La pyme de Rivera Tu Gas busca la homologación de las garrafas brasileñas, que son las más utilizadas en la frontera con el vecino país. De cara a numerosas denuncias recibidas por Riogas debido a las recambios de garrafas de Brasil, se idearon dos proyectos que permitan regular el mercado de los envases brasileños en Uruguay.
La empresa Tu Gas es una pyme dedicada al recambio de garrafas. Está ubicada en el barrio Máximo Xavier, en Rivera. Hasta hace poco la firma tenía en plantilla cuarenta trabajadores activos, sin embargo, hoy cuenta con catorce y el resto está en seguro de desempleo. Este hecho no está vinculado a una mala gestión de la empresa o a la situación económica de la zona, sino a una serie de denuncias de Riogas.
En los departamentos limítrofes con Brasil es común que las personas, empresas e incluso organismos públicos utilicen las garrafas brasileñas. Hacer un cambio por las uruguayas es costoso y, además, las partidas en la frontera son limitadas. A pesar de esto, el recipiente no está homologado, aunque circulan hace décadas. Hoy tienen una gran diferencia en el precio: 1200 pesos una de Brasil y cuatro mil pesos una uruguaya, y esto siempre fue así.
Cuando comenzó el consumo de gas en el norte del país se compraba desde Brasil, eso explica el número de garrafas internacionales. “En esa época era tan económica que si alguien quería se compraba una completa en Livramento”, recordó a La Mañana Ernesto Ripoll, dueño de Tu Gas. De esta manera las garrafas del vecino país comenzaron a penetrar en el nuestro y llegaron a utilizarse en Tacuarembó, Tambores, Rocha, Coronilla, Valizas. Luego, entró en juego un tema cultural y por más que Jorge Batlle, durante la aftosa de 2002 y debido a la barrera sanitaria en la frontera, quiso impulsar el recambio de garrafas brasileñas por uruguayas, no lo consiguió.
“Los recambios se debían realizar del lado de Brasil y al cerrar el paso algunas localidades pusieron el grito en el cielo, entonces, por decreto de Presidencia, se enviaron garrafas uruguayas, pero llegaban a hacer el recambio con las brasileñas, por lo que se tuvo que hacer otro decreto que permitiera que se tomara la garrafa brasileña”, relató el entrevistado.
Tu Gas es un negocio que Ripoll heredó de una persona muy antigua en el rubro que contaba con un sistema de abastecimiento de gas que permitía recambiar los dos tipos de garrafas. No solo los particulares utilizaban el servicio, sino que instituciones como INAU, la Intendencia de Rivera, Jefatura, Bomberos, hospitales cuentan con el sistema brasilero y, por ende, recambiaban en Tu Gas.
“Esto pasó siempre en frontera, pero también siempre se miró a un costado, más allá del color de los gobiernos. Las instituciones siguen con las garrafas brasileñas y las personas mucho más. Si a los comercios se les prohíbe vender las garrafas de Brasil, la gente cruza y se la trae igual o llaman y se la llevan a la puerta y le retiran la vacía”, expuso Ripoll.
Tu Gas era una de las empresas que recambiaba las garrafas de Brasil dentro de Uruguay, y el gas se lo compraba a Riogas, Acodike y Megal. En 2019, Riogas solicita la exclusividad en la compra, algo que Ripoll entendió como una amenaza, por lo que, al contrario, decidió no comprarles más. En ese momento comenzaron las denuncias.
Denuncias poco fundamentadas
Personas de Riogas comenzaron a tomar fotos del negocio de Ripoll, de los depósitos y clientes que llegaban a recambiar con garrafas brasileñas. “Nos hicieron tantas denuncias en diferentes organismos que nos cuestionamos si seguir trabajando en el rubro. Ninguna autoridad nos defendió, decían que no podían hacer nada porque recambiar garrafas brasileñas estaba fuera de la norma, por más que todos sabemos que eso se hace, entonces tuvimos que parar”, dijo el empresario.
Además, aseguró que los bomberos que iban a inspeccionar por las denuncias eran los mismos que recambiaban sus garrafas brasileñas. “La propia Aduana que decomisa, luego levantaba garrafas brasileñas para uso en las oficinas. La Policía igual”, sostuvo.
