Hay más de 40 mil trabajadores en cientos de obras en todo el país. El sector empresarial como el gremio de trabajadores coinciden que el año próximo podría mejorar el nivel de actividad por obras privadas y proyectos del Ministerio de Vivienda para contrarrestar el déficit habitacional.
“Desde que se reanudó la actividad el 13 de abril, hemos trabajado casi con normalidad con una serie de protocolos para evitar los contagios por el covid-19”, explicó el presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O’Neill, en conversación con La Mañana.
O’Neill señaló que existen unos 42 mil puestos de trabajo en la construcción “con una perspectiva de ir en aumento”, porque la obra de UPM “va adquiriendo cada vez más fuerza” en combinación con proyectos tales como el ferrocarril central y otros del área pública que abarcan el sector vial y los centros educativos.
No obstante, O’Neill sostuvo que “lo que se está sintiendo es un freno en la inversión pública (por un recorte del 15% del decreto 90/2020), mientras que la obra privada que estaba en curso antes de la pandemia se ha continuado, aunque hay proyectos que iban a comenzar que se han postergado”.
Para la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) “es muy importante la inversión en infraestructura desde el sector público, ya que eso reactiva la economía, genera empleo e impulsa el desarrollo”, dijo el empresario.
Acotó que “a nivel mundial y por la pandemia, se ha impulsado la inversión en infraestructura. Para nosotros esa es una línea que se debería seguir y ahora estamos expectantes en lo que el Presupuesto puede plantear”. “Debido a las restricciones fiscales habría que recurrir a todas las herramientas de financiamiento disponibles”, destacó.
El impulso de la vivienda promovida
La CCU espera que para el 2021 la inversión privada se fortalezca con el impulso que le dio el gobierno a la vivienda promovida y se revierta una caída sostenida de la actividad que viene desde el 2015.
Según los datos de la gremial empresarial, hubo un crecimiento considerable de la actividad desde 2008 a 2014, pero un año después comenzó una caída que acumula un 20% hasta la fecha.
Las expectativas para este año son una leve baja debido al recorte de la inversión pública y las consecuencias de la pandemia, pero se espera que se revierta esta situación en el 2021.
“Sabemos que el Ministerio de Vivienda está con el proyecto de un fideicomiso para fomentar la vivienda promovida para sectores medios y medios bajos. La idea es llegar con la vivienda promovida a diferentes barrios y apoyar la demanda con un subsidio a la cuota en la compra de vivienda o en el alquiler y la garantía de alquiler. Esto será una herramienta para atraer inversión privada a barrios de una zona intermedia”, dijo O´Neill.
La ley de vivienda promovida (que exonera de una serie de impuestos a la construcción y los propietarios) logró que en 8 años se construyeran 8.000 viviendas, principalmente en zonas como Cordón, Centro o La Blanqueada. Esto llevó a una suba en el stock de viviendas, pero en esas zonas. Lo que el fideicomiso apunta es llevar este mismo tipo de inversión a otros barrios alejados de la zona céntrica, como por ejemplo Aguada o Aires Puros.
Se estima que faltan unas 60 mil viviendas a nivel general en todo el país. Esta es la misma necesidad que existe desde 2011, por lo cual la construcción en una década sirvió para atender una cantidad igual a la constitución de nuevos hogares.
SUNCA: “Durante 35 meses se mantendrá el salario”
El presidente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Daniel Diverio, señaló que este es uno de los pocos sectores que no tuvo una caída en la actividad a pesar de la pandemia. Desde 2016 a la fecha se han mantenido los puestos de trabajo y la pandemia básicamente complicó la actividad en cuanto a las medidas especiales sanitarias que se debieron tomar.
“Las perspectivas que se tienen para adelante a corto y mediano plazo son de crecimiento. Está la planta de UPM con un promedio de 1.000 trabajadores y se espera llegar a 4.000 o 5.000. También tenemos en el futuro el ferrocarril central con cientos de puestos de trabajo y en la zona portuaria de Montevideo un nuevo puerto pesquero”, dijo el dirigente sindical a La Mañana.
A esto se agregan cambios dentro de la ley de viviendas de interés social. Se sacaron ciertos topes a los beneficios impositivos, generando un mayor interés por parte de los inversores y el Fondo Sectorial de Energía y abriendo las puertas a nuevas obras de infraestructura.
Dentro de la industria de la construcción, en 2013 había 72 mil trabajadores y en la actualidad el Sunca los estima entre 42 mil y 48 mil, mientras el promedio histórico es de 38 mil trabajadores. Los datos de 2013 se consideran excepcionales debido a que en ese año existieron inversiones como las de Montes del Plata, una fuerte inversión extranjera en la construcción de nuevos edificios y también la puesta en marcha de cientos de silos a nivel rural, a esto sumado una fuerte inversión pública.
“Mantener hoy día la actividad habla de una fortaleza de la industria, ya que la casi totalidad de los sectores de la economía se han caído. Por eso el convenio colectivo logrado tenía claridad de que no había ningún tipo de argumento válido para aplicar una rebaja salarial. Durante 35 meses se mantiene entonces el salario”, sostuvo el dirigente sindical.
La obra privada es el grueso del sector de la construcción y abarca un 70% de los trabajadores. Dentro de ella, quien ocupa más personal es la vivienda, por la cantidad de mano de obra que necesita. En Montevideo la actividad se ha mantenido por la ampliación del puerto de la capital (ligado a la inversión de UPM), el nuevo puerto pesquero en Capurro y las obras viales que lleva adelante la intendencia capitalina.
El Sunca espera tener a la brevedad un encuentro con las autoridades del Ministerio de Vivienda para realizar una serie de planteos que tienen relación con sus ideas para expandir los planes de vivienda hacia los sectores más carenciados.
Inmobiliarias se activan a ritmo “interesante”
En sector inmobiliario fue reabriendo su actividad tras retomarse la actividad de la construcción. Después de 60 días de inactividad “el sector está teniendo un ritmo interesante” dijo a La Mañana, Leon Peyrou, presidente interino de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU). La explicación sería una concentración de las operaciones postergadas por el comienzo de la pandemia. Con respecto a operaciones inmobiliarias con extranjeros, existen muchas consultas en especial desde Argentina, mientras que en grandes proyectos un 50% de las operaciones de venta se estarían realizando con ciudadanos del vecino país.
“Hoy se está recuperando un movimiento similar al del nivel prepandemia, porque las necesidades de vivienda permanecen y la estabilidad de la moneda y otros componentes macroeconómicos ayudan”, dijo Peyrou. En cuanto a la morosidad de inquilinos debido a las medidas contra el coronavirus y los envíos a seguro de paro, se observó en algunos casos refinanciaciones sobre uno o dos meses de alquiler. Pero fue en alquileres de locales comerciales donde se observó el mayor impacto con rebajas de hasta un 50% en algunos casos o el diferimiento de los pagos.
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