Fue sin dudas una Semana Santa especial. Si bien las Iglesias estuvieron vacías por la situación de la pandemia, cada casa se convirtió en una pequeña capilla en la participación de misas virtuales. El arzobispo de Montevideo, Card. Daniel Sturla, llamó a “no dejarse abatir por la pandemia”. Mencionó en su mensaje a mirar las cosas buenas que están pasando en estos días como la solidaridad desplegada en las ollas populares.
Muchos dirigentes políticos también expresaron mensajes por la Pascua a través de las redes sociales.
“Felices Pascuas! Que el milenario mensaje de alegría, fe y esperanza que esta fecha significa para gran parte de la humanidad, nos dé a todos la fuerza necesaria para enfrentar la adversidad y salir de ella fortalecidos, convencidos de que los uruguayos merecemos un mañana mejor”, escribió el senador Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto.
“Hoy es Pascua de Resurrección. Para los creyentes un día con un significado muy especial. Para los que no lo son, un día para celebrar la vida. Juntos. ¡Felices Pascuas!”, dijo el canciller Ernesto Talvi del Partido Colorado.
“Nuestra meta es la Pascua, un nuevo comienzo con perspectiva de esperanza en la humanidad y en nosotros. Feliz domingo de resurrección!!”, escribió por su parte el embajador designado de Uruguay en Argentina, el dirigente nacionalista Carlos Enciso.
“Feliz Pascua de Resurrección a las y los creyentes. Y a todas y todos el compromiso renovado de cambiar juntos lo que debe ser cambiado. Para convertir las cadenas y la muerte provocadas por las estructuras injustas en vida nueva y libertad”, dijo por su parte el diputado Gonzalo Civila del Frente Amplio.
Por otra parte, referentes católicos con responsabilidades políticas de toda América Latina firmaron un manifiesto llamando al compromiso y la acción.
“Es el momento de rechazar cualquier atisbo de polarización. Hay que condenar las noticias falsas y las agresiones contra las personas a través de las redes sociales. La línea de división real no se encuentra entre izquierdas o derechas, conservadores o progresistas. La verdadera línea de división se encuentra entre aquellos que están dispuestos a sacrificar a sus conciudadanos por agendas personales, de grupo o de partido; y aquellos que han entendido que la hora dramática de nuestra generación, nos debe unir para poner en primer lugar el interés de nuestros pueblos”.
Así expresa uno de los párrafos del manifiesto suscrito por decenas de líderes católicos del continente, pertenecientes a distintos partidos políticos de varios países. En Uruguay, uno de los firmantes e integrantes es el diputado Rodrigo Goñi del Partido Nacional, que ya ha participado en varias instancias en cuya convocatoria tiene mucho que ver la Pontifica Comisión para América Latina en Roma.
“Este grupo tiene como vínculo de pertenencia en torno a una Academia de Líderes Católicos, de formación principalmente de jóvenes pero también de dirigentes no solo políticos sino sociales de diferentes edades”, señaló Goñi consultado por La Mañana. “Son grupos de toda Latinoamérica pero también hay instancias regionales y nacionales. En Uruguay hemos tenido instancias tanto de formación como de reflexión”, añadió.
Goñi indicó que estos grupos van creciendo e incorporando nuevos miembros y surgió frente a la pandemia la necesidad de reflexionar cuáles serían las mejores respuestas para dar “tanto en lo que tiene que ver con la acción inmediata y solidaria pero también como oportunidad para promover, impulsar y desarrollar cambios culturales”, sostuvo.
“Hay claves en las que el papa Francisco viene insistiendo. La clave de la “Cultura del Encuentro” que sin duda esta pandemia nos ha demostrado su enorme conveniencia no ya desde la convicción sino de la necesidad y utilidad de actuar en colaboración”, dijo Goñi. “Quedó muy claro en la bendición Urbe et Orbi del papa del comienzo de la Semana Santa cuando dijo que estamos todos en el mismo barco, que todos somos importantes y todos tenemos que remar juntos”, agregó. “La otra clave tiene que ver con la “Casa Común” que implica indudablemente reconocer que estamos todos en un mismo mundo, en una misma Tierra cada cual en su país y tenemos que cuidar todos de aquel. Es una advertencia que si no cambiamos ciertas culturas como el consumismo o una movilidad exagerada, estos eventos se van a seguir dando”, explicó el legislador.
Algunas propuestas del manifiesto
“Hay que organizar la solidaridad entre diferentes áreas territoriales y entre países diferentes. La pandemia no golpea con igual fuerza todo el territorio nacional”
“Involucrar a los medios de comunicación en vista del bien común, evitando el sensacionalismo para contribuir a un clima que sea consciente de los riesgos, pero sereno y confiado. Esto no significa cancelar el derecho a la información, sino modular su ejercicio de la manera que prevalezca la prudencia en situaciones de peligro y emergencia”
“En el acompañamiento psicológico será fundamental y muy sano, también el acompañamiento espiritual; para ello, es necesario involucrar a las iglesias en el acompañamiento de quienes viven situaciones traumáticas o de estrés”
“La economía debe demostrar su capacidad de enfrentar el desafío que es inédito e histórico. Ni las ideologizaciones, ni las ortodoxias tradicionales pueden anteponerse frente a la realidad. Se requiere ser creativo para resistir y luego superar la crisis”
“Los responsables políticos de las distintas naciones latinoamericanas deben procurar una acción coordinada y concertada. No procede el ‘sálvese quien pueda’, por ello, los órganos multilaterales deben asumir responsabilidades y protagonismo. Las iglesias deben ser portavoces y en su medida, ejecutores de estas medidas”
“Es tiempo fundamental para fortalecer los mecanismos de la integración (Alianza del Pacífico, MERCOSUR, Sistema de Integración Centroamericano) y las relaciones de cooperación entre los países de mayor población del continente (México, Colombia, Brasil y Argentina/Chile)”
“Es muy importante la cooperación internacional, lo cual da una gran relevancia a la cooperación del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco de Desarrollo de América Latina. En este mismo sentido, la deuda externa de los países deberá reestructurarse y postergarse a largos plazos con la solidaridad de los acreedores”