En Uruguay hay cerca de 17.000 casos anuales de cáncer y en pandemia, si bien hubo menos consultas presenciales, se mantuvo el nivel de asistencia y se cumplió con las quimioterapias y radioterapias. La Mañana dialogó con el presidente de la Comisión Honoraria Contra el Cáncer (CHLCC) y director del Inca, Robinson Rodríguez.
El pasado 4 de febrero se celebró el “Día Mundial contra el Cáncer”. ¿Cuál es el significado de esta fecha para Uruguay y la situación sobre esta enfermedad en Uruguay?
Es un día muy significativo que sirve para concientizar a la población. En la Comisión Honoraria Contra el Cáncer y en el Instituto Nacional del Cáncer (Inca) manejamos el concepto de que la prevención salva vidas. Esto está demostrado ya que, según la OMS, entre un 30% a 50% de los cánceres se pueden prevenir. Para eso se deben evitar factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo, la exposición solar, el tabaquismo y el alcoholismo, entre otros. Además, siempre es pertinente la consulta al médico de cabecera y hacer aquellos estudios de diagnóstico precoz que han demostrado pueden aumentar la tasa de curación.
Por año en Uruguay hay unos 14 mil casos de cáncer, pero si se incluyen los de piel (melanomas y no melanomas) se puede estar hablando de 17 mil. Las muertes por cáncer son 8.000. En las mujeres, el cáncer de mama es el más frecuente con cerca de 2000 casos anuales y el fallecimiento de 700 mujeres.
En cáncer de colon y recto, que afecta tanto a hombres como a mujeres, se diagnostican 1.900 casos al año y las muertes llegan a 900. El tercer lugar es para un cáncer altamente evitable, el de pulmón, ligado al hábito de fumar, diagnosticándose unos 1.500 casos por año y unas 1.300 muertes. Acá es importante destacar que entre el 80% a 85% de estos pacientes tienen el antecedente de haber sido fumadores o ser en la actualidad. Por lo tanto, si se baja la cantidad de personas que se inician en el hábito del tabaco, se estaría abatiendo de manera relevante la cantidad de enfermos por esta causa. Se debe llamar la atención porque en este tipo de cáncer, en las mujeres es tercer causa de muerte cuando hablamos de cáncer, pero si no hay un cambio de actitud está previsto que en 2030 mueran más mujeres por cáncer de pulmón que por cáncer de mama. Finalmente, señalamos que el cáncer de próstata afecta a unos 1.450 hombres por año, causa unas 600 muertes, pero detectado a tiempo tiene una alta tasa de sobrevida.
¿Cuál es la política actual del gobierno con respecto a una enfermedad que en muchos casos es prevenible?
La Comisión Honoraria contra el Cáncer ha venido trabajando con el Programa Nacional de Control de Cáncer (PRONACCAN), que es un Programa del MSP. En este sentido los datos que se recolectan a nivel nacional por el Registro Nacional de Cáncer (RNC) permiten conocer todos y cada uno de los casos que surgen en el país para ver la incidencia y la mortalidad. Estos datos sirven para un control interno y para informar a los organismos internacionales.
Existen guías del Ministerio de Salud Pública para tres cánceres (mama, cuello de útero y colon rectal) que se benefician de un diagnóstico precoz con el tamizaje. El cáncer de cuello de útero es el tercero en incidencia para las mujeres. El tamizaje con papanicolaou (PAP) se recomienda entre los 21 a 69 años. Este es un cáncer altamente evitable porque está relacionado con el virus del HPV, y en Uruguay está disponible la vacuna contra este, la cual se aplica a varones y niñas de entre los 11 y 15 años. Si bien aún no hay datos en Uruguay de cómo influye la vacunación, en Estados Unidos donde ya se vacuna desde hace más años, se ve una disminución de la incidencia y mortalidad de este tipo de cáncer. Otro cáncer detectable con el tamizaje es el de colon y recto y alentamos a los colegas y a la gente a que se hagan este tipo de estudios. En cáncer de mama, se debe efectuar una mamografía cada dos años en mujeres de entre 50 y 69 años, con riesgo promedio, o sea sin factores hereditarios. Un detalle no menor es que el 25 % de los cánceres de mama se observan en mujeres de menos de 50 años. Entre los 40 a 49 años de edad y 70 a 74 años recomendamos que la indicación de la misma sea considerada entre paciente y médico de cabecera. En Uruguay veíamos que caía la mortalidad por este tipo de cáncer, pero últimamente hay un aumento. Hemos observado un aumento de la incidencia en mujeres jóvenes entre los 20 a 44 años, especialmente un aumento del subtipo triple negativo entre los 40 a 44 años. Hemos observado un aumento de la mortalidad entre los 40-44 años y 60-64 años. Por otro lado, en aquellas mujeres que desarrollan cáncer de mama antes de los 50 años, es importante conocer si tienen antecedente familiar de cáncer de mama, en cuyos casos es pertinente el asesoramiento genético. Mujeres menores de 50 años, sin antecedentes familiares y en especial si son del subtipo Triple Negativo, pueden ser el primer caso de un contexto hereditario y también amerita la consulta de asesoramiento.
Mencionaba el incremento de casos de cáncer de mama en mujeres con 40 años. ¿A qué se debe este fenómeno?
No tenemos una razón clara del porqué de este incremento. Hay algunas causas en general para todos los grupos etarios como puede ser el no haber amamantado, el no haber tenido hijos, la menarca temprana (pubertad precoz) o la menopausia tardía. Estos factores son de riesgos para el cáncer de mama. Hay que seguir insistiendo con los factores protectores y evitar los factores de riesgo, como sedentarismo, sobrepeso, obesidad, alcohol entre otros.
¿Cómo afectó la pandemia el tratamiento de aquellas personas a las cuales se les había detectado la enfermedad y en los estudios de quienes querían prevenirla?
Es importante remarcar que al contrario de otros países donde muchos hospitales se dedicaron al tratamiento del covid-19, en Uruguay solo hubo dos centros asistenciales que se dedicaron a la asistencia exclusiva de pacientes con covid-19, el Hospital Español y el INOT.
En referencia al tratamiento, en Uruguay continuaron los tratamientos de los pacientes con cáncer. Existió una disminución en las consultas presenciales, pero se siguió asistiendo a los pacientes por vía telefónica. Cuando se trataba de pacientes nuevos, era mandatorio la consulta presencial. En el Inca no se hicieron menos quimioterapias ni radioterapias.
Son interesantes algunas cifras en cuanto a los estudios de tamizaje. Existieron momentos críticos que fueron entre marzo y mayo de 2020 que los mismos bajaron de forma significativa. Pero si se analizan todo el año 2020, el descenso de los diferentes estudios descendió entre un 20 y 30%, dependiendo de los mismos. En el año 2021 se ve un importante incremento de estos estudios preventivos, inclusive comparando con la prepandemia. En el INCA en 2020 se efectuaron 2.115 mamografías y en 2021 se alcanzó a 2.884. Si miramos a nivel nacional, las mamografías informadas por el Nodo de Mama de la CHLCC de diferentes centros asistenciales de ASSE, en 2019 se habían efectuado 8.187, en 2020 y en plena pandemia 6.412 y en 2021, 9.403. Por lo cual en 2021 y aún con pandemia se superaron las cifras de 2019 en un 15%.
En 2021 se informaron más de 14 mil casos en el Centro de Citología de la CHLCC en el INCA que informa PAP de diferentes centros asistenciales de ASSE, superando el año 2020 y el año 2019 antes de la pandemia.
Ahora en el Inca estamos instalando un nuevo mamógrafo, trabajando en mejorar la tecnología para tratar el cáncer digestivo. Hemos renovado el laboratorio de biología molecular que ha cumplido y sigue cumpliendo un rol muy importante en la realización de los test de PCR para covid-19 desde el inicio de la pandemia y que permitirá incursionar en otras áreas de diagnóstico de biología molecular como secuenciación, HPV y mama, entre otros. Durante el presente año vamos a inaugurar un nuevo Acelerador Lineal para la aplicación de radioterapia.
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