En entrevista con este medio, el director de OSE, Edgardo Ortuño, habló de las necesidades a corto y largo plazo de la empresa estatal, así como de sus logros. Reafirmó que uno de los principales objetivos es avanzar hacia la universalización del servicio con planes ambiciosos en materia de saneamiento.
“Los 70 años de vida de OSE son la demostración viva de la importancia de contar, como país, con empresas públicas que garanticen el acceso a servicios de calidad en forma universal, a la vez que se planea el desarrollo al consolidar infraestructuras imprescindibles para generar una proyección país a largo plazo”, dijo el director de OSE Edgardo Ortuño a La Mañana al referirse a un nuevo aniversario del ente.
El director sostuvo que las obras país realizadas por OSE permiten la realización de otras obras y proyectos a nivel de la sociedad y de la inversión privada, entendiendo que, sin ellas, serían imposibles o se retrasarían en el tiempo. Dijo, además, que garantizar derechos e impulsar desarrollo son dos cometidos esenciales que tiene que encarar el Estado con visión estratégica, y empresas públicas como OSE son plataformas fundamentales para lograrlo.
“En nuestro caso los niveles de cobertura y calidad de agua potable y la red de saneamiento temprana, en relación al resto de América –aunque aún es insuficiente–, son ejemplos claros de lo anterior”, explicó.
Otuño señaló entre los principales desafíos que quedan, el hecho de que se debe trabajar en proyectos puntuales y en temas estratégicos que atraviesan a toda la empresa. “Trabajar en la solución de algunas debilidades históricas que, lamentablemente, se acentuaron en estos dos años”, apuntó.
Añadió que es necesario fortalecer los recursos humanos de la empresa, ya que se perdieron casi mil puestos de los 4.500 heredados. “Hay que modernizar la empresa con una inyección de tecnología, no solo en gestión comercial sino también agregando valor a los procesos técnicos de planificación, diseño e implementación de las obras, desarrollando redes inteligentes”, dijo.
En tercer lugar, Ortuño señaló que se deben recuperar y superar los niveles de inversión en obras del organismo. La empresa tuvo un promedio de US$ 100 millones de inversión anual, pero en la actual administración se redujeron a un tope de US$ 70 millones al año, sin embargo, la ejecución real fue menor: US$ 60 millones.
Por otra parte, y como proyectos vinculados no solo a la actual administración sino hacia adelante, el entrevistado dijo que OSE debe culminar o avanzar al máximo en el cumplimiento de los estándares internacionales planteados en 2013 en materia de reducción de la presencia de arsénico en el agua potable. Esto requiere una obra de US$ 40 millones.
Otuño entiende que además se debe avanzar al máximo en saneamiento y en materia de agua potable, invertir en las prioridades planteadas hasta el momento: ejecutar las obras del proyecto Casupá “que tiene todo para implementarse ya”, y continuar realizando estudios sobre la conveniencia de la instalación de una nueva planta potabilizadora como respaldo del sistema a mediano plazo.
El porvenir
“Las obras más importantes están por venir”, dijo Ortuño y explicó que estas tienen que ver con el abastecimiento seguro de agua potable para el área metropolitana, y aseguró que con el proyecto Neptuno, o sin él, se tendrá que hacer la Represa en Casupá, reforzar el suministro hacia el Este con un recalque que permita un bombear más agua para esa zona o incluso pensar en la construcción de una séptima línea de bombeo.
También se pretende avanzar en la construcción de la Represa en el Solís Chico que asegure el abastecimiento a mediano plazo de la costa de Canelones que tiene un crecimiento demográfico casi explosivo y se prevé que seguirá en el corto y mediano plazo.
“En saneamiento debemos avanzar hacia la universalización, con planes ambiciosos”, señaló el director de OSE.
En ese sentido, Ortuño indicó que seguirá recorriendo el interior para conocer mejor la realidad y aportar soluciones micro y macro. “Micro porque sin personal y dotaciones adecuadas en los diferentes servicios se corre riesgo de colapso a corto plazo, y macro para impulsar los proyectos de inversión necesarios que mejoren el abastecimiento de agua potable en cantidad y calidad necesaria”, explicó.
La actual administración planteó realizar obras de saneamiento en 124 ciudades y ahora se ajustó a la mitad ese número. Aun así, el entrevistado considera que –al igual que el agua potable– hay que establecer un compromiso nacional entre todos los actores políticos por el desarrollo del saneamiento del interior como política de Estado.
“La existencia de una empresa pública en áreas tan sensibles e importantes para la calidad de vida de la población es esencial y estratégica, porque garantiza el acceso a servicios fundamentales de calidad a todos los ciudadanos al menor costo posible, así como los derechos humanos fundamentales”, puntualizó el entrevistado.
Con valor agregado, mejor
Recientemente, el directorio de OSE aprobó el avance en el estudio de factibilidad de tres iniciativas para el tratamiento de los lodos generados en la planta de Aguas Corrientes. En esa línea, el entrevistado dijo que, en los últimos dos años, personalmente ha criticado algunas iniciativas privadas en áreas de agua potable y saneamiento por entender que las obras y tareas estratégicas que OSE ha desarrollado exitosamente durante 70 años deben seguir planificadas y ejecutadas desde el Estado, recurriendo al sector privado como aliado en elementos que la empresa no sabe o no puede hacer.
“Sin embargo insistí mucho en que la crítica no es al instrumento que puede tener un uso adecuado en áreas o proyectos pertinentes. El tema de los lodos de Aguas Corrientes es un ejemplo de lo que podemos y debemos hacer como empresa, pero que puede concretarse mediante iniciativas privadas porque no hemos tenido ni soluciones tecnológicas ni propuestas concretas en un tema que tenemos que resolver”, argumentó.
Agregó que se deben analizar los estudios de factibilidad en profundidad y que su expectativa es que se elija la mejor propuesta y se ejecuten la obras para solucionar una deuda ambiental que OSE tiene que cumplir, si es posible, agregando valor a los lodos para su utilización con una lógica de economía verde y circular.
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