En el mes de mayo, el Programa de Mejoramiento de Barrios (PMB) del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) retomó las obras barriales en los asentamientos donde trabaja. Busca dar respuesta a las principales problemáticas y necesidades barriales para mejorar la calidad de vida de las familias.
La realidad uruguaya es que son unas 200.000 las personas que viven en asentamientos y ello implica un acotado acceso a derechos básicos como agua potable o energía eléctrica. En el último estudio de Techo presentado al PMB, la cantidad de asentamientos del país ronda 656, el 33% de ellos no tienen acceso al agua regular, y 20.000 familias asentadas se encuentran en una situación de emergencia habitacional crítica.
Otro problema es la falta de acceso a los edificios públicos como escuelas o policlínicas, así como el ingreso de ambulancias, bomberos o policía. Además, existen grandes dificultades vinculadas a calles internas, aledañas y alumbrado público. Muchas veces las conexiones irregulares a la energía eléctrica incrementan los riesgos de incendios; y la ubicación de las viviendas cercanas a arroyos, por ejemplo, aumentan las posibilidades de inundaciones.
En este contexto es que el PMB trabaja desde su creación en el año 1999. La coordinación actual del programa está a cargo del arquitecto Álvaro Martínez desde abril de 2020. Consultado por La Mañana, Martínez relató que desde el principio la orden de la ministra Irene Moreira fue continuar con lo que se venía haciendo, de manera de alcanzar el cumplimiento de los compromisos que dejó la administración anterior.
“Cuando asumimos apostamos a conocer el programa a fondo, y así saber por dónde ir. Es un programa muy amplio, que toca muchas aristas de diversas áreas; no solo implica las viviendas, también debe contemplar el área social y las realidades que se generan”, afirmó Martínez.
Entre los años 2006 y 2011 la cantidad de asentamientos irregulares se había reducido en un 11%, con una cifra de 165.000 personas que los habitaban. Sin embargo, entre 2011 y 2019, la cantidad de asentamientos volvió a trepar llegando a las cifras actuales.
“Además de esto, asumimos y debimos enfrentarnos a la pandemia, y eso nos llevó a focalizarnos en temas de emergencia”, explicó el arquitecto. El funcionamiento del PMB implica presentar con anterioridad una cartera de proyectos, y esa cartera fue heredada, entonces fue necesario conocerla primeramente para, posteriormente, pensar en trabajar con el presupuesto disponible. Este primer acercamiento al funcionamiento del programa y proyectos se dio durante 2020.
Las manos están a la obra
Los principales desafíos actuales están enmarcados en darle continuidad a los proyectos heredados para lograr sacar a las personas asentadas de las condiciones en las que viven. “Somos un programa que realizamos infraestructura, pero tenemos una parte social importantísima donde consolidamos y formamos ciudad, calle, alumbrado, construimos caminos para que en los asentamientos puedan ingresar servicios como ambulancias, policía, bomberos, taxis, ómnibus, recolectores”, explicó Martínez.
En el programa trabajan personas de diversas profesiones como sociólogos, operadores sociales, arquitectos, escribanos, abogados y se busca generar un cambio de hábitos de las personas. “No solo queremos que tengan un lugar mejor para habitar, a veces es necesario generar una nueva forma de vivir en la colectividad”, sostuvo.
Afirmó que el objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas, así como la prevención y formación de nuevos asentamientos. “No es una realidad que se pueda atender desde un solo punto de vista. Son personas que vienen con cierta forma de vida y debemos ayudarlos a transformar su realidad, a vivir en comunidad de otra manera, a respetar los límites. Hay todo un trabajo de educación atrás que es muy complejo”.
En general, el programa hace entregas de viviendas regularmente, se generan grupos de cuatro o cinco casas y se van adjudicando. El PMB-MVOT realiza actualmente obras de mejoramiento en más de 10 asentamientos de Montevideo, Canelones, Maldonado, Salto, Artigas y Rivera.
