La fecha hace referencia al 5 de julio de 1895 cuando comenzó a funcionar la Estación Meteorológica. Desde entonces hasta el presente la meteorología ha evolucionado y se convirtió en una herramienta de consulta diaria.
El 5 de julio de cada año se celebra el Día de la Meteorología Nacional en reconocimiento a una labor de gran trascendencia para muchas actividades que se desarrollan en el país, y que crece en importancia dado los cambios que se han registrado en materia meteorológica en todas partes del mundo, con eventos que antes no eran tan frecuentes, y que ahora se dan repetidamente afectando la vida cotidiana de las personas.
La meteorología es la ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos. En el mundo sus inicios se remontan al siglo cuarto antes de Cristo y tiene como uno de sus mojones principales el libro “Los Meteorológicos” o “El Libro de los Meteorológicos” escrito por Aristóteles hace más de 2.300 años.
En nuestro país, bajo el gobierno de Juan Idiarte Borda, el 5 de julio de 1895 comenzó a funcionar en la Ciudad Vieja la Estación Meteorológica del Antepuerto, ofreciendo información oficial y su función principal era la de realizar los estudios climatológicos.
Pero la meteorología llegó a la región bastante antes de esa fecha. En 1778, el español Félix de Azara hizo las primeras observaciones sobre el clima y los fenómenos meteorológicos en la joven ciudad de Montevideo.
Uno de los lugares emblemáticos de la meteorología nacional es el colegio Pío, ubicado sobre la Av. Lezica en la zona norte de Montevideo. Allí, en 1882, se instaló un Observatorio Meteorológico y Climatológico que estuvo a cargo del profesor Luis Morandi, considerado el padre de la meteorología en Uruguay.
En 1925 fue fundado el Observatorio Nacional que integró los observatorios del Puerto y del Prado. Fue en esos años que se creó el Servicio Meteorológico del Uruguay que tuvo sede en la Facultad de Humanidades y Ciencias.
Paralelamente y a partir de ese momento, el periodismo comenzó a desempeñar un rol primordial en la difusión de los informes meteorológicos con el periodista Carlos Solé que desde muy joven mostró interés en la temática.
Solé, considerado el mejor relator de fútbol de su momento y de la historia del periodismo deportivo, introdujo la meteorología en sus relatos. Al iniciar sus transmisiones daba cuenta de los informes oficiales, dando a conocer y difundiendo la actividad del Servicio Meteorológico con amplia llegada a los miles que lo escuchaban a diario a través de la radio.
Actualmente Inumet tiene su sede en el Centro de Montevideo en la calle Javier Barrios Amorín.
La meteorología no se limita solo a Inumet, varios profesionales nacionales se dedican a la actividad llevando información a los ciudadanos sobre temas meteorológicos y climáticos, a través de los medios de comunicación, e incluso haciendo uso de las nuevas tecnologías como páginas web o redes sociales. Información que permite prever el comportamiento de fenómenos cambiantes y cada vez más desafiantes, y adecuar la actividad que cada uno desarrolla.
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