Elsa Capillera es un nombre que ya no resulta ajeno en el escenario político montevideano, puesto que en octubre de 2019, hace alrededor de cinco meses, se convirtió en la diputada más votada por Cabildo Abierto en el departamento de Montevideo. Su relación cercana con los asentamientos y los que menos tienen la destacan en un ámbito donde una mirada femenina y volcada a los pobres parece ser una revolución necesaria.
En la tarde del domingo, en medio de la emergencia sanitaria que vive nuestro país por estos momentos, Elsa contó a La Mañana como lo afrontan en el Cabildo: “La situación se vive con un poco de preocupación, no tanto por el ahora sino por lo que va a pasar después. Ahora mal o bien la gente trabajo y va a cobrar, el problema vendrá después. Sobre todo nos preocupan los chiquilines en la escuela, que si bien están con las bandejitas, creemos no es una solución integral. Si en la familia nadie tiene otro ingreso se van a generar una situación de emergencia alimentaria. Decimos que por la misma plata que se compra una bandeja diaria se podría armar una canasta con alimentos que podría consumir toda la familia”.
El Cabildo llamado Campamento del Cerrito de 1811 se ubica en el barrio que le da nombre, el Cerrito de la Victoria, concretamente en la calle General Flores al 3981, pertenece a la agrupación Purificación, encabezada por Capillera, la más votada dentro de Cabildo Abierto en Montevideo en las pasadas elecciones generales. Se reúnen todos los viernes entre 60 y 70 personas en la sede, donde tienen su plenario, y en vista de la situación, propusieron cada uno traiga un alimento no perecedero, para armar canastas y ayudar a quienes lo necesiten.
“Hay mucha gente sin trabajo hace mucho tiempo, tanto mayores como jóvenes, conocemos la realidad de muchos, y de los que no vamos a las casas y vemos que realmente tengan necesidad de recibir nuestra colaboración. Con lo que juntamos los viernes armamos las canastas y a los que están sin trabajo se las entregamos, o en su defecto, y más ahora teniendo en cuenta la situación, las repartimos en las casas”, enfatiza.
Si bien ha afirmado en algunas entrevistas que no considera a Cabildo Abierto como un partido militar, entiende que “dentro de los militantes hay muchos retirados militares que no les corresponde el seguro porque ya cobran un subsidio del estado, que es su retiro, entonces por más que trabajen no pueden pagarles el seguro, son algunos de los afectados por el brote de coronavirus”.
El pasado mes de febrero tuvo lugar la Fiesta del Pollo y la Gallina en San Bautista, en el departamento de Canelones, donde conoce a mucha gente que se comunicó con ella porque saben de su ayuda dentro de la actividad política y social, y le trajeron muchos alimentos, verduras, pollo, entre otros, lo cual les dio mayor margen de acción para afrontar este momento complejo. Por el momento ayudan a quienes ya estaban ayudando, pero están preparándose para un posible agravamiento de la situación.
“Con los alimentos que juntamos los viernes armamos las canastas y a los que están sin trabajo se las entregamos, o se las repartimos en las casas”
“Nos estamos preparando con mayoristas, haciendo canastas, colectas con los cabildantes, con lo que pueda aportar cada uno para luego armarlas y llegar a más gente, para terminar al menos la semana. Mucha gente mayor va a ser lo último que cobre este mes y después no va a tener más ingresos porque no pueden ir al seguro de paro”.
Desde su experiencia personal y los momentos de no tan buen pasar, comenta “si no teníamos gas cocinamos con leña, o con un hornillo Primus. Hoy se hace difícil pensar en que de repente no se puede salir o tener lo básico para subsistir. Nosotros pasamos por esas cosas y sabemos como enfrentarlas. Mucha gente ha pasado mal y saben que se puede solucionar con poca cosa”.
En su nuevo rol de diputada, y con la responsabilidad que eso conlleva, se le acerca gente para pedir consejo y ayuda. Recuerda una muchacha que se le acercó diciendo que trabaja como jornalera y le preocupa la posibilidad de que se cierre todo y se quede sin el ingreso, “hay que darle una respuesta tranquilizadora a la gente, esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y como evoluciona la situación de emergencia sanitaria. Nos preparamos con lo que podemos entre todos en el Cabildo para ayudar dentro de lo posible”.
También cuentan con un servicio jurídico gratuito, un abogado y amigo que trabaja con Elsa puso a disposición sus servicios para asesorar a la gente en las situaciones legales relativas a los seguros de desempleo, si le pertenece o no y cuando pueden recibirlo para quien lo necesite, y realizan ventas económicas de ropa todos los sábados para tener fondos que permitan continuar ayudando.
Como ya se había propuesto en el plan de gobierno del partido, los diputados cabildantes apoyan la eliminación de la partida de prensa de los legisladores como medida de ahorro, y también en el caso de Capillera, apoya la eliminación de la partida para contratos de teléfonos móviles, y que este dinero se reinvierta en las necesidades urgentes.
“La gente pide mucho la cuarentena obligatoria, creo que todo lo que se ha hecho es atendiendo a las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, por lo que tratamos de seguir cada recomendación, y si llegado el momento es necesario cerrar todo tendrá que acatarse. Trato de quedarme en casa, aunque deba salir para atender situaciones en el Cabildo como armar las canastas, o ir a la Cámara a votar, pero en la medida de lo posible recomiendo quedarse en casa”, finaliza Elsa, que asegura que le llena el alma sentir que está cumpliendo con la gente.