A pesar de las intensas lluvias caídas en gran parte del territorio nacional, luego de la intensa sequía, OSE se encamina a enfrentar la posibilidad de que, por ejemplo, la ciudad de Minas pueda ver mermado el servicio de agua potable.
El problema estructural que enfrenta OSE de abastecimiento y calidad de agua ha quedado al descubierto tras tres años de sequía. Los peores escenarios se presentan actualmente en el sur del país, en el área metropolitana, como también en la ciudad de Minas.
De acuerdo a lo que informa la empresa, el aumento de los niveles de cloruro de sodio de 250 a 450 miligramos por litro, permitiría el trasvase del agua del Santa Lucía con la del Río de la Plata. De esta forma las autoridades intentan preservar la reserva de la Represa de Paso Severino, que está en niveles muy bajos. La medida se tomó luego de los análisis respectivos de los técnicos de la empresa en conjunto con el Ministerio de Salud Pública. De todas formas, esto generó una reacción inmediata desde varios sectores.
Investigaciones sobre los problemas de abastecimiento y calidad del agua en Uruguay
La situación de vulnerabilidad de los recursos hídricos en el Uruguay no es nueva, investigaciones que datan de principios de este siglo ya advertían de que era necesario extremar controles y sobre todo generar educación acerca del cuidado y del uso de este recurso vital.
Sin embargo, el año pasado un informe realizado por investigadores del IECA, Facultad de Ciencias y del CURE, de la UdelaR, titulado “Principales temas ambientales del abastecimiento de agua potable en el sur del país” dejaba en claro que surgían tres grandes ejes prioritarios para construir medidas tendientes a mitigar la problemática de la cantidad y calidad del agua y su abastecimiento, que deberían ser parte de una estrategia país. Esos tres ejes prioritarios, presentados por los investigadores son:
1-Mejorar el estado del ambiente de las cuencas usadas como fuente de agua potable, en particular la cuenca del río Santa Lucía.
Según los expresado por los autores de este informe: “La pérdida de biodiversidad impacta directamente sobre la capacidad de autodepuración de los recursos hídricos. Por otra parte, las causas de la problemática de la polución del agua son, por un lado, las deficiencias en el saneamiento y en el tratamiento de efluentes, y por otro las prácticas agropecuarias que requieren de insumos químicos”.
2- Consolidar mejoras en el sistema de distribución de agua potable en el área metropolitana de Montevideo.
Según este estudio, el sistema de distribución de agua potable en el área metropolitana de Montevideo tiene un nivel basal de pérdida y de ineficiencia en el uso. La vejez del sistema de distribución en el área metropolitana implica un nivel de pérdida estimado en el orden del 50% del agua elevada y, según OSE, sería posible reducirlo muy significativamente. Aunque los costos implicados en la reducción de pérdidas son elevados.
3- Priorizar el análisis de las limitantes ambientales involucradas en el proyecto Neptuno.
Es interesante observar las objeciones que le pone la academia al proyecto Neptuno. Según esta investigación: “implica una enorme inversión para el país, y por ello, su sustentabilidad ambiental debe ser evaluada estrictamente y comparada con otras alternativas para complementar al río Santa Lucía como principal fuente de agua potable. […] El proyecto planteado presenta una serie de problemas ambientales, que incluso amenazan la soberanía nacional referida al acceso a agua de calidad”.
El proyecto “Neptuno”
El proyecto “Neptuno” surgió de una iniciativa privada presentada por un grupo de empresas en 2020 como solución a los problemas de abastecimiento de agua potable para el área metropolitana. La planificación marcaba una toma de agua en el Río de la Plata, en la zona de Arazatí, departamento de San José, como una fuente adicional a la existente en la localidad de Aguas Corrientes que produce como máximo 700.000 metros cúbicos de agua potable, al límite de la demanda actual. Para 2045, se prevé una demanda de 840.000 metros cúbicos diarios.
Desde la oposición en la oportunidad se señaló que en la administración anterior se había desarrollado un proyecto en el arroyo Casupá, que fue discontinuado en 2020. Se afirmó que no era de recibo la fundamentación de que esa opción pudiera depender de la misma fuente, ya que “la Cuenca del Santa Lucía se utiliza solo en un 3% de su capacidad”.
Otro de los puntos cuestionados es el nivel de salinidad de las aguas del Río de la Plata, que necesitan de un tratamiento especial para su potabilización. “La empresa que propuso el proyecto instaló una sonda en la zona de donde se tomaría agua, y durante 86 días consecutivos se comprobó que los niveles de salinidad son superiores a los que pueden procesarse”, declararon desde la oposición.
De acuerdo a la opinión de técnicos en la materia, en promedio no podría potabilizarse el agua de esa toma durante 120 días al año, advirtió.
Asimismo, explicaron que la instalación de una laguna artificial de agua dulce que ayudaría a desalinizar el agua, prevista en el proyecto, “en caso de concretarse en la versión final, sólo cubre unos 40 días al año”.
El proyecto presentado por los privados planteaba cinco opciones de desarrollo, que iban desde que OSE se encargue de la construcción, la operación y el mantenimiento del proyecto, contratando al privado para la obra, hasta la cesión de todas esas responsabilidades al Estado, lo cual luego de un largo e intenso debate fue aceptado por el sindicato de funcionarios de OSE.
A pesar de las señales dadas por el Ministerio de Ambiente, Robert Bouvier, y el presidente de OSE, Raúl Montero, llamando a la población a mantener la “tranquilidad”, desde sectores de la oposición ya están manejando la posibilidad de llamar a sala a ministros y autoridades de OSE a los efectos de dar las explicaciones correspondientes.
Ministra de Salud explica medidas para proteger a la población
En conferencia de prensa el pasado lunes la ministra de Salud Pública (MSP) Karina Rando remarcó que “nos encontramos frente a una situación de excepcionalidad, y que las causas han sido originadas por un periodo de sequía muy grande durante mucho tiempo, por lo que las causas originales no son causas que atañen al ministerio, pero sí estamos tomando las medidas de contingencia que sean menos nocivas para la población”.
Sobre el seguimiento que el MSP está llevando sobre la calidad de agua y el monitoreo de los niveles de salinidad la ministra dijo que “es algo dinámico y que día a día lo vamos evaluando, pueden normalizarse los valores o puede prolongarse la situación” y hay que tomar otras medidas como “fortalecer los servicios de salud”.
La ministra Rando también se reunió con los principales especialistas de la academia representados por los catedráticos grado 5 de cardiología, nefrología, medicina interna, miembros de la comisión honoraria de enfermedades cardiovasculares junto a expertos de OSE, para comunicar “medidas para la población más sensible como hipertensos, los insuficientes cardiacos y los renales”.
El planteo por parte de OSE ocurrió el pasado viernes, solicitando la excepcionalidad por parte del MSP ya que la salinidad del agua iba a subir, por tener que tomarla de fuentes que poseen más sal. Ante esto el MSP el mismo día, en ronda de prensa, comunicó a la población cuales son las poblaciones de pacientes que debían cuidarse frente a esta suba de salinidad en el agua corriente.
También se refirió a los estudios internacionales que maneja la OMS y en particular en América Latina del consumo promedio de la población. Estos datos consignan que “se consume aproximadamente unos 5.000g de sal de mesa (cloruro de sodio) por persona, mientras que lo recomendable es 3.500g para personas sin patologías y para los hipertensos de 1.500g”. En el caso de la cantidad de sodio que posee actualmente el agua es de 400mg por litro, “por tanto tomando dos litros de agua, seguiría por debajo de los niveles recomendados para hipertensos” por lo que hay que tener en cuenta en regular la sal contenida en otros alimentos.
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