La interna policial recibió dos duros golpes en los últimos días. Al accidente que costó la vida de dos efectivos en Durazno, se suma la rapiña y homicidio de un oficial oriundo de Artigas, asesinado de varios balazos por la espalda para hurtarle la moto y el arma de reglamento cuando regresaba a su domicilio luego de cumplir un servicio 222. El Dr. Julio López, abogado y comisario en actividad, fue entrevistado por La Mañana y visiblemente compungido aceptó brindar declaraciones al respecto.
Ante la muerte de tres funcionarios en los últimos días, ¿qué contención que se brinda a las respectivas familias?
Arrancamos el día con la noticia muy triste del camarada oficial ayudante asesinado en el barrio Marconi. Son cosas que lamentablemente ocurren. No solamente lo mataron, sino que también le robaron la moto y el arma de reglamento. Esas cosas, en la interna, generan mucho malestar, toda esta pena de toda la familia policial. Y nos hacen reflexionar y extremar los cuidados que debemos tener, porque muchas veces los policías somos el foco de ese tipo de actos, de la violencia de la sociedad. La oficialidad y no solamente la oficialidad, toda la Policía, en general, se ha sentido un poco en duelo por esta situación. Obviamente, las personas que más van a sufrir son sus familiares. Este camarada tenía niños chicos y era bastante joven, 30 años aproximadamente. Entendemos que el Ministerio del Interior ya prontamente estará accionando los beneficios que tiene la familia de este policía. Es bastante dolorosa la situación. Y repito, se debe reflexionar, extremar el cuidado continuamente, porque a veces la rutina nos absorbe y nos gana el famoso “no pasa nada”. Siempre tenemos que estar bastante alertas.
¿Qué puede hacer el Círculo Policial en este caso?
Luego de enterarnos emitimos un comunicado. Pero estamos en un período de transición, hay cambios en el ministerio y todavía no han asumido las nuevas autoridades, por eso no hemos tenido la oportunidad de reunirnos con ellas. Próximamente, cuando asuman, lo haremos. Trataremos de dialogar y trabajar de la misma manera en que venimos trabajando. El Círculo Policial siempre ha tenido la posición de trabajar en conjunto con el Ministerio de Interior para beneficiar a los policías, buscando atraer beneficios y mejorar aquellas cosas que entendemos que están mal.
Unos días antes tuvieron la noticia del accidente en Durazno, ¿pudieron analizar lo ocurrido?
Fue una fatalidad. Los dos camaradas de la Brigada de Seguridad Rural estaban de recorrida, atentos a un llamado que hubo en Durazno por personas ajenas en un predio, y sucedió lo que todos han visto en el video que anda circulando. Los dos camaradas que perdieron su vida estaban atentos a que adelante había un auto que les llamó la atención porque había personas en actitