Luego de años de críticas y conflictos que surgieron desde el mismo momento en que se firmaron los contratos de inversión respectivos el 7 de noviembre del 2017, se puso en funcionamiento la planta de UPM 2, ubicada en Pueblo Centenario, en el departamento de Durazno. Los cuestionamientos principales fueron en relación al monto de inversión a realizar por el gobierno nacional, el canon a abonar por parte de la empresa finlandesa, todo lo que fue criticado por la oposición del momento que hoy forma parte de la coalición de gobierno.
“Capitulo histórico”
La compañía finlandesa informó el pasado jueves que ya está operativa en el centro de Uruguay “toda la cadena” de procesos de su segunda planta de celulosa en el país, por lo que se cerró “un capítulo histórico” con más de US$ 3 mil millones destinados a la construcción, que implicó a un grupo importante de trabajadores locales y de otros lugares del país, como también personal proveniente de diferentes países. Por otra parte, la obra significó un aumento considerable de los servicios de hotelería y gastronomía en la zona.
Así lo destacaron durante una conferencia de prensa en Montevideo las autoridades de la empresa, que, según afirmó su vicepresidente Senior de Proyecto, Petri Hakanen, da hoy la bienvenida a “una nueva era” de sus operaciones dentro de Uruguay con la satisfacción de haber alcanzado “la línea de llegada” dentro de en un contexto global crítico.
El Sr. Hakanen recordó que la firma del acuerdo de inversión se dio en julio de 2017 y a partir de allí el trabajo fue continuó pese al cambio de gobierno en Uruguay, por el que el Dr. Luis Lacalle Pou sucedió al Dr. Tabaré Vázquez, además de las consecuencias de la pandemia de covid-19 y el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Públicos y privados pueden trabajar juntos”
En declaraciones efectuadas a la prensa, Hakanen expresó: “Ha sido un largo camino con un montón de variables de distintas dimensiones”. Asimismo, recalcó que el proyecto de la planta demostró que “los sectores público y privado pueden trabajar juntos con objetivos comunes y visión de futuro”.
Por su parte, el director del proyecto, Gonzalo Giambruno, enfatizó en tanto que la concreción de la planta de UPM en el departamento de Durazno, que se suma a la que funciona desde 2007 en la ciudad de Fray Bentos, llena de “energía y muchísima satisfacción” al equipo.
“Para UPM este fue el proyecto más ambicioso y más complejo en los 100 años que tiene la compañía y creo que también para Uruguay debe haber estado entre los logros y desafíos más grandes que hemos tenido como país”, aseguró el funcionario.
El proyecto constó de tres etapas: la fase civil, donde se construyeron los edificios, el esqueleto de la planta, el montaje mecánico y cuando todas esas instalaciones quedaron listas se comenzaron las pruebas de equipos.
Los voceros de la empresa indicaron que, si bien aún no está culminado el proyecto del Ferrocarril Central, con el que el Estado uruguayo conectará mediante vías férreas los 273 kilómetros que separan a Paso de los Toros del Puerto de Montevideo, ya hay celulosa circulando por la Ruta 5 en una operativa “temporal” hasta que se habilite el tren, lo que de acuerdo a la opinión de jerarcas de gobierno se concretaría en los primeros meses del 2024.
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