Los candidatos de la coalición de gobierno y del Frente Amplio firmaron una declaración en contra del antisemitismo y la discriminación. La propuesta fue lanzada por el Foro Internacional para la Lucha contra el Antisemitismo y la Discriminación, en un acto celebrado en la universidad ORT el pasado 5 de agosto.
El Foro Internacional para la Lucha contra el Antisemitismo y la Discriminación (Ficayd) propuso una declaración nacional que vaya en el mismo sentido que la lucha del foro, instando a diversos actores de la sociedad a tomar el compromiso que hace falta para la convivencia. Alejandro Weisz, presidente del Ficayd, aseguró que el propósito del compromiso trasciende las fronteras de las comunidades nacionales.
Weisz indicó que la misión clara y urgente: combatir el odio y la intolerancia en todas sus manifestaciones. “El antisemitismo y la discriminación no son meramente de un grupo o de una comunidad en particular, son heridas abiertas y profundas en el tejido de la humanidad. Cuando permitimos que estas fuerzas prosperen comprometemos los valores fundamentales de igualdad, justicia y respeto que deberían guiar a toda sociedad”, sostuvo en su discurso.
Agregó que la tarea del foro es fundamental, pero que no están solos, ya que contaron con la presencia “invaluable” de autoridades como la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, ministros, el expresidente Julio María Sanguinetti, líderes políticos, candidatos a la presidencia, así como líderes religiosos, compatriotas cristianos, católicos, evangélicos, intelectuales y ciudadanos de toda condición. “Contamos con el apoyo de líderes comunitarios, representantes de organizaciones claves y el respaldo y compromiso de ellos son esenciales”.
Weisz comentó que a lo largo de su trayectoria como líder comunitario y trabajando codo a codo con otras organizaciones ha sido testigo de la fuerza colectiva y ha visto cómo las comunidades pueden alzarse frente a la adversidad, sanar y reconstruirse. “Aspiramos a llevar esa determinación a un escenario global”, agregó. Dijo que el primer paso en esta lucha es la educación, que se debe informar y sensibilizar a las comunidades sobre los peligros del antisemitismo y la discriminación, promover la empatía y desafiar los prejuicios donde quiera que se encuentren.
Por otra parte, explicó que el segundo paso es la acción, “no podemos permitirnos ser meros observadores, debemos ser actores activos, trabajando juntos para implementar políticas y programas que protejan a los más vulnerables y castiguen a los perpetradores, y construir puentes entre las diversas comunidades”.
Respecto al tercer paso, indicó que se trata de la solidaridad, ya que en esta lucha nadie debe sentirse solo. “Ficayd será un faro de colaboración uniendo esfuerzos a nivel local, nacional e internacional para enfrentar estos desafíos comunes”, prometió el presidente.
“Nos comprometemos a trabajar incansablemente juntos, luchar para erradicar el odio y construir un futuro donde la diversidad sea celebrada, que todos los individuos sean tratados con el respeto que merecen. Sigamos adelante con valentía y determinación hacia un mundo más justo y equitativo”, culminó su oratoria.
Luchar sin descanso
La declaración contra el antisemitismo y la discriminación fue suscrita por autoridades como la vicepresidenta Beatriz Argimón, el expresidente Julio María Sanguinetti y los candidatos a presidencia Álvaro Delgado, Yamandú Orsi, Guido Manini Ríos, Andrés Ojeda y Pablo Mieres. Así como representantes de comunidades religiosas.
El documentó que fue rubricado indica que los firmantes, ciudadanos de la República Oriental del Uruguay, profesantes de distintas ideas y confesiones, “entendemos que una sociedad fundada en los valores humanistas y en el sentido de respeto a los derechos inherentes a la persona humana, se orienta a la convivencia pacífica y tolerante de todos sus miembros y, por tanto, no puede abrigar en su seno ninguna manifestación que conduzca a la discriminación y al antisemitismo”.
Agrega también que se condena energéticamente las manifestaciones que violentan no solamente la tradición jurídica y moral del Estado de derecho y de los principios sobre los que desde siempre se funda nuestra República, sino que también atacan sustantivamente las normas que tutelan la dignidad de las personas más allá de creencias, opciones políticas o preferencias religiosas. “No podemos permitir que nadie en Uruguay sea despreciado o infamado por ser quien es. Al antisemitismo hay que cerrarle el paso”.
El documento finaliza expresando que “junto con la firma va la voluntad de luchar sin descanso en favor del entendimiento de los pueblos y de las ciudades en un marco que, necesariamente, ha de ser de diálogo, respeto y de fiel observancia del espíritu que vivifica la vigencia de nuestras Constitución, bajo nuestro amparo y cultura estamos todos”.
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