Puesta a punto de proyectos
Por ejemplo, se proyecta poder regularizar el primer asentamiento en Canelones. Si bien se ha retrasado por la pandemia, se hará la inauguración del parque Idea Vilariño, que es un proyecto financiado por el programa y el MVOT. “Será una gran fiesta y es un cambio radical que tuvo el barrio Malvín Norte”, dijo al respecto el arquitecto.
En el asentamiento Lavalleja de Montevideo se continúa con la tercera etapa del proceso de regularización del barrio, que incluye obras de infraestructura, remediación de suelos contaminados, 16 viviendas para realojos y el suministro de materiales para trabajos por autoconstrucción.
En Pando Norte se prevé la construcción de nuevas viviendas de realojo, la mejora y ampliación de la red de agua potable, saneamiento y un centro que albergará una sala de actividades culturales y recreativas, con juegos y cancha multifunción. Allí ya se creó una plaza accesible con anfiteatro donde se incluyeron servicios sociales y viviendas.
En la localidad de Santa Lucía, se prevé la conexión de todas las viviendas del barrio a la red de saneamiento, mejoras en las calles, remodelación de la plaza con una nueva cancha polifuncional, pista de bicicletas, caminería, juegos infantiles, mesas y bancos, nuevo arbolado e instalación de alumbrado público. Además, se viene ejecutando la construcción de un salón multiuso.
En La Paloma, barrio Cerro, continúan las obras con el tendido de agua potable y el acondicionamiento de dos espacios públicos: el de la Escuela nº 126 de Camino de las Tropas y el de la Policlínica La Paloma. También en las inmediaciones del Cerro –en el asentamiento Parque Cauceglia– se retomaron las obras de mejoramiento de viviendas y construcciones de lotes con servicios.
En el asentamiento 19 de Abril (Nuevo París), se retomaron las obras para la construcción de la policlínica “Abbe Pierre”, como obra anticipada del Proyecto de Mejoramiento Barrial que regularizará el barrio.
“Queremos hacer una mejor gestión y tratar de que se lleguen los recursos a quienes están viviendo en situaciones complicadas, justamente para cumplir con el objetivo que tenemos en el programa”, indicó Martínez al ser consultado sobre las expectativas de esta gestión.
Subrayó que la idea es seguir aportando al ministerio, a las políticas públicas de vivienda y tratar de hacer la mayor cantidad de regularizaciones en asentamientos que permitan los recursos. Esto también implica tiempos administrativos y un compromiso de los gobiernos departamentales para que no se continúen formando asentamientos, dijo.
Preservar la historia
El programa posee varios componentes a la hora de estructurar el préstamo con el que se llevan adelante los proyectos. El principal es el que corresponde a los asentamientos, pero también existe la intervención o recuperación de áreas degradadas o abandonadas donde la ciudad ya tiene infraestructura, pero hay que revitalizarla.
Un ejemplo de esta situación es la revitalización del barrio Reus, la zona del Mercado Agrícola, y luego las cooperativas que se han levantado en esa zona. El parque Idea Vilariño, nombrado anteriormente, también se enmarca en esta línea.
“En el nuevo préstamo que comenzaremos a ejecutar el año que viene, se pone en práctica un mecanismo que es la vivienda pública para alquiler. Se trata de cuatro licitaciones en Ciudad Vieja: dos son reciclajes y dos son edificios donde se realizaron intervenciones. Se lanzó la licitación pública donde participaron proyectos y la Comisión de Patrimonio”, detalló Martínez.
Uno de los reciclajes es la casa histórica de José Enrique Rodó, ubicada en Treinta y Tres entre Buenos Aires y Reconquista, que es un predio del MVOT. Los otros son reciclajes, entre ellos una vivienda frente al Museo de Arte Precolombino, por la calle 25 de Mayo.
TE PUEDE INTERESAR