La situación generada por los organismos de contralor de la Intendencia de Montevideo sigue generando denuncias por parte de distribuidores, comerciantes y automovilistas en general. La nota publicada por La Mañana que informaba sobre inspecciones realizadas por personal de la Dirección de Bromatología con apoyo de personal policial, ha disparado nuevas denuncias sobre una fiscalización que muchos consideran “una verdadera cacería”.
Durante la elaboración de la nota del 5 de agosto “Comerciantes y distribuidores denuncian a inspectores de bromatología de la IM”, La Mañana logró comunicarse vía whatsapp con el director general de Bromatología, Ing. Marcelo Amado, a quien se le informó por ese medio sobre las denuncias recibidas y se le ofreció la posibilidad de responder. El jerarca derivó el trámite al personal de su Secretaría; pero si bien una funcionaria prometió responder antes de la publicación y otra después de realizada, las respuestas nunca llegaron.
Cerro y La Teja: zonas elegidas
En medio de un impresionante despliegue de vehículos, la mayoría sin chapa oficial, los operativos, de acuerdo a información que recibimos, se centran en los barrios del Cerro y La Teja. Los comerciantes de la zona han creado grupos de whatsapp para comunicarse y de esa forma identificar los vehículos utilizados por los inspectores.
En uno de los operativos, los funcionarios se detuvieron junto a una camioneta que tenía un toldo desplegado en su caja, sospechando que se trataba de un vehículo dedicado al traslado de productos de panadería. De inmediato se dedicaron a interrogar a vecinos sobre la identidad de la propietaria, quien se hizo presente demostrando que lo que cargaba era leña y expresó “pensaron que escondía el pan”.
Matrículas y vehículos identificados
Aunque algunos distribuidores y comerciantes han sido sorprendidos por vehículos particulares que se cruzan en vía pública de los cuales descienden funcionarios con muy mal aspecto, hay quienes ya han identificado modelos y matrículas.
De acuerdo a lo que ya informamos y hasta ahora no ha sido desmentido, son varios los vehículos particulares utilizados, en apariencia contratados a una empresa privada al igual que los choferes, por parte de la Intendencia de Montevideo.
Elsa Capillera: “Están acosando a gente que quiere trabajar”
En la búsqueda de apoyo los comerciantes denunciantes han recurrido a integrantes del Parlamento, uno de ellos es la diputada por Cabildo Abierto, Elsa Capillera. Al ser consultada por La Mañana, la diputada señaló: “Si bien la Intendencia de Montevideo tiene el rol de Policía Sanitaria por Decreto 315/94, no creemos justo lo que está pasando en este momento. Están en vehículos particulares acosando a la gente que lo único que quiere es trabajar”.
Capillera relato el caso de Heber, un panadero de 65 años, “con una jubilación de $14.000 con lo que no llega a fin de mes. Pero lo que sabe hacer es pan, lo hace y lo vende pero tuvo la mala suerte de que lo vieran, lo detuvieran y le quitaran todo el pan que llevaba y fue como cortarle las manos porque ya no sabe qué hacer. Es cierto que debería acondicionar un lugar para ello, pero hay gente que tiene una cocina en su casa, con un pequeño horno y es con lo que puede defenderse porque no hay trabajo”, manifestó la diputada sobre un caso que fue contactada por este tema.
“La Intendencia de Montevideo, en lugar de estar persiguiendo a la gente, tendría que generar proyectos de instalar una suerte de cocina comunitaria donde la gente a la que hoy le quitan todo pueda ir, elaborar sus productos y venderlos de forma artesanal. Debería ser así, tal como se hizo cuando se retiraron de la vía pública los carros tirados por caballos y se entregaron motocarros, lo que fue un buen proyecto. Este debería ser igual”, afirmó la diputada de Cabildo Abierto por Montevideo.
Consultada sobre las denuncias relacionadas al uso de vehículos particulares, tanto autos como camionetas, para la realización de los operativos, Capillera respondió: “Por supuesto que no estamos de acuerdo con el uso de vehículos particulares en lugar de coches oficiales, ya que la gente en la calle no sabe quién la para y en el momento pueden reaccionar de mala forma”.
Las últimas denuncias recibidas confirmaron todo lo ya publicado en referencia a la presentación y actitud casi prepotente de los inspectores y funcionarios policiales cumpliendo servicios por el Art. 222.
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