Trabaja desde el año 1965 en nuestro país en la asistencia de los enfermos y necesitados. Su servicio se pliega al que la Orden realiza en más de un centenar de países y defiende un cometido creado hace más de 900 años.
Durante el siglo XI, en el marco de las cruzadas, un grupo de mercaderes amalfitanos fundaron en Jerusalén un hospital para atender a los peregrinos, dando origen a la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta. Se trata de una de las más antiguas instituciones occidentales y cristianas. Desarrolló, desde un principio, actividades humanitarias y hospitalarias, centrándose en la asistencia de los enfermos y las personas más desamparadas. Su lema lo afirma: Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum (guardar la fe y asistencia a los enfermos y necesitados).
En la actualidad, la Orden de Malta es sujeto de derecho internacional, cuenta con su sede en Roma y es religiosa y laica. Además, posee personalidad jurídica aprobada por la Santa Sede, es observadora ante las Naciones Unidas y sostiene relaciones diplomáticas con más de cien estados, entre ellos, Uruguay. Sus miembros son conocidos como Caballeros Hospitalarios.
La Orden de Malta, junto al Ministerio de Salud Pública, erradicaron la lepra en Uruguay
En el mundo colabora con centros médicos, organizaciones para ancianos y discapacitados, brinda ayuda ante los desastres naturales y colabora con refugiados por la guerra, entre otras acciones. En nuestro país está representada a través de una Embajada y existe la Asociación Uruguaya Orden de Malta, que trabaja desde hace más de medio siglo en actividades asistenciales, sanitarias y sociales. Santiago Fonseca, Caballero de Gracia Magistral, es el presidente de la Asociación Uruguaya Orden de Malta y charló con La Mañana sobre las actividades que desarrollan en la sociedad uruguaya, remontándose a su labor en el leprosario de Fermín Ferreira, en épocas donde la lepra era una enfermedad que significaba un problema para Uruguay y que, además, desplazaba a los enfermos de la sociedad.
Por aquel entonces, la Orden de Malta tuvo una actividad importante estableciendo un cordón sanitario en el Litoral del país durante la construcción de grandes obras binacionales, como la construcción de la Represa de Salto Grande que congregaba obreros tanto uruguayos, argentinos e incluso, paraguayos.
En la actualidad, la asociación apoya tres refugios abiertos las 24 horas, entre ellos uno destinado a madres solteras con hijos. Con algunos de ellos tienen convenios con el BPS y el Mides. Además, desde hace tres años realizan junto a un grupo de voluntarios una comida nocturna para personas en situación de calle. Sin embargo, la llegada del coronavirus cambió un poco los planes, dado que los alimentos eran elaborados por personas en situación de riesgo de la enfermedad.
De todas formas, la asociación no se ha quedado quieta, por lo que ha organizado el reparto de canastas de alimentos. Además, un grupo en Salto cobró gran actividad, canalizando canastas de víveres dirigidas a madres y niños a través de comedores. De igual forma cuentan con vínculos con otras asociaciones, como la suiza, a través de la cual se han recibido donaciones en varias oportunidades de equipamiento y material hospitalario que han sido otorgadas al Hospital de Salto, que recientemente ha instalado un CTI pediátrico.
La entrega de alimentos los fines de semana a niños que dependen del comedor escolar abierto de lunes a viernes para poder tener un plato de comida en su mesa es otra de las acciones que ha incorporado la asociación, así como también el vínculo con Manos Veneguayas, una organización que se dedica a brindar ayuda y apoyo a refugiados venezolanos en Uruguay. Además de Salto, Rosario es otra de las ciudades del Interior del país donde la asociación ha comenzado su expansión. En total, cerca de treinta Caballeros y treinta voluntarios trabajan mancomunadamente para que esto sea posible.
Los desafíos, por otra parte, son continuar trabajando para que esto sea posible y acopiar alimentos y productos de limpieza e higiene para poder responder rápidamente a las necesidades una vez que una se presenta.
Consultado acerca de la respuesta de la sociedad uruguaya, Fonseca admitió no tener “más que palabras de agradecimiento” hacia todas las personas que trabajan y colaboran en pos de los más desprotegidos. “Muchas veces nos ocurrió que, cuando salimos en las noches a responder alimento, muchas personas nos preguntan quiénes somos. Cuando volvemos a la sede nos encontramos con bolsas con alimentos que vecinos del barrio han llevado”, contó. Añadió, en esta línea: “la gente es solidaria de por sí y necesita canalizarlo a través de una organización. Nosotros estamos a la orden y todo esto es muy reconfortante”.
“Nuestro lema es la defensa de la fe, la defensa de los lugares santos y el auxilio a los pobres y los enfermos”, explicó Fonesca en relación a los cometidos de la Orden, y agregó que lo toman como una formación espiritual y que los desamparados son nombrados como “nuestros señores, los enfermos”, para ilustrar la humildad y la caridad bajo la cual se mueven.
Es que, indicó, a diferencia de que se puede pensar que integrar la Órden da lustre, para ser miembro uno debe involucrarse personalmente en miseria humana. “Es una cuestión de la esencia del Caballero estar cerca de la gente y de nuestros señores los enfermos”, explicó.
Una peregrinación loable
Cada año se realiza una peregrinación mundial al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, donde se reúnen nueve mil personas, entre Caballeros y enfermos de todo el planeta. La asociación uruguaya se pliega normalmente a la Asamblea Española, que viaja desde Madrid. Durante estos días los Caballeros se hacen cargo de forma total de los enfermos, acompañándolos en todo momento, ya sea en el momento de la higiene, la comida y el descanso. Participan, de igual a igual, personas mayores hasta jóvenes, y las tareas que se realizan son hechas desde la caridad y la entrega al prójimo. Si bien este año esta reunión no pudo concretarse debido a la Pandemia por el Covid-19, su realización es una muestra de Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum. “Son días muy intensos y reconfortantes”, admitió Fonesca.
¿Cómo ayudar?
Las personas interesadas en colaborar con la Asociación Uruguaya de la Orden de Malta pueden comunicarse al 2411 1084 o al 097 394 787. También pueden escribir a [email protected]. Su sede está ubicada en la calle Canelones 1544 esquina Salto.