¿Tu pasión?
Aprender. Cada entrevista me muestra un submundo nuevo, el de un artista, un científico, un cocinero. El que sea. Todos vivimos en un radio de acción limitado y el periodismo me permite inmiscuirme en distintos universos que me dejan enseñanzas cada vez.
Viajar, porque es otra manera de aprender intensiva.
¿Tu primer trabajo?
Mi primer trabajo fue una pasantía en el diario El Observador, donde después estuve 5 años trabajando como periodista de redacción.
Un consejo para alguien que está empezando y que quiere hacer lo mismo que vos
Que se largue a trabajar temprano, en lo que sea. Aunque parezca algo alejadísimo de lo que pretende hacer, ese trabajo le va a aportar conocimiento en un sentido amplio, desde un lugar insospechado. En el periodismo, además, el principal objeto de trabajo son otros seres humanos y la única manera de aprender sobre la naturaleza humana es tratándola.
¿Cómo surge tu inspiración?
En la calma de la noche. Cuando los teléfonos no chillan, cuando el silencio se impone y hay lugar para una buena lectura. También en una charla nutritiva, en esas que suceden en el uno a uno y se logra cercanía con el otro.
¿Contra qué defecto luchas?
El perfeccionismo, porque siempre me muestra lo que falta por hacer y nunca lo logrado.
¿Tu lugar en el mundo?
Cerca de la naturaleza, acariciando la panza de mis hijos o las orejas de mi perra.
¿Un referente en tu vida?
No tengo.
¿Una asignatura pendiente?
Estudiar botánica. La inteligencia vegetal cada día me deslumbra más.
¿Un valor fundamental?
La dignidad. La advierto con mucha certeza cuando aparece en un ser humano y me conmueve profundamente.
¿Qué es la felicidad para vos?
Algo que jamás está a más de un metro de distancia de las personas.