No es lo mismo comer un plato con que sin verduras; no es lo mismo un plato de arroz o fideos solos que ese mismo plato con verduras porque se metabolizan diferente y porque los vegetales ayudan a controlar la cantidad que se consume.
Los problemas que la sequía ha generado en las frutas y verduras respecto al calibre y la presentación general de las mimas puede resultar en algo positivo si es que el precio es más económico, señala un reciente artículo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO Uruguay)
Jorge Meza, de Políticas Regionales y representante interino de la FAO en Uruguay y Argentina, dijo que la sequía provocó “un aumento del costo” en frutas y verduras, pero los menores tamaños de éstas podrían facilitar su comercialización en cuanto son más económicas, “abriendo la puerta a un cambio de hábitos para personas que no suelen consumirlas”.
El aspecto económico es importante porque hay estudios de consumo que muestran que, en cuanto mayor poder adquisitivo de las personas, mayor es el consumo de frutas y verduras.
Además, el promedio de consumo de frutas y verduras por persona y por día es de 246 gramos, pero en los hogares más privilegiados ronda los 400 gramos y en los hogares social y económicamente más vulnerables es menor a 100 gramos por persona y por día, explicó el jefe de Desarrollo de la Unidad Agroalimentaria de Montevideo (UAM), Pablo Pacheco.
Por otra parte, FAO indica que el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) de Uruguay está desarrollando una campaña sobre el consumo de frutas y verduras “ferpectas”, o sea con una presentación irregular por la sequía, para lo cual parte de dos objetivos que el director de INDA, Ignacio Elgue, explica: Se busca “reducir el desperdicio de alimentos”, pero también “llegar a la población más vulnerable con una alimentación de calidad, que a veces por el costo o por su educación no consume frutas y verduras porque las percibe como caras”.
Lo destacable es que cualquiera sea la apariencia y tamaño de los vegetales, la recomendación de la Guía Alimentaria para la Población Uruguaya es que se consuman: la mitad del plato de cada comida que se consume debería ser de verduras, y cada día se deben consuman tres porciones de frutas.
La coordinadora del Área Programática de Nutrición del Ministerio de Salud Pública, Virginia Natero, dijo que “incluir la fruta y la verdura (…) tiene que ser algo que esté adecuado a la vida de cada persona” y deben “estar presentes en cantidad y en volumen adecuados”. Y “no estoy hablando de la papa ni de boniato, sino de todos aquellos vegetales que no tienen almidón”, aclaró.
Asimismo, Natero advirtió sobre el bajo consumo de frutas y verduras de los uruguayos. Eso se da así porque son productos que no se perciben como alimentos “que llenen o den buena saciedad” y que, en la relación costo beneficio, “se las percibe como algo que es caro y ahí se pierde de vista lo que realmente dan: vitaminas y minerales, fibras que solo se encuentran en frutas y verduras y los aportes en antioxidantes, elementos que contribuyen a una vida y una alimentación saludables”.
Pacheco explicó que se debe desarrollar “un proceso de educación que se puede hacer en años como éste en que van a predominar calibres más pequeños, para saber que por chico no es peor. Este año es un ejemplo: hay más concentración de sabor, la fruta y la verdura está más sabrosa y dulce”.
La referente del Ministerio de Salud aseguró: “Las frutas y verduras que tengan alguna manchita en la cáscara, que no sean totalmente redondeadas, tengan una forma o tamaño diferente, son tan válidas y naturales como las otras, es más, en muchas ocasiones, como no son tan lindas, tienen un costo más accesible, con la misma calidad nutricional”.
Por otra parte, el artículo de la FAO subraya que el consumo de frutas y verduras suele estar vinculado a la regulación del peso corporal, y eso es particularmente importante para Uruguay ya que en nuestro país el sobrepeso y la obesidad están en aumento en todas las edades. El Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022 indicó que del año 2000 al 2016 la obesidad en adultos pasó del 21% al 28%.
Consumir vegetales ayuda a reducir el aporte de calorías. Natero comentó que cuando se consume vegetales en un plato de comida es necesario “masticar más, aumenta la saciedad y disminuye la concentración de calorías. Es distinto un plato de arroz o fideos y vegetales, de uno con arroz o fideos solos, porque se metabolizan diferente y porque muchas veces los vegetales ayudan a controlar la cantidad que se consume”.
La profesional entiende que “muchas veces la alimentación saludable no es parte de las prioridades de la vida” de las personas, “a veces nos parece costoso, pero a nivel de salud, lo que es costoso, es no consumirlas”, enfatizó.
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