El especialista en seguridad advirtió en el programa radial La voz de La Mañana, sobre el avance del narcotráfico y consideró que el combate a la droga debe ser integral y coordinado, incluyendo campañas de información.
El problema de las drogas dejó de ser un tema de seguridad para pasar a ser a ser salud pública. Así comenzó y con ese mismo concepto finalizó Edward Holfman, consultor, especialista Senior en Seguridad Pública y Privada, director de The Guardian Group, al ser entrevistado este sábado 7 de mayo en el programa La voz de La Mañana (radio Oriental). El especialista también cuestionó la forma en que los países y Uruguay combaten el tráfico de droga, una batalla que no ha dado buenos resultados, ya estamos en la cuarta generación de traficantes, subrayó, y reclamó mayor información a la sociedad sobre el daño que causa su consumo.
“Lo primero que se debe definir es que el tema de la droga ya no es de seguridad sino de salud pública”, además de que en los últimos años Uruguay ha cambiado “el tipo de droga y la forma en que se comercializa”, porque “dejamos de ser un país de tránsito. Hace unos años era un tema de acopio, se acopiaba cocaína y se mandaba a Europa, pero hoy tenemos tránsito, tráfico y comercio doméstico que es muy elevado para la cocaína y la marihuana. En América somos el segundo país de mayor consumo de cocaína”, señaló.
Holfman cuestionó las políticas y las acciones de combate a la droga. Cada país es afectado o atacado de diferente manera, y a nivel del Estado “cada organismo trabaja en forma descoordinada”.
La droga no se está combatiendo en forma correcta, aseguró, porque “nosotros pensamos que es un tema local pero es regional y mundial”, y si no nos ponemos de acuerdo en tipificar determinados delitos se combate siempre la parte más baja del narcotráfico” mientras que los “no se ven” los escalones más altos “como el lavado de efectivo y casos de instituciones financieras que colaboran con el blanqueo de los capitales”.
A su vez señaló que en el Gobierno anterior se realizaban incautaciones de avionetas, “hoy hace tiempo que no se incauta droga que llega por ese medio, entonces la ruta cambió” -advirtió- y considerando el volumen de contenedores que movilizan los puertos, “la ruta de entrada como de salida de la cocaína” pasa allí.
Otro tema sobre el cual el especialista arrojó dudas es la eficacia de las acciones de cierre de bocas de venta: “Hace 20 años que hacemos la misma lucha antidroga. En 2018 se cerraron 560 bocas, en 2019 fueron 600, en 2020 con el nuevo Gobierno fueron 1.182 y en 2021 el total bajó a 1.152, 30 menos”. Con ese sistema “lo único que están haciendo es cerrando y abriendo bocas, entonces el negocio no se está cortando”.
Cuatro generaciones narco
Uruguay lleva ya cuatro generaciones narco. “Los de la primera generación que comenzó con el comercio ilegal de drogas están muertos o en la cárcel, la segunda generación en la cárcel, algunos de la tercera generación están en la cárcel y otros fuera, y la cuarta generación, la actual, es la que está generando los problemas que vemos hoy”. Es una generación que “no tiene códigos”, compuesta por personas “mucho más jóvenes” y “algunos tienen territorio y droga, otros tienen el territorio pero les falta la droga, y otros tienen la droga y les falta el territorio”.
A esa situación conflictiva entre los mismos actores del narcotráfico y al ya “alto consumo de cocaína y marihuana” que tiene Uruguay, se suman “las drogas de síntesis que se utilizan muchísimo, no tienen control y se consumen principalmente en fiestas y lugares recreativos” a la vista de los jóvenes y adolescentes que concurren a ellas.
Hay un “cambio en las formas” de operar, prueba de eso es que “la Policía encontró cuatro laboratorios de droga de síntesis con delincuentes colombianos que son los que esparcen por el mundo la elaboración” de esas sustancias.
Leyes que se hacen sin consultar a quienes saben del tema
Consultado sobre la legalización del consumo de marihuana en Uruguay y si verdaderamente sirvió para quitarle mercado a los traficantes, Holfman dijo que “a veces las leyes se hacen en los escritorios y no se pregunta a los profesionales de la salud y a las personas que saben del tema. Hasta el día de hoy no tenemos una cifra de cuánta marihuana se vende en las farmacias ni cuánto (mercado) se le sacó al narcotráfico”. En Uruguay “faltan datos confiables”, enfatizó.
Nuestro país debería “reconocer que tenemos un problema serio por el tipo y patón de consumo, las vías de administración, la dependencia, la intoxicación, los efectos, los problemas sociales que acarrean y que son de todo tipo, porque la droga es la responsable de la mayoría de los eventos de violencia que se dan en la delincuencia”.
La sociedad va “normalizando” todo lo malo: “Así como se normalizaron los robs en la calle, la cantidad de rapiña, los homicidios, normalizamos que la gente consuma marihuana en todos lados, en el estadio, en los lugares públicos, en las fiestas electrónicas”.
Ya “no se puede seguir con esta política de combatir únicamente el narcotráfico como tema de seguridad publica sino de salud pública”, insistió, y para eso hay que “cambiar, parece que cada uno tiene su chacrita y cada uno hace sus apreciaciones pero no en conjunto”. Estamos ante un problema que “hay que atacarlo con políticas, planes y acciones integrales para reducir el consumo y para concientizar a la persona. Falta información de lo que es la droga, la cocaína, lo que son las drogas sintéticas”, concluyó.
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