Las sociedades anónimas avanzan en el fútbol en medio de las elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF)
Las elecciones de mañana jueves en la AUF estarán enfrentando dos modelos de administración del multimillonario negocio que implica el deporte.
Hay un avance cada vez mayor de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) que lentamente van copando todos los clubes de fútbol. Ignacio Alonso, actual presidente, y Pablo Ferrari se enfrentarán por el mandato de la AUF. Para un grupo grande de dirigentes, Alonso representa el continuar con el avance de las SAD dentro del deporte.
El presidente de Liverpool, José Luis Palma, es uno de los que más ha denunciado esta situación. En diálogo con La Mañana, relató cómo se llega a esta instancia que enfrentará a dos modelos.
Según Palma, la AUF se rige por un estatuto que fue aprobado a finales de 2018, fruto de la intervención el 21 de agosto de ese año.
La intervención desplazó a las autoridades y se adujo en ese momento –“falsamente”, según Palma– que había dos motivos. Uno de ellos era que no se había votado el nuevo estatuto que se venía trabajando desde bastante tiempo atrás.
“Con respecto a esta afirmación, es falsa. Yo tengo las pruebas documentales de que se había entregado una intimación al Ejecutivo del momento, de que el plazo máximo para la aprobación de los nuevos estatutos era el 30 de noviembre de ese año. Por lo tanto, no puede ser causal de la intervención hasta que no cumpliera ese plazo y estábamos en agosto”, dijo Palma.
El segundo argumento era que no se estaba desarrollando un proceso electoral transparente. Se estaba en vísperas de la nueva elección de presidente.
“Eso no es así bajo ningún punto de vista porque la elección que debió celebrarse el 31 de julio del 2018 se suspendió a instancias de la propia Conmebol”, dijo el presidente de Liverpool. “El día de la elección el 31 de julio hubo una asamblea de clubes convocada para votar el nuevo presidente y allí los candidatos eran Arturo del Campo y Eduardo Abulafia”.
Esa elección se suspendió a último momento. Palma dijo que “caímos en la trampa” y la Asamblea de Clubes decidió fijar como nueva fecha de elecciones el 21 de agosto, o sea, tres semanas después. Pero ese día se interviene la AUF con el argumento de que no se habían realizado las elecciones.
Palma sostiene que se les impuso a Pedro Bordaberry “como un interventor quien tenía como cometido aprobar los nuevos estatutos y realizar el acto electoral, pero con posterioridad a la aprobación de esos estatutos. De esta manera, el nuevo presidente lo votaría el Congreso que se creaba con los nuevos estatutos y se aseguraba que ninguno de los candidatos que estaban vigentes a la fecha de del 21 de agosto fueran electos”.
Según Palma, el nuevo estatuto se votó “bajo presión”, ya que se amenazó con la desafiliación de Uruguay como integrante de FIFA y además la eliminación de los equipos clasificados a las copas internacionales como ser la Sudamericana y la Libertadores. De los 16 clubes que integran la primera división, ocho competirían por la Copas.
“Ese estatuto fue absolutamente revolucionario, atípico, que nada tiene que ver con lo que es la riquísima historia del fútbol uruguayo de 120 años de historia”, dijo el entrevistado. El nuevo estatuto fijaba que de tener a los clubes de Primera y Segunda el mando en al AUF, se pasó a 11 integrantes que representan a los jugadores de fútbol, nueve integrantes que representan a la Organización de Fútbol del Interior (OFI), seis integrantes que representan a la C (ahora segunda división amateur), un integrante que representa a los árbitros, un integrante que representa a los entrenadores, un integrante que representa al fútbol sala y un integrante que representa el fútbol femenino y además los clubes de primera y segunda división.
Fruto de esa composición del Congreso es que se organizan las elecciones en marzo del 2019. El estatuto establece que se requieren dos tercios de los votos para acceder a la presidencia y si en primera vuelta no se llega, se pasa a una segunda vuelta en la que se gana por simple mayoría.
En 2019, el actual presidente de la AUF, Ignacio Alonso, triunfa en segunda vuelta después de perder en la primera. “Ahí hubo una maniobra política del señor Pedro Bordaberry porque entre ambas votaciones pasó más de una hora, donde se cambiaron algunos votos”, dijo Palma.
A estas elecciones se llega con el mismo estatuto. Palma señala que para él está claro que Alonso va a ganar la elección, “porque se ocupó desde el primer día de su gobierno a buscar su reelección”. Señaló que varios votos se han cambiado en los últimos meses, por ejemplo, en la C.
Sociedades Anónimas Deportivas (SAD)
En todo esto están jugando los clubes que son Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), que apoyan al presidente de la AUF.
En primera división hay clubes opuestos a Alonso, según Palma: Peñarol, Danubio, Defensor, River, Wanders, Liverpool, Fenix y Cerro Largo. Ninguno es Sociedad Anónima Deportiva. Los siete clubes que apoyan al actual presidente de la AUF son: Nacional y seis SAD.
Las SAD se conformaron mediante una ley que tiene más de 20 años, la denominada “Ley Trobo”. Palma señala que estas SAD se han transformado en empresas con fines de lucro amparados en todos los beneficios fiscales y tributarios “para hacer sus negocios”.
“Los gravámenes y las exigencias fiscales o las contraprestaciones que tiene una sociedad anónima comercial, por ejemplo, las Sociedades Anónimas Deportivas no las tienen. No pagan, por ejemplo, impuesto al patrimonio o a la renta, siendo grupos económicos del exterior”, dijo Palma.
El rival de Alonso será Pablo Ferrari y las elecciones son el jueves 16, con voto secreto.
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