El comerciante dijo que “Riogas es tendencioso a la hora de denunciar”. Explicó que los denunciaron ante el Ministerio de Trabajo e indicaron que los trabajadores de Tu Gas estaban en negro. “Cuando vino la inspección creían que teníamos un régimen de esclavitud. Al llegar lo único que pidieron fue la construcción de una pared para separar dos áreas y que la ducha tuviera un termotanque en vez de una resistencia. No tuvieron ni una sola observación más para hacernos”, aseveró.
El entrevistado expuso que uno de los inspectores del ministerio le dijo que sabía que algo estaba mal, una persecución, pero que él tenía que cumplir su función de inspeccionar. “Le comenté sobre la manija de Riogas y que es una denuncia que no dejan encajonar. Lo referido al Ministerio de Trabajo se calmó. Ahora vino la Aduana a hacer una inspección, sacaron fotos y dijeron que está todo en orden”.
Ripoll indicó que Riogas amenazó a la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) de que los enjuiciarían por incumplimiento de su función si no los clausuraban. Tal es así que la clausura llegó, pero duró veinticuatro horas porque entendieron que no era correcta. “La propia presidenta y el vicepresidente de Ursea me dijeron que debíamos hacer un descargo con abogado y que luego nos darían una resolución que podíamos apelar”, relató.
En busca de soluciones
Para tratar de solucionar el problema, Ripoll junto con un ingeniero que trabajó en Ursea, elaboraron un proyecto para instalar una planta de llenado con todas las normas y regulaciones del organismo. Ursea respondió que tiene que avalarlo el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y luego el Poder Ejecutivo para tener la categoría “llenador de supergás”.
En el proceso descubrieron que incluso los propios proveedores de Tu Gas no iban a estar de acuerdo con una planta como esta. “El presidente de Acodike me dijo que el directorio le mandó a retirarme el apoyo, para que el mercado no se dividiera más. Solo quieren que los grandes lo dominen”, acotó el entrevistado.
En una reunión, Walter Verri, subsecretario de Industria, le explicó a Ripoll “que la planta no tenía forma de salir ni en este gobierno ni en otro”. Le dijo que era por cuestiones técnicas, “que no supo explicar cuáles eran”, aseguró Ripoll. “Nosotros sabemos que técnicamente nuestro proyecto no tiene observaciones, el problema es político”, sumó.
Homologación como base
Por otra parte, la solución central es la homologación de las garrafas para uso en Uruguay. “El proyecto de la planta me dio la posibilidad de contactarme con la fábrica que hace las garrafas brasileñas. Conseguimos las normas con las que son fabricadas y una cotización que indica que costarían veintisiete dólares cada una, frente a los sesenta dólares que cuestan las uruguayas. Y por eso también tenemos oposición, porque les arruinaríamos el negocio”, opinó Ripoll.
El empresario dijo que ya se olvidaron de la idea de construir la planta y autorizar a otro llenador, y que ahora se enfocaron en que se les permita a las plantas existentes la posibilidad de trabajar con el envase brasilero, “que lo importen y lo lleven a frontera”, sugirió.
“La diferencia entre llenar una garrafa uruguaya y una brasileña es el pico, todo lo demás ya está montado y sirve, únicamente cambia la válvula. Que les den a las tres empresas la posibilidad de importar esas garrafas, no es nada complicado, se hace con certificados UNIT y todo lo que sea necesario”, enfatizó el entrevistado.
Sucedió algo similar con las garrafas de plástico denominadas MegaLight de Megal, fabricadas por una empresa finlandesa. “Se hizo el procedimiento vía Ursea, MEF, y las homologaron. Hoy en todo Uruguay puede tener una garrafa de plástico, más liviana, de once kilos, transparente, pero todavía es cara”, detalló Ripoll.
Para esta última idea se cuenta con un informe de Verri junto a un ingeniero en el que se explica que técnicamente la garrafa brasileña es segura. Ese documento se encuentra en análisis de Ursea.
“La garrafa brasileña es construida para más de doscientos millones de habitantes que la usan todos los días, ¿de verdad nos vamos a poner a cuestionar si es segura? Eso lo quiere pregonar Riogas, pero no es así. De fondo hay un tema que tiene que ver con ganancia económica para las empresas”, apuntó el entrevistado.
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