-cultural de Methol estuvo íntimamente unida a su visión geopolítica: si América Latina quiere aportar su originalidad al mundo, tiene que buscar denodadamente su integración, su unidad nacional. Son grandes desafíos abiertos en los que el pensamiento de Methol nos va a acompañar.
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