Comenzó un nuevo año y los free shops esperan ver cómo evoluciona la economía de Brasil, mientras que solicitan mejorar las normas para generar igualdad de condiciones y competir con éxito. La Mañana dialogó sobre estos temas con el secretario de la Cámara de Empresarios de Free Shops y Afines del Uruguay, Carlos Loaiza-Keel.
¿Cuáles son las perspectivas para este año?
La industria está moderadamente optimista. El volumen de negocios ya ha alcanzado los niveles prepandemia y las perspectivas de crecimiento de Brasil son mejores, pero no se puede pasar de esa moderación por la presencia de algunos factores que desafían notoriamente al sector y hacen imposible pensar en las cifras de los mejores años del régimen, hace ya una década (es decir, 2019 ya estaba lejos de los mejores años). En concreto, primero, porque la economía brasileña crece, pero no con un ritmo que permita exagerar en las previsiones. En segundo lugar, porque la relación cambiaria respecto de Brasil, aunque también mejor que los últimos años, sigue mostrando una brecha en perjuicio de Uruguay, lo que no solo impacta en las ventas por el tipo de cambio bilateral respecto de Brasil, sino que también impacta en los costos de las empresas de free shops, que son en pesos, mientras que sus ingresos son en moneda extranjera, con un peso muy apreciado frente al dólar. Y tercero, pero no menos importante, por lo que ya es un hecho incontestable que ya comienza a impactar en ventas: la instalación de free shops del lado brasileño de la frontera, cada día más consolidada.
En los free shops de frontera con Brasil, ¿sigue siendo relevante la concurrencia de brasileños?
Los free shops de frontera con Brasil solo pueden vender a turistas extranjeros, de entre los cuales la proporción de brasileños es mayoritaria, más allá de la presencia de argentinos en algunos puntos y durante algunas épocas del año, como en el Chuy en verano. La concurrencia de brasileños ha venido recuperándose, pero no a los niveles de los mejores años. Además, el consumidor brasileño ha bajado el promedio de compra en los últimos años, probablemente por las peores perspectivas económicas, que afectan la confianza y el nivel de endeudamiento de las familias.
¿Cómo afecta la instalación de free shops del lado brasileño?
De momento, en las ciudades gemelas de Uruguay y Brasil no se han instalado en un número que genere el impacto potencial que puede concebirse, pues las empresas han comenzado invirtiendo en ciudades como Foz de Iguazú o Uruguayana. Sí puede comenzar a verse notoriamente el impacto en sitios como Bella Unión, donde sí hay más free shops instalados, aunque en ese punto también tiene significativa incidencia la brecha cambiaria que hubo con Argentina hasta ahora. Sobre el punto, quiero destacar que la cámara y sus empresas no solo no se opusieron ni oponen a una medida soberana de un país vecino, como es la creación de sus propios free shops, sino que la valoramos como un reconocimiento de que nuestro sistema ha generado enormes impactos directos e indirectos en la economía y sociedad de la frontera, y de que es digno de imitarse, como en la propia historia de la normativa brasileña se ha expuesto explícitamente. Pero, además, pensamos que el nuevo régimen puede dinamizar la economía regional y fomentar la afluencia de turistas en la zona. Lo que también defendemos es que el gobierno uruguayo esté atento para, con modificaciones del régimen y negociaciones con el gobierno brasileño, mantener la igualdad de condiciones de competencia.
