Las Naciones Unidas entienden que “el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite, sino que es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida”.
Hace un año Uruguay sufría una sequía inédita, ahora vemos desbordes de ríos que obligar al desplazamiento de miles de personas en distintos departamentos. Aún así este viernes 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, que ese año se convoca bajo el lema “Agua para la paz”.
“El agua puede crear paz o desencadenar conflictos”, dice Naciones Unidas (ONU) en relación al día que celebramos hoy; porque “cuando escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países”.
En el mundo hay “más de 3.000 millones de personas que dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales”, pero “solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten”, advierte el organismo internacional.
Además, agravando esa situación, hay un claro aumento de los eventos climáticos adversos en un mundo cuya población no deja de crecer.
Frente a eso “existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar nuestro recurso más preciado”. “La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua”.
Derecho humano intrínseco a la vida
Las Naciones Unidas aseguran que cuando los países cooperan en materia de agua, se está creando “un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes”; y hace un llamado a actuar “sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida”.
De ahí que insiste: en el Día Mundial del Agua “es necesario que todos nos unamos” en torno a ella, que “la utilicemos en favor de la paz, sentando las bases para un futuro más estable y próspero”.
No hay prosperidad ni paz posibles si no hay agua, y en un planeta obligado a gestionar los nuevos desafíos climáticos, las migraciones masivas y las inestabilidades política, los países y gobiernos “deben situar la cooperación en materia de agua en el centro de sus planes”.
Datos.
En el mundo hay 2.200 millones de personas carecen de agua potable gestionada de forma segura, incluidos 115 millones de personas que beben agua superficial.
La mitad de la población mundial sufre una grave escasez de agua al menos durante una parte del año.
Los desastres relacionados con el agua representan el 70% de todas las muertes vinculadas a los desastres naturales.
Desde 1992
El 22 de diciembre de 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió declarar cada 22 de marzo como Día Mundial del Agua.
La declaración busca que durante la jornada se centre la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reafirma que un día hoy “se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua”.
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