El Dr. en Ciencia Política y actual director del Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias, nacido en Rusia, Alexey Gromyko, conversó con La Mañana acerca de la política exterior rusa de los últimos años y destacó el papel del Foro Económico de San Petersburgo en el escenario mundial. También se refirió a las relaciones entre Rusia y los países latinoamericanos y contó cómo influyó en su carrera el legado de su abuelo, Andrei Gromyko, quien fuera uno de los hombres más importantes de la Unión Soviética y de la diplomacia global en el siglo XX.
¿Cuál es la importancia del Foro Económico de San Petersburgo en el contexto de la economía y la política internacionales?
Es la principal plataforma anual en Rusia donde los políticos y empresarios rusos más importantes, junto con sus socios internacionales, debaten los problemas económicos y políticos más graves. Tradicionalmente, el presidente Vladimir Putin pronuncia su discurso sobre los principales resultados y tendencias del desarrollo económico de Rusia. El foro abarca numerosas sesiones plenarias y de otro tipo y alberga negociaciones comerciales de alto nivel y la firma de importantes acuerdos empresariales.
¿Qué temas clave se discutieron en el último foro?
Una parte importante del último foro se dedicó a los grandes cambios que se están produciendo a nivel global y regional en el entorno empresarial, el comercio, las cadenas tecnológicas. Se prestó especial atención al aumento de la aplicación de sanciones con fines políticos, a la estrategia económica de Rusia en su política de “giro hacia el este”, a los intereses del Sur Global. Recientemente, Rusia ha multiplicado sus esfuerzos para ampliar y reactivar sus vínculos mutuamente beneficiosos con países no occidentales, incluidos muchos socios en América Latina.
En el foro, representantes y empresarios de Brasil, Nicaragua, Chile, Venezuela, Cuba, Colombia y Paraguay instaron a desarrollar no solo las exportaciones rusas a América Latina, sino también las importaciones desde la región. ¿Qué reflexión le merece?
El verdadero comercio a largo plazo y la cooperación empresarial, industrial y agrícola entre países deben basarse en vínculos económicos diversificados, en un volumen de negocios simétrico y objetivo, en asociaciones fiables. En el mundo moderno, la ubicación concreta de tu socio comercial no juega un papel clave. Lo que se necesita, además de las mercancías en las que ambas partes pueden interesarse, es infraestructura que permita el comercio a larga distancia: flotas de barcos, puertos marítimos, seguros, garantías estatales, terminales logísticas. Las necesidades de infraestructura son mínimas cuando transferimos conocimientos e invenciones y si cooperamos en tecnologías de vanguardia, por ejemplo, en medicina, biotecnología, nanotecnología, química. El turismo es otra esfera con gran potencial.
¿Cómo valora la evolución de la política exterior rusa en los últimos años? ¿Cuáles son los objetivos y desafíos más importantes hoy?
La política exterior rusa es la política del miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, la política de uno de los principales actores mundiales, definida por la Carta de la ONU. El tamaño del territorio ruso es otro factor que hace que Rusia se ocupe tanto de su exterior “cercano” como “lejano” y la convierte en parte de varias regiones del mundo, entre ellas, Europa, el Lejano Oriente, Eurasia en general, el Ártico, la megarregión del Mar Negro-Mediterráneo-Oriente Medio. El estatus de Rusia, así como el de Estados Unidos, se refleja en su papel como superpotencia nuclear en la esfera de la estabilidad estratégica. Rusia presta gran atención a los proyectos de integración en el espacio postsoviético, especialmente la Unión Económica Euroasiática y el Estado de la Unión con Bielorrusia. Uno de los objetivos clave de Moscú en las últimas décadas ha sido detener la expansión de la OTAN, que desde 2008 desestabilizó el Cáucaso meridional y, más tarde, la vecindad de Rusia en sus fronteras occidentales. De hecho, Occidente lleva a cabo en Ucrania una guerra por poderes contra Rusia con el objetivo de degradar su capacidad militar y geopolítica. En estas circunstancias, Rusia desarrolla la estrategia de “giro hacia el este” y la asociación estratégica con China, India y otros Estados importantes del Sur Global, en primer lugar, los miembros de los Brics y la Organización de Cooperación de Shanghái.
¿Cómo ve la actual dinámica geopolítica global y cuáles son los principales actores que influyen en ella?
El mundo sufre numerosos elementos de desglobalización y desestabilización. Estados Unidos ha proclamado una nueva era de competencia geopolítica y doble contención contra Rusia y China. Washington ha abandonado la mayoría de los tratados internacionales en el ámbito del control de armas. Estados Unidos y la OTAN continúan con la política de compartir energía nuclear en Europa. Estados Unidos no ha ratificado el tratado de prohibición de ensayos nucleares desde que entró en vigor en 1996, pero Rusia sí lo hizo en 2000. Recientemente, Moscú canceló la ratificación del tratado, pero continúa su implementación reflejando la postura de Estados Unidos. En octubre de 2023 Oriente Medio explotó, comenzando con las atrocidades cometidas por Hamás en el territorio de Israel, seguidas por las atrocidades causadas por los bombardeos indiscriminados de Gaza por parte del ejército israelí. La solución de dos Estados es la única salida a este círculo interminable de violencia. La esperanza es que la abrumadora mayoría de los miembros de la ONU se adhieran a los principios de prevención y solución de conflictos. Rusia tiene objetivos muy claros en Ucrania: el estatus neutral de este país y el reconocimiento de los nuevos territorios rusos, cuya población votó a favor de unirse a Rusia.
¿Cuál es el estado actual de las relaciones entre Rusia y los países latinoamericanos?
Rusia tiene muchos buenos socios y amigos en América Latina. Algunas de estas asociaciones tienen sus raíces en la época soviética, otras son parte de la era posterior. Con varios países de América Latina, incluido Uruguay, Rusia estableció relaciones diplomáticas en el siglo XIX. Moscú valora mucho sus relaciones con Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. Siempre ha sido un partidario del desarrollo democrático de Chile y un acérrimo crítico del régimen de Pinochet. Rusia nunca ha apoyado la política neocolonial del Reino Unido hacia las Malvinas. Brasil, junto con Rusia, China e India, es el miembro fundador de los Brics. Rusia desarrolla una cooperación mutuamente beneficiosa con México.
¿Cómo ha influido el legado de su abuelo Andrei Gromyko en su carrera y en su visión de la política internacional?
Andrei Gromyko fue científico y diplomático. En 1936 defendió su tesis doctoral en Economía, tres años antes de ser contratado por el Ministerio de Asuntos Exteriores soviético. En 1957 se convirtió en ministro de Asuntos Exteriores. No fue una coincidencia que me graduara en la Facultad de Historia de la Universidad Estatal de Moscú y luego defendiera mis dos tesis en Ciencia Política, y durante muchos años me especializara en relaciones internacionales. Me adhiero a su visión de la diplomacia como ciencia y arte, a su profunda creencia en el papel central de las Naciones Unidas en la política mundial y en la Carta de la ONU como fundamento del derecho internacional moderno. Es difícil no estar de acuerdo con él en que el sistema de estabilidad estratégica es uno de los principales requisitos previos de la seguridad mundial, que los principios de igualdad y soberanía en las relaciones interestatales deben ser centrales y que la solución pacífica de los conflictos regionales es la única manera de hacer del mundo un lugar más seguro.
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