Para ello es fundamental el trabajo que venimos llevando adelante con el gobierno uruguayo, en particular con la Asesoría de Política Comercial, para que el sistema nacional se ajuste en lo máximo posible al sistema brasileño, que en varios sentidos es más competitivo. Hemos avanzado mucho, en distintos aspectos, como la introducción de un sistema de lista negativa, pero debemos ir mucho más allá. Por ejemplo, admitiendo que se vendan productos regionales bajo el régimen, que en Brasil pueden venderse sin restricciones y, por tanto, el consumidor uruguayo y el brasileño pueden comprar de todas maneras del otro lado de la frontera, sin fomentar la producción y el empleo nacionales; también admitiendo que los grupos de free shops que operan en distintos puntos puedan transferirse entre sí mercadería con las mayores garantías del caso. Lo contrario lleva a que existan stocks sin venderse en un punto y ese grupo económico no pueda venderlo a otra unidad del mismo grupo y muchas veces la mercadería quede obsoleta. Imaginemos lo que sería si una cadena de supermercados que opera en distintos puntos del interior no pudiera llevar la mercadería que no vende en un local a otro. Es absolutamente ineficiente y solo se explica en la regulación original del régimen, que buscaba fomentar la reconversión de empresarios locales, algo muy loable, pero no concebía la presencia de empresas de mayor porte que operan en varios puntos, que generan miles de empleos y aportan de forma material a las arcas públicas. El gobierno ha dado muchos pasos en mejoras regulatorias, como vengo de decir, pero debemos seguir avanzando, pues el impacto del sector en la economía uruguaya es muy relevante.
En cuanto al turismo que llega a Uruguay, ¿hace uso de los free shops?
Sí, aunque debe mejorarse la oferta de servicios vinculados al régimen, como la hotelería y la gastronomía, y también la promoción de turismo cultural para aprovechar el flujo de turismo de compras. Es el caso de algunas bodegas o atracciones culturales que han comenzado a explorar sinergias, pero el camino a recorrer es muy largo y el apoyo público es clave para complementar y orientar la iniciativa de los privados.
¿Se ha podido volver a la cantidad de puestos de trabajo prepandemia?
Se ha mejorado notoriamente. La pandemia fue un momento crítico, con fronteras cerradas, esto es decir, con un cliente imposible. Las cadenas que integran la Cámara de Free Shops del Uruguay estuvieron y están comprometidas con el mantenimiento y crecimiento de los puestos de trabajo, conscientes de la importancia social del tema. No puede olvidarse que el free shop ofrece un empleo mejor remunerado que puestos comparables en las fronteras y, a su vez, con una gran participación de mujeres jefas de hogar que evitan emigrar y reciben formación especial de ventas o marketing por parte de los free shops y sus proveedores. Durante la pandemia, tuvimos la fortuna de que el gobierno fue muy sensible a la especial y delicada situación del ramo para conceder regímenes especiales de seguro de paro que se aprovecharon, logrando relevantes acuerdos con los sindicatos y el Inefop. Sin perjuicio de esto, debe reconocerse que antes de la pandemia muchos equipos estaban sobredimensionados a partir de los años de auge de hace una década y ese nivel de empleo no era sostenible.
¿Cómo inciden en la recaudación tributaria los impuestos que vierten los free shops al Estado?
La Cámara de Free Shops, desde su nacimiento hace más de una década, acomete informes económicos independientes con expertos e instituciones de prestigio que dan cuenta no solo de los miles de empleos de trabajo directo e indirecto creados por el sector, sino que confirman el aporte de este negocio a las arcas públicas, más allá de su nombre, derivado de las exenciones sobre las mercaderías que se venden, no sobre las empresas, y ese aporte es muy significativo: hasta el cuatro por ciento de la recaudación total de Aduanas (llegó a ser más del once por ciento en los mejores años). Por su parte, esos mismos informes indican que el pago de tributos asociados a la actividad económica de los free shops (IVA, IRAE, IP, Imesi) representa entre el seis y el ocho por ciento de la recaudación de los departamentos fronterizos.
¿Qué opina sobre la normativa hacia este tipo de comercios?
Es clave seguir avanzando en la agenda de mejora y ajuste de la normativa uruguaya para generar igualdad de condiciones a fin de competir con el régimen de Brasil, que es distinto y ello supone una desventaja. Por ejemplo, los free shops brasileños pueden venderle a sus nacionales, no excluyen casi ningún producto del régimen, a diferencia de Uruguay, que excluye incluso los productos de la región. Aun más: es fundamental que se admita el libre movimiento de mercaderías entre todos los free shops de una misma empresa o grupo que opera en distintos puntos de frontera, algo que gracias a la calidad de información y controles de alta tecnología es perfectamente posible sin riesgos para la administración. Sabemos que comienza un año electoral y todo se hace más difícil, pero trabajamos incansablemente para lograr esos resultados.
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