Desde este 1 de marzo comienza a regir un nuevo sistema en la distribución de alimentos para la población más vulnerable, que estará a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) a través del Instituto Nacional de Alimentación (INDA).
Cuando llegó la pandemia a Uruguay en 2020, las ollas populares se incrementaron de manera notoria y eso llevó a que fueran en parte abastecidas desde el Mides mediante la organización Uruguay Adelante, con la que se había firmado un convenio que finalizó el 28 de febrero.
De esta manera y desde hoy se empieza a implementar el Plan de Alimentación Territorial (PAT) que piensa llegar a 10 mil personas en la zona metropolitana de Montevideo. Durante todo el proceso de las ollas se detectaron diferentes irregularidades, que inclusive llevó a que se realizaran diversas denuncias penales. En muchos casos los suministros no llegaban a las ollas y en otras directamente no existían. Los suministros eran retirados por la Coordinadora de Ollas Populares. El gobierno firmó entonces un convenio con la ONG Uruguay Adelante, que se encargaba de llevar los productos directamente a las ollas. Ese convenio caducó en setiembre del año pasado y se extendió hasta este 28 de febrero. Durante ese lapso se encargó al INDA que diseñara un nuevo sistema para atender a la población menos favorecida.
Carolina Murphy, directora departamental de Mides Montevideo, dijo que al asumir el nuevo gobierno se recibió un INDA “totalmente desmantelado, con depósitos que se llovían, con muy pocas posibilidades de afrontar una situación como fue la pandemia”. En el programa televisivo “Esta Boca es Mía”, contó que en el tema de las ollas se encontraron “con números inflados, porciones que no se daban y días que no se cocinaba”. Se procedió a realizar una denuncia penal por estas supuestas irregularidades.
Según Murphy, lo que se busca con el nuevo sistema es solucionar una situación estructural “que viene desde hace años”. Señaló que muchos referentes de los barrios “hacen las cosas a pulmón” y con esos referentes se ha generado “un muy buen vínculo”.
Actualmente hay 40 técnicos del Mides que están efectuando la inscripción para el nuevo sistema, que trabajan en 100 puntos de Montevideo. En la capital hay ocho oficinas territoriales del Mides que coordinar este relevamiento. Cuando una persona se postula, postula a toda la familia. O sea que cada integrante de la familia recibirá su porción diaria de comida.
“En este plan está el Mides en el territorio haciéndose cargo de que quienes necesitan un plato de comida preparado; lo van a tener los siete días de la semana. Sabemos muy bien lo que vamos a dar de comer, que es lo que la gente acostumbra comer, como ser un guiso, fideos con tuco, o pollo. A nosotros nos indigna que quienes hicieron de la alimentación un negocio político ahora digan cualquier cosa”, expresó.
“Un plan ambicioso”
El director del INDA, Ignacio Elgue, dialogó con La Mañana y relató cómo se están preparando para este cambio histórico en el instituto. El nuevo programa va a reforzar lo que es el Sistema Nacional de Comedores y comenzará a implementarse desde el 1 de abril.
“En Montevideo actualmente hay cuatro comedores y nosotros vamos a abrir dos más. A esto se le va a sumar cinco puntos fijos de distribución de comida y cinco puntos móviles que van a recorrer determinadas zonas, con tres paradas en diferentes barrios. En Canelones habrá un punto fijo y un punto móvil que va a atender tres localidades”, contó.
Elgue considera que marzo es un mes “bisagra” entre las ollas y el nuevo sistema. “Un plan de estos, que es tan ambicioso, pasa por diferentes etapas que van desde el reclutamiento del personal que va a operar la distribución, la contratación de las empresas proveedoras y el registro de las personas que van a ser beneficiarias”, dijo y agregó: “Por más que quisimos acotar los tiempos, no pudimos llegar antes de abril”.
En marzo sigue en funcionamiento el Sistema Nacional de Comedores actual y están en el proceso de comprar canastas para las familias que están en mayor vulnerabilidad. Cada canasta será de 14 kilos de productos y se entregará una por integrante del núcleo familiar.
Elgue explicó que “el tema de la alimentación es un tema muy complejo. Desde que se mide la inseguridad alimentaria por parte de la FAO en el Uruguay siempre nos han dado en números duros incluso en el 2016. Cuando en el anterior gobierno INDA cerró dos comedores, los números de FAO de seguridad alimentaria eran los más altos hasta este momento”.
“Lo que enfrentamos es una situación que no viene por la pandemia, sino que es algo que viene de antes. Es algo casi orgánico en el país, que no se solucionó con las ollas que estuvieron abiertas durante dos años” acotó.
Lo que se hace en la actualidad es un relevamiento de las personas que participarán del programa “porque las ollas populares nunca proporcionaron los nombres de quienes concurrían a ellas”.
Con respecto a la cobertura con el nuevo sistema, se piensa pasar de unas 1.500 personas inscritas en el Sistema Nacional de Comedores a 10 mil en toda el área metropolitana.
“Con el cierre de comedores del INDA en el gobierno pasado, se fue alejando justamente de la población más necesitaba”, señaló Elgue, “entonces este con este sistema se quiere bajar la burocracia, solicitando únicamente que llenen a un formulario para participar del proceso de recibir su bandeja diaria”.
Los comedores actuales están en la Unión, Peñarol, La Figurita y La Teja. Se va a abrir uno en Aparicio Saravia y otro en la sede de INDA. El nuevo planteo, más allá de los comedores, son los puestos móviles. Serán cinco en total con tres paradas cada uno en su recorrido diario, lo cual lleva a que estarán en el día en 15 puntos de los barrios más carenciados.
Esos camiones especiales de distribución tendrán bandejas de comida congelada que las personas las pueden descongelar fácilmente a baño María, en una olla con agua caliente o en microondas. Aquellos que no tengan esa posibilidad, los camiones podrán descongelar la comida en el momento, e inclusive dar un plato y cubiertos.
“La idea es que la gente se lleve la comida para su casa y no hacer comedores al aire libre, pero entendemos que también hay personas en situación de calle y por eso el calentar la comida cuando la reciban”, dijo el entrevistado.
Al preguntarle si piensa que de esta manera se estarían eliminando las ollas populares, sostuvo que “el tema de las ollas se incrementó con la pandemia y recibió la solidaridad de la población. Pero esto no puede ser orgánico. Pasó la pandemia y el Estado tiene que buscar una salida para esa población. El Estado tiene que ser responsable del dinero que gasta y saber a quién apunta. Este sistema de distribución es mucho más profesional para llegar con un plato de comida a esa población”, dijo y concluyó: “Nosotros estamos muy orgullosos del plan, pero aparte de eso estamos muy expectantes de poder este cumplir con las necesidades de la gente”.
TE PUEDE INTERESAR: