Según el Dr. Gabriel Antoniol, presidente de la Sociedad Uruguaya de Telemedicina y Telesalud (SUTMTS), la crisis por la pandemia le dio “un empujón muy grande” a la telemedicina y a la salud digital en Uruguay. El experto considera que la telemedicina no sustituye a nadie sino que se afirma como un apoyo fundamental para que la atención médica llegue a más personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la telemedicina como el “aporte de servicios de salud -donde la distancia es un factor crítico- por cualquier profesional de la salud, usando las nuevas tecnologías de la comunicación para el intercambio válido de información en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades o lesiones, investigación y evaluación, y educación continuada de los proveedores de salud, todo con el interés de mejorar la salud de los individuos y sus comunidades”.
En Uruguay, el Parlamento Nacional aprobó el 2 de abril del año pasado la Ley 19.869 que establece los lineamientos generales para la implementación y desarrollo de la telemedicina como prestación de los servicios de salud. Una ley que permitió que la mayoría de los casos de covid-19 en Uruguay fueran atendidos y contenidos en sus casas gracias a un conjunto de servicios.
El Dr. Gabriel Antoniol, presidente de la Sociedad Uruguaya de Telemedicina y Telesalud (SUTMTS), subrayó que se está apoyando a las comisiones de salud del Senado y Diputados, y valoró el impulso que le dieron los diputados del Partido Nacional. Antoniol manifestó a La Mañana estar muy feliz por el desarrollo de la digitalización de la salud en Uruguay porque viene “evangelizando” la telemedicina desde el 2009. Remarcó que “fue lo positivo que dejó la pandemia”, y aseguró que “la telemedicina y, en general, la salud digital, vinieron para quedarse”.
El experto considera que la telemedicina es “una herramienta muy democrática, equitativa y que les llega a todos” y advirtió que “los especialistas que no están llegando en el interior profundo, hoy, por medio de la telemedicina, estarían llegando”.
“No van a volver para atrás un montón de cosas, pero no quiere decir que la telemedicina sustituya a nadie, menos a los médicos. Simplemente, que va ser un apoyo fundamental y, sobre todo, para este país, que ya no nos morimos de enfermedades transmisibles, nos morimos de enfermedades crónicas”, sostuvo Antoniol.
Mitos y beneficios de la telemedicina
Las nuevas herramientas digitales y el internet de las cosas “se adaptan para cumplir la rehabilitación de nuestras enfermedades crónicas”, destacó Antoniol. “Si yo tengo un reloj digital y el médico me mandó caminar después de una cirugía, cinco kilómetros por día, el reloj no me va a dejar mentir y va a mandar una señal cada vez que yo camino a un centro de telemedicina de mi sociedad médica que, de alguna manera, me vaya controlando”. “No tengo que ir a ver a mi médico, sino que él va a recibir las respuestas de los aparatos que yo tengo, cada vez que hago los ejercicios que permiten mejorar”, explicó.
La telemedicina es “mucho más” que una llamada telefónica, aseguró. “Es tener los estudios paraclínicos en tu historia clínica, inmediatamente, tener una segunda consulta”. “¿Cuánta gente va al médico para que le repita la receta? Debería ser una receta electrónica que llegue a la farmacia del barrio”, indicó.
También entiende que las ambulancias de nuestro sistema –que acota considera “muy bueno” deberían tener un centro de telemedicina dado que en ocasiones el médico que lleva al paciente no está totalmente capacitado para resolver algún tema urgente.
Por otra parte, señaló que somos uno de los países más afectados por los ACV (Accidentes Cerebros Vasculares), y “como no hay mucha gente preparada”, cree que sería bueno implementar una solución tecnológica que vio en Buenos Aires. “Vos tenías una aplicación en tu celular, y donde te diera un ACV, vos apretabas allí, e inmediatamente te daban con el centro de la fundación, donde vas a tener un idóneo del tema, un neurólogo, que va a conducir al médico que va en la ambulancia a decirte. Porque son fundamentales, en un ACV, las tres primeras horas”, sostuvo.
Según el presidente de la SUTMTS, en Uruguay deberíamos tener, como en Europa, una tarjeta con chip donde se lleve toda la historia clínica.
Historia clínica electrónica
Para Antoniol, si bien se avanzaron en algunos temas de la historia clínica única, “no la terminamos toda”, y en líneas generales cree que “fue un fracaso” porque las instituciones de salud de todo el país la desarrollaron de distintas maneras. Según el presidente de la SUTMTS, en Uruguay deberíamos tener, como en Europa, una tarjeta con chip donde se lleve toda la historia clínica. Como ejemplo de lo beneficioso de la historia clínica digital indicó que, “si tengo un accidente en otra ciudad, voy a aparecer en la ficha del sanatorio, y van a poner que tuve un accidente, lo que me traumaticé, que me atendió fulano, etc”.
Días atrás, referentes del sector público y privado debatieron sobre la necesidad de un sistema de salud integrado durante el panel “avances y desafíos”, que se llevó a cabo en la jornada de Salud.uy. Los expertos del programa expusieron sobre los avances y desafíos que la plataforma Historia Clínica Electrónica Nacional (HCEN) tiene por delante. En el encuentro, se abordó el tipo de atención que la población del país (mayoritariamente envejecida) requiere para continuar con los tratamientos y de qué manera las herramientas digitales permiten no solo mejorar los costos, sino también garantizando una atención de calidad.
Sobre la receptividad de la telemedicina en el adulto mayor, Antoniol señaló que “lamentablemente vamos a necesitar paciencia, ya que hay una diferencia de generaciones, donde los que vienen atrás lo van a ver muy bien, se van a adaptar rápidamente a todo esto y no va a haber inconveniente”. Por otro lado, el doctor informó que actualmente está “definiendo un curso de alfabetización en la salud digital para todos. Para los niños, para los adultos mayores, para el personal de la salud y para los enfermos crónicos, que lo vamos a dar con la Fundación Humanitaria Pro Casmu, a partir de mediados de abril”.
Desafíos para el desarrollo de la telemedicina
Antoniol entiende que “tenemos que comunicar todos los beneficios que tiene la telemedicina” y remarcó que la estrategia digital en salud “es un camino a largo plazo que trasciende a los gobiernos, porque es una visión de Estado”. Señaló que para el desarrollo de la telemedicina hay que contemplar 6 pilares:
1. Una estrategia que se centre en el ciudadano, garantizando el acceso a sus servicios, a sus prestaciones y la calidad y seguridad de su atención.
2. Evaluación continua y sistemática de los resultados de las aplicaciones de salud digital, para conocer que nos están aportando en la transformación digital.
3. Recursos humanos especializados, porque el cambio tecnológico crea la necesidad de nuevas tareas y responsabilidades a los profesionales del Sistema Nacional de Salud, para ello es necesario actualizar las habilidades digitales de los profesionales sanitarios y la creación de nuevos perfiles y tipos de profesionales.
4. Colaboración entre salud pública y privada: el liderazgo político, con voluntad de acometer la transformación digital del sector salud, debe aplicar un mayor esfuerzo en la comunicación de los objetivos a los que aspira el SNIS, a los distintos actores involucrados. Los agentes necesitan dirección y visión sobre a dónde se conduce el sector salud y cómo se pretende transformarlo.
5. Uso de la información: (Big Data sanitario) para realizar estudios preliminares y propuestas que conduzcan a la explotación de grandes fuentes de datos del Sistema Nacional de Salud, que permitirá notables avances en investigación, calidad de la asistencia, planificación, gestión y salud pública.
6. Presupuesto: trabajar líneas de financiación específicas, proyectos conjuntos entre diferentes servicios de salud con objetivos convergentes, que permitan optimizar el uso de los recursos y los desarrollos. Además, promover la innovación de estos sectores, valorando especialmente aquellos proyectos con retornos valorables, y facilitar a la industria tecnológica un horizonte claro para apoyar con sus inversiones y desarrollos las necesidades reales del sector.
TE PUEDE INTERESAR