Vanesa Piattoni es licenciada en Biotecnología por la Universidad Nacional del Litoral (Argentina) y en 2016 decidió instalarse en Uruguay. Cuenta que desde niña se desvelaba por entender los fenómenos biológicos y luego vio la oportunidad de comprender también “cómo es posible resolver problemas asociados a los organismos vivos al entender los conceptos y las herramientas biotecnológicas”, explicó la científica argentina.
Tras doctorarse en Ciencias Biológicas en el Laboratorio de Enzimología Molecular del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), continuó su carrera científica en investigaciones sobre el microbioma, para entender cómo funciona la elaboración química en la industria cosmética y estudiar la posibilidad de reemplazar ingredientes sintéticos por naturales.
Uruguay fue el lugar desde donde emergió la idea de crear Cryosmetics, una startup (empresa innovadora con potencial de crecimiento) fundada por Piattoni y Federico Ciapinna, que elabora cosméticos 100% naturales, basados en biotecnología. Aceites, miel, cera de abejas y plantas secas son algunas de las materias primas con las que se confeccionan los cinco productos de esta startup científica que creció gracias al apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANNI) y de un fideicomiso argentino. A continuación, el diálogo de la Lic. Piattoni con La Mañana, quien además es gerenta de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Unidad de Innovación y Valorización del Institut Pasteur.
¿Cómo fueron las distintas etapas en el proceso de crecimiento de Cryosmetics?
Cryosmetics surgió en 2019, luego de experiencias previas de emprender en biotecnología asociada al cuidado de la piel. Su creación en el concepto actual surge de la asociación de un montón de tendencias y necesidades de la industria cosmética que conocí en una exposición de insumos cosméticos en Nueva York en el año 2018.
Nació con el apoyo de ANII y de GriDX, fideicomiso argentino que invierte en empresas biotecnológicas. Actualmente ANII volvió a apoyarnos para desarrollar innovación y el MIEM (Ministerio de Industria, Energía y Minería) nos ayudó a certificar internacionalmente nuestros productos; esto nos ayuda a lograr dar un salto en nuestro porfolio de productos y en nuestro respaldo para expandirnos a nivel internacional.
Hoy tenemos cinco productos en el mercado, todos 100% naturales y registrados en el MSP (Ministerio de Salud Pública). Son aptos para todo tipo de piel y personas, y actualmente los estamos diversificando para atender segmentos cada vez más específicos que permitan cuidar la piel de forma integral, considerando el ecosistema de células y microorganismos que la componen (su microbioma).
¿Cuáles son los principales desafíos que debe atravesar una empresa innovadora para entrar en el mercado de los cosméticos? ¿Cómo fue la experiencia con Cryosmetics?
El mercado de los cosméticos es enorme y muy competitivo. Existen miles de empresas ofreciendo millones de productos con diferentes calidades, desde malas a excelentes.
Competir con esa diversidad de productos es un desafío para un emprendimiento, que debe tener un diferencial relevante y que se alinee con alguna nueva necesidad del consumidor para lograr ir conquistándolo. El consumidor en cosmética es de los clientes menos fieles del mercado, prueba nuevos productos, pero cambia todo el tiempo.
Con Cryosmetics hemos tenido buena recepción por parte de los clientes uruguayos, nos vuelven a elegir para continuar con nuestra rutina de cuidado de la piel, pero nos es difícil penetrar el mercado.
¿Qué tan complejo es el proceso de validación y patentamiento de un producto o invento?
Validación y patentamiento son dos cosas bien diferentes. Uno puede hablar de validar un desarrollo tecnológico (que no necesariamente es un invento) evaluando si cumple su función correctamente mediante ponerlo a prueba a campo y en general la validación nos abre puertas para el registro de productos frente a los organismos regulatorios, por mencionar solo un ejemplo.
El patentamiento es la protección de la propiedad intelectual de un invento. Es decir, la patente dice quienes inventaron ese nuevo desarrollo y quien es el propietario de esa invención, y cualquier otra persona o empresa que quiera usar ese invento para hacer un negocio, debe pagarle al propietario o los propietarios por el uso de esa invención.
Los procesos son complejos en ambos casos. La validación requiere una inversión para alcanzar un determinado número de muestras de análisis; el patentamiento requiere de inversión para depositar la patente frente a las oficinas correspondientes.
Pero, además, una invención puede llevar muchos años de investigación y desarrollo; por lo tanto, su complejidad e inversión es aún mayor. Una vez obtenidos los resultados que respaldan la invención, el proceso de patentamiento se realiza en conjunto con estudios legales especializados que transforman esos resultados científicos en un documento legal que describe la invención. Eso es lo que se presenta como solicitud de patente.
¿Qué incentivos y limitantes existen en Uruguay para el desarrollo de startups científicas?
Uruguay es un país ameno para crear startups ya que tiene una economía estable y permite operaciones comerciales con otros países de manera relativamente sencilla. Además, actualmente hay cada vez más oportunidades para conseguir inversión, que es lo que permite que el conocimiento (que existe y es de muy buena calidad) pueda convertirse en innovación tecnológica.
Sin embargo, la inversión en startups de base científica tiene una lógica diferente a otras startups tecnológicas; el modelo de negocios y los tiempos para lograr llevar un producto al mercado son en general más extensos y tienen hitos muy diferentes, entonces los inversores a veces temen al alto riesgo que tiene asociada esa inversión. Por lo tanto, se requiere de otros respaldos para que una startup científica logre crecer y las instituciones científicas (como el Institut Pasteur de Montevideo, por ejemplo) pueden jugar un papel importante en dar ese respaldo.
¿Cómo se puede mejorar el enlace entre innovación y desarrollo productivo?
Las instituciones científicas generan conocimiento de muy buena calidad y muchas veces logra resultados que podrían resolver grandes problemas de nuestra sociedad, sin embargo, para que ese conocimiento se convierta en innovación tecnológica requiere de una alta inversión y de la adecuada gestión de la innovación tanto a nivel de las instituciones académicas, gubernamentales, como de las empresas que podrían convertirlas en un desarrollo productivo.
Creo que el enlace se mejora desde todos los sectores, con el diálogo, la promoción de la innovación tecnológica; mediante diferentes incentivos políticos y económicos; mediante el reconocimiento del rol de los científicos y las instituciones académicas en el impulso de la investigación y el desarrollo; y mediante lograr gestionar la innovación en todos los aspectos determinantes y contemplando a todos los actores relevantes: inversionistas, científicos, instituciones académicas, organismos gubernamentales, empresas ya establecidas y las startups que pueden surgir para impulsar el desarrollo tecnológico.
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