En Uruguay se concretan entre 2 y 3 suicidios diarios; por cada suicidio hay hasta 10 intentos fallidos, incluso más, dijo la directora de Último Recurso.
En Uruguay se suicidan, cada día, entre 2 y 3 personas, en un proceso que va creciendo de forma exponencial, dijo la Dra. Silvia Peláez de la ONG Último Recurso, institución fundada en 1989 y de la cual es fundadora en el programa radial La Voz e La Mañana.
“El suicidio no es algo que se elija, porque elegir implica una opción en una diversidad de opciones, y quien toma ese camino no ve esas otras opciones y cree que la única que tiene es esa”, explicó. “O sea que es una falta de libertad, un estado de desesperación”.
En el análisis histórico, el suicidio siempre fue más frecuente en las personas mayores de 65 años, sin embargo, “la tasa se disparó en las generaciones más jóvenes, aumentó muchísimo en jóvenes y adolescentes en un fenómeno presumiblemente vinculado a la pandemia” entre otros razones o causas.
Por cada suicido que se concreta hay entre 8 y 10 intentos de autoeliminación, pero a veces esa cifra puede llegar a 20. La profesional destacó la importancia de “contemplar a esas personas porque están en el momento exacto para que se pueda hacer una prevención seria ya que el intento de autoeliminación es el anuncio de un posible suicidio”.
Si pensamos que primero es tener la idea de suicidarse, luego el plan y finalmente el intento, la población que transita por ese proceso es mucho mayor que la que llega a concretar el suicidio, que ya es un total importante, comentó.
Quienes pueden transitar ese camino son aquellos que “están muy deprimidos o angustiados por su situación existencial, por ejemplo por el abandono de su pareja, por un consumo problemático de sustancias legales o ilegales, por temas laborales. En el varón el desempleo, la pérdida de una pequeña empresa, genera situaciones de no querer vivir más. Esos son como los desencadenantes, la punta del iceberg, y detrás de eso hay toda una explicación, un argumento -dijo-, pero lo que la persona relata es eso. La realidad no es que quieran morir, quieren dejar de vivir así”.
En el caso de los jóvenes, éstos dicen que “no les interesa nada, no les gusta nada, que la vida no vale la pena, que la sociedad está corrompida, etc. y no encuentran una tarea que los satisfaga, ni un futuro. Eso también promueve el consumo de droga y alcohol”.
En realidad todas esas personas “están deprimidas y la consulta a un profesional las va a ayudar”. Si por el contrario “no se están atendido, sus capacidades de resolución son muy pocas”, advirtió.
Acoso laboral y acoso estudiantil
Otros de los temas es el mobbing y el bullying. El primero “es el acoso laboral” y el segundo “el acoso en la etapa estudiantil que en los adolescentes tiene mucha jerarquía, no toleran no ser aceptados en su entorno y ser tomados para la burla. Eso se ha demostrado, hay casos de bullying que conducen a la desesperación y el suicidio”.
La persona que pasa por estos sentimientos “tiene que saber que no quiere morir, que lo que quiere es dejar de vivir de esa forma, y que si está pensando en matarse está planteando un camino irreversible para una problemática que seguramente es reversible”.
Peláez subrayó la importancia de pedir ayuda: “Llamar a las líneas de ASSE, concurrir al prestador de salud, hablar con los amigos, con los padres, con un docente o adulto referente si es un joven, y si es adulto que hable con su médico, que busque una ayuda profesional, que lo comente a un amigo o con su pareja porque no hay nada tan grave que no pueda ser puesto en palabras”.
Otro aspecto del suicidio es que “deja heridas a un montón de personas que querían a quien se acaba suicidando. Son los sobrevivientes que por lo menos son más de diez, y ni hablar cuando se trata una comunidad en que todos están muy relacionados, como un pueblo pequeño del interior o el niño de un liceo. Eso genera muchos sobrevivientes además de la familia y amigos cercanos”.
Conductas de riegos en algunos jóvenes
Consultada sobre las conductas arriesgadas de algunos jóvenes, por ejemplo determinadas competencias en motos que pueden causar y han causado la muerte, la profesional marcó la diferencia entre conductas de riesgo y conductas suicida: “La diferencia entre las condutas de riesgo y conductas suicidas es la intencionalidad. Si con una conducta de riesgo grave o no grave, si la intencionalidad era matarse, ese es un intento de suicidio”.
Pero “cuando los jóvenes dicen ‘un día me va a tocar’” en referencia a la muerte y esas conductas de riesgo, “de alguna manera están buscando la muerte”, y en ese comportamiento hay aspectos que tiene que ver “con la identidad masculina”.
Es la misma identidad masculina que le da al varón el rol de proveedor, eso explica que ante una crisis socioeconómica “los varones de edad media se suicidan más a pesar de las modificaciones ideológica, el feminismo, los roles de la mujer que han ido cambiando. El hombre se sigue sintiendo el proveedor y creo que las mujeres lo ponemos en alguna forma esperando eso”.
“La Asociación Internacional de Prevención del Suicidio (IASP) dedica noviembre al suicidio masculino, trabajando en esos estereotipos de género y el estereotipo del varón”.
Convocatoria para el martes 13
Por otra parte, el sábado 10 de setiembre fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una jornada impulsada por IASP. En ese marco Último Recurso convoca a todos a participar el martes 13 de la actividad que se desarrollará en el Camino de los Derechos Humanos junto a la plaza de Cagancha.
Será a las 18.30 horas y consiste en prender una vela amarilla “con todos los que han perdido a una persona por suicidio a modo de homenajear las muertes innecesarias y como lucha para que se tomen medidas” de prevención.
Contacto con Último Recurso y teléfonos para emergencias
Los medios de contacto o vías de comunicación de Último recurso son:
La página web www.ultimorecurso.com.uy
WhatsApp 094.44.08.77.
La institución también está disponible en redes sociales.
En caso de emergencias, está la opción de comunicarse con ASSE a *0767, o Presidencia *1920.
El teléfono de emergencias 911 también es de utilidad. “La Policía es muy solidaria está muy preparada, sobre todo en el interior, para rescatar personas en riesgo”, dijo la Dra. Peláez.
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