La llegada de las fiestas navideñas y la celebración del año que llega nos enfrenta a una realidad que se impone cada año sin importar la realidad económica del país: las compras para las cenas de 24 y 31. A pesar de que algunas costumbres en el sur (turrones, budines, panes) no lo son en el norte de nuestro país, la esencia se mantiene: si la familia se junta, la mesa tiene que estar servida.
Pollo: la opción económica
Como parte de la mesa familiar en las celebraciones de navidad, es común que el fuego esté encendido y la carne presente.
Los precios actuales en la frontera nos marcan un aumento significativo en los precios del asado vacuno que va desde los $300 a $370 por kilo de acuerdo a la disponibilidad, no existiendo grandes diferencias con los precios anunciados por los grandes mercados brasileños. En la hipótesis de una familia de seis a ocho personas, en un cálculo de 500 g por persona, llegamos a la necesidad de comprar un mínimo de 4 kg, lo que demandaría un gasto aproximado de $1.500. Si a esto le sumamos un acompañamiento, por ejemplo, chorizos a razón de $250, en opción económica, y la infaltable ensalada, podríamos llegar a aumentar el gasto de la cena en $700 o más.
Por lo ya expuesto, el pollo aparece como la opción más económica con precios que van desde $ 130 en adelante por kg. Si calculamos el consumo para 6 a 8 personas, nos significaba la necesidad de comprar un mínimo de 5 kg, lo que costaría entre $650 y $700, siendo la mitad de la opción anterior.
Está la posibilidad del pollo al espiedo con precios que van desde $290 a $350 por unidad y el pollo relleno con un costo estimado de $290 el kg.
El precio del cordero promedia los $250 por kg, lo que significa un gasto aproximado de $2500 para alimentar a la familia e invitados.
Las infaltables bebidas
Las altas temperaturas propias de la época y las largas jornadas típicas de la celebración obligan a la compra de una importante cantidad de bebidas refrescantes para atender la previa, la cena y el postre.
El precio de las bebidas, ya sea refrescantes como cervezas, varía de sur a norte ya que hay precios en la frontera que están subvencionados y, como ejemplo, una bebida de 2 litros en la capital cuesta $110 cuando en la frontera la misma cuesta $90 y en los mercados brasileños el costo llega a los $60. A la hora del gasto se estima en un mínimo de $600.
En el caso de las cervezas las diferencias son notorias tomando en cuenta los precios a nivel de todo el país y los que figuran en los mercados brasileños, donde el latón de cerveza de 475 cc promedia los $32 y en los comercios de free shop, las cervezas de marcas reconocidas a nivel internacional se ofrecen de US$ 0,90 a US$ 1,00 (entre $40 a $45). De acuerdo a lo consultado con empresarios del medio, las cantidades por familia promedian las 24 latas, lo que significa un costo de $720.
A la hora del postre…
A pesar de que la oferta de pan dulce, turrón y budín inglés es abundante, en la frontera no existe una cultura de consumo para esos productos. Hay elaboración artesanal para budines y panes con un costo estimado promedio de $70 a $100 y en los turrones la oferta es variada y los precios promedian los $40. Pero hay dos postres favoritos y que habitualmente están presentes en la mesa: ensalada de frutas y helado. El costo de las frutas es variado, pero si agregamos bananas, manzanas, frutillas, duraznos, ananá y eventualmente ciruelas, podemos hacer un cálculo de $300. El precio de los helados varía según la marca y la cantidad. Por lo general se prefiere el balde de 5 kg que promedia los $500.
En el resumen y teniendo en cuenta los imprevistos, tanto la cena del 24 como la del 31 oscilan los $5.000 cada una. Si sobra al otro día hay “picada”, pero si falta… Los regalos de Papá Noel son parte de otra historia.
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