En el permanente trabajo en procura de cerrar las bocas de venta de drogas, las autoridades policiales del departamento se han encontrado con una situación que ha generado gran preocupación: la presencia de menores de edad formando parte de las organizaciones dedicadas al narcomenudeo.
El trabajo conjunto de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas en conjunto con diferentes reparticiones de la Jefatura de Policía local, ha permitido en los últimos tiempos la detención de numerosas personas de ambos sexos como así también la incautación de una importante cantidad de drogas y efectos producto de hurtos perpetrados por adictos y que se “canjean” en las bocas de venta.
Menores formalizados
En los últimos 30 días ya son ocho los menores detenidos en procedimientos, muchos de los cuales fueron formalizados, algunos con prisión en tanto uno de ellos fue dejado en libertad. En uno de los casos y de acuerdo a información brindada por fuentes policiales, se realizó un trabajo de inteligencia que determinó un allanamiento en una finca de la calle Aurelio Carambula en el barrio Pueblo Nuevo. En el lugar las autoridades encontraron una gran cantidad de dinero en efectivo (pesos uruguayos y reales), una importante cantidad de drogas, cocaína, pasta base y marihuana acondicionada para su venta además de una balanza de precisión y teléfonos celulares. La sorpresa mayor de los efectivos fue la de encontrar a tres adolescentes de 25 años cada uno, dos de los cuales manifestaron ser los responsables de la boca de venta en tanto el restante reconoció ser el que cumplía funciones como delivery. La Justicia condenó a este último a 12 meses de internación en régimen de libertad a prueba por “asistencia a los agentes de la actividad delictiva” en tanto que dispuso internación en el INISA para los otros dos a la espera de sentencia definitiva.
El pasado 26 de junio, personal de Guardia Republicana detuvo en barrio Villa Sonia a un adolescente de 15 años a quien se le incautó envoltorios conteniendo cocaína, pasta base y marihuana además de una balanza de precisión y dinero en efectivo.
El 16 de junio, en el marco de la Operación Ñanduti a cargo de la Brigada Antidrogas Departamental junto a la Dirección General y en conjunto con otras reparticiones, detuvieron a 16 personas, dos de los cuales eran menores de edad, incautándose armas, drogas y dinero en efectivo, siendo todos ellos formalizados por diferentes delitos vinculados al narcotráfico.
Perfectos delivery
Al decir de los investigadores, esta nueva modalidad puesta “de moda” por los principales grupos delictivos que operan en la ciudad, obedece a la “necesidad de reclutar nuevos soldados”, habida cuenta que muchos de sus integrantes se encuentran tras las rejas o fueron asesinados. Por lo general se los capta en barrios identificados por la problemática del tráfico como La Humedad o Villa Sonia y proceden de familias de contextos vulnerables, por lo que en la mayoría de los casos acceden a cambio de una mínima cantidad de dinero y por lo general drogas para su consumo. Se los puede ubicar en algunas esquinas de la capital desde donde no solo cumplen la función de venta a caminantes o vehículos, también ofician como vigías para alertar a sus superiores ante movimientos extraños en la zona. Son tan rápidos para negociar como para desaparecer.
Próximo paso: sicariato
Como hemos informado en ediciones anteriores, en muchos casos los menores se transforman en sicarios como forma de crecer en la consideración de los principales de la banda. El adoctrinamiento previo incluye el dinero fácil, manejo de armas y el convencimiento de “sos menor, a vos no te va a pasar nada”, lo que los decide a actuar. En el mes de junio, luego de la investigación del homicidio de un hombre de 42 años en barrio La Humedad, resultaron imputados un mayor de edad y un joven de 17 años, este por “homicidio muy especialmente agravado”. La razón: la disputa de territorios por bandas rivales. Por lo demás y de acuerdo a información brindada por personal del INR, el número de personas privadas de libertad alojadas en el Centro de Detención de Cerro Carancho por delitos vinculados al tráfico de drogas llega al 40% del total de la población carcelaria.
Mayores “responsables”
Desde los investigadores y los operadores del Derecho existe la convicción de que mientras no se tomen medidas con los mayores ” responsables” de los menores infractores el problema continuará en aumento. En muchos casos y de acuerdo a información brindada por investigadores, los padres afirman desconocer las actividades de sus hijos, incluso cuando los mismos son detenidos en la vía pública a altas horas de la madrugada. La “omisión de los deberes inherentes a la Patria Potestad” es para muchos la constante en estos casos, cuando no el grado de complicidad existente por el simple hecho de que los menores se transforman en los responsables del sustento de familias habitualmente monoparentales.
TE PUEDE INTERESAR