Luego del duro golpe que significó la pandemia, el sector de congresos y eventos va en camino a la recuperación. Si bien falta un trecho, se avanza gracias a la confirmación cada vez más temprana de eventos, un hecho que no era esperado. Uruguay busca escalar en un mercado que, en números prepandémicos, generó 20 mil oportunidades laborales en nuestro país y US$ 110 millones de impacto directo.
La realización de un congreso o un evento conlleva un movimiento particular que engloba la participación de otros rubros como, por ejemplo, el gastronómico, el de hotelería o el de transporte. De esta forma tiene derrames en varias líneas de la economía. Se trata de una actividad importante que hoy busca expandir su potencial.
Durante el 1° Congreso Internacional de Turismo, realizado en Punta del Este los pasados días 18 y 19 de mayo, el presidente de la Asociación Uruguaya de Organizadores de Congresos y Afines (Audoca), Alejandro Abulafia, mostró algunos números que dan prueba de la dimensión que genera esta actividad. Según indicó, en el año 2019 el sector movía a más de 1.500 millones de personas en el mundo, generando US$ 2,5 millones de impacto directo y más de 26 millones de puestos de trabajo a nivel mundial.
En este escenario, Uruguay se encuentra sexto en Latinoamérica y 51 en el mundo. Montevideo figura como el primer destino uruguayo y el séptimo en la región, mientras que Punta del Este se encuentra en el podio 25 de la región.
En 2019 Uruguay recibió cerca de 240 eventos, con más de 900 mil participantes asociados, generando más de 20 mil oportunidades laborales y US$ 110 millones de impacto directo, teniendo en general un impacto total en la economía de más de US$ 270 millones.
Pero esta realidad cambió con la pandemia. Durante el año 2021, en nuestro país se realizaron 18 eventos, de los cuales solo seis pudieron ser presenciales. Si bien este año hay un repunte –a mayo de 2020 nuestro país tuvo 26 eventos– aún falta un trecho para la recuperación total. Es en esta línea que Audoca ve el trabajo con el sector público como una vía para que las oportunidades se materialicen en nuevos eventos.
Pero el sector de eventos tiene sus propias características, por ejemplo, que se trabaja “con luces largas”, es decir, de cara al futuro. Confirmar un evento internacional importante, por ejemplo, puede demandar unos dos años. En caso de que se trate de un evento de mayor relevancia, puede demorar hasta ocho años.
De esta forma, las empresas tienen un tiempo para prepararse, armar su estructura y sus presupuestos en base a lo que se realizará y lo que espera captar.
Nuevas oportunidades para las pequeñas empresas
Con la llegada del coronavirus, la concreción de los eventos se pausó. Quedaron muchos eventos con sedes pendientes que recién se recuperaron el pasado año o lo están haciendo ahora. Pero también sucedió un hecho que no pasaba antes de la pandemia: la confirmación más cercana a la fecha de eventos. Al respecto, Abulafia contó a La Mañana: “Nos está pasando a muchos que nos están llamando para eventos importantes para dentro de seis meses, cuando antes era para dentro de algunos años. Creo que es porque las aguas aún están con mucho movimiento y que luego se calmarán, pero es en ellas que nos están apareciendo oportunidades”.
La mayoría de las empresas relacionadas al sector son pymes. De ellas, “prácticamente todas bajaron desde el 100% su actividad hasta un poco menos”, indicó Abulafia. “Luego algunas empezaron a levantar la cortina en diferentes momentos, en casi todos los casos reinventándose y sumándose a los eventos virtuales, pero en mucha menor medida”, recordó. Fue recién en octubre del año pasado cuando se retomaron los eventos presenciales en Uruguay y recién en noviembre, con la apertura de fronteras, que se comenzó a trabajar nuevamente en el segmento de forma habitual, aunque fue recién en marzo de este año cuando se vieron los eventos internacionales.
Una buena opción de sede
En la captación de eventos, se debe tener en cuenta que los países elegidos como sedes rotan en cada una de las ediciones, dependiendo de los miembros de cada asociación. En esta línea, además, los socios suelen no repetir una sede hasta pasar por todos los casos. Por lo tanto, Uruguay se enfrenta a un universo rotativo donde siempre “hay que levantar la mano” y, en ocasiones, “pujar un poco más” durante la elección de las sedes. Es decir, invitar a venir.
Pero, ante ello, tiene sus fortalezas, como los beneficios que ofrece para la realización de congresos, como la exoneración de impuestos que son declarados de Interés Turístico y que no abonan IVA en salas y servicios asociados.
Asimismo, el Ministerio de Turismo cuenta con un proyecto que apoya a los uruguayos que cuentan con la posibilidad de presentar una candidatura para que nuestro país sea sede.
Significa también una razón de peso para que Uruguay sea elegido como sede la estabilidad sociopolítica con la que cuenta, lo que permite trabajar a futuro con tranquilidad. También figuran los atractivos turísticos de nuestro país, como Montevideo, Punta del Este y Colonia, que también son los principales destinos de eventos de Uruguay.
Presentes en Panamá
Días atrás Audoca estuvo presente en la 15ª edición de Fiexpo Latin América de Panamá, una feria anual que retomó el año pasado su presencialidad. Se trata de una feria de negocios en la que empresas u organismos que representan a nuestro país cuentan con su propio escritorio dentro del stand de Uruguay. Allí mantienen reuniones preagendadas con asociaciones o empresas que realizan eventos en la región y que buscan opciones en Latinoamérica para realizar sus eventos. Este año participaron el ministro de Turismo, Tabaré Viera, y las Intendencias de Montevideo y Maldonado, en el rol de destino.
“Fue muy importante para demostrar la importancia que tiene el segmento en nuestro país para los clientes que participan. En general fueron buenas reuniones, Uruguay siempre genera interés. Es un país donde sus profesionales participan activamente, lo que permite ampliar la captación de clientes”, manifestó Abulafia y agregó: “La feria es una puerta de entrada entre el cliente y los proveedores, y a partir de ahí es que nos ponemos a trabajar para concretar o viabilizar las posibilidades”. En este sentido, comentó que se encuentran aterrizando “todas las posibilidades” generadas para trabajar a fondo.
El desafío de mejorar la conectividad aérea
La conectividad aérea siempre es importante para quien trabaja con público internacional. Días atrás, el Ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, expresó que Uruguay debe mejorar su conectividad aérea e interactuar más con otros países. Para Abulafia, “recuperar más la conectividad que Uruguay supo tener, e incluso mejorarla, siempre va a ser un beneficio para el sector, pero también es justo decir que Uruguay nunca dejó de tener un evento a los que apuntamos, por la conectividad”.
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