El Consejo de Formación en Educación (CFE) y los consejos de educación se encuentran estudiando nuevas modalidades de articulación que permitan una mayor fluidez en la implementación de prácticas de los educadores, adaptando la formación a los nuevos tiempos y necesidades.
Es posible afirmar que la emergencia sanitaria que vive el país hace más de cinco meses modificó todas las áreas del sistema educativo, industrial, laboral, empresarial, entre otras. Si bien se sabe que algunos sectores se vieron beneficiados, como el área de comercio electrónico que se desarrolló de manera exponencial, existen otros rubros que no corrieron con tanta suerte.
Pero la suerte -o no suerte- no se mide únicamente con parámetros de desarrollo económico, sino que pueden entrar en juego otras variables. La educación pública, por ejemplo, es de esos sectores de la sociedad que la vara no la mide a través de resultados económicos fundamentalmente, sino más bien se analiza la calidad y el alcance a las diferentes áreas de la sociedad.
Con la pandemia de covid-19 las instituciones educativas fueron las primeras en cerrar las puertas, y las clases se debieron organizar pasando de la presencialidad a la virtualidad total. El esfuerzo por parte de autoridades, docentes y alumnado fue clave para lograr que el sistema funcionara de la mejor manera posible, y la importancia de que cada persona tuviera un dispositivo y conectividad a Internet se volvió una necesidad básica.
En ese sentido, desde la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), más precisamente desde el Consejo de Formación en Educación (CFE), señalaron a La Mañana que la situación actual de emergencia sanitaria ha puesto en la agenda de debate la necesidad de resignificar diferentes aspectos del sistema educativo en general.
En lo que a ello respecta, las prácticas de los educadores no han sido la excepción. Los educadores debieron atravesar un proceso acelerado de adaptación a las nuevas formas de enseñar, dando cuenta que es preciso brindar una formación más amoldada a estos nuevos tiempos de distanciamiento y tecnología. “Se encontró la necesidad de atender con especial hincapié las prácticas preprofesionales de la formación de grado de los futuros profesionales de la educación”, señalaron desde la institución.
El CFE entiende que la formación de los educadores ha de planificarse contemplando especialmente los aspectos que aseguren un aprendizaje de calidad y pertinencia. También se busca superar las brechas de inequidad existentes hoy en nuestro sistema educativo que además han quedado más evidentes en estos tiempos.
Más allá de los contextos
El CFE sostiene que todos los núcleos o campos del saber que hacen a la trayectoria de la formación de grado de los educadores son importantes y tienen valor para el desarrollo de las habilidades. Estas habilidades, entienden desde el CFE, deben permitir que el futuro educador, al ejercer su profesión, sea capaz de gestionarla y movilizarla más allá de los contextos en los que se desempeña. A pesar de ello, consideran que no puede obviarse la importancia particular que encierra el vínculo entre la didáctica y la práctica en la formación y en la creación de la identidad profesional. También hay que tener en cuenta que estas últimas ha presentado un rol marcadamente identitario a lo largo de la historia de la formación de educadores en Uruguay, tanto en la formación de grado como en la formación a lo largo de toda su vida profesional.
Sin embargo, comentaron que la relación entre didáctica y práctica supera las fronteras del CFE, ya que dependen, especialmente, de distintos ámbitos de la ANEP y, dentro de ella a los pertenecientes a los consejos de educación. Esta intersección de actores e instituciones, señalan, conlleva la necesidad de acuerdos tanto en marcos conceptuales como en acciones de implementación y normativas que regulen este proceso formativo.
En ese sentido es que se vienen desarrollando reuniones de trabajo en el CFE en el marco de la comisión de articulación y desarrollo de prácticas preprofesionales. La misma, a través de un trabajo integrador y colaborativo entre los distintos consejos de educación y de formación en educación, así como también de otros actores no dependientes de la ANEP, ha instaurado un espacio de análisis, discusión y orientación de acciones tendientes a implementar con fluidez una práctica preprofesional, que se espera asegure el rol de formación de acuerdo al marco definido por el CFE.
Reclamos y paros sindicales
La Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) viene realizando diferentes paros y movilizaciones a nivel regional en todo el país en defensa de la educación pública. “El gobierno se ensaña con la educación pública y particularmente con los niños, niñas y adolescentes de los sectores más vulnerables”, entienden desde el organismo.
En una declaración que realizaron antes de los paros, indicaron algunos puntos por las cuales reclaman, entre ellos se encuentra una mayor importancia, preocupación y ocupación por parte de la sociedad a la elaboración, discusión y aprobación del Presupuesto Nacional, “en momentos que nuestra realidad está siendo fuertemente influida por una emergencia sanitaria, que ha profundizado una emergencia social y económica que afecta a amplios sectores de nuestra sociedad”.
Señalaron que el ajuste fiscal comenzó antes que se decretara la emergencia sanitaria, y que “no sirve y no es correcto utilizarla para justificar el mismo”. Sumaron que en la ANEP se promueve un ajuste del gasto, coincidente con la línea política de ajuste estructural impulsada por el Poder Ejecutivo, en áreas claves como alimentación escolar, boleto estudiantil, creación de grupos, apoyaturas pedagógicas a los estudiantes, eliminación de cargos docentes, entre otras cosas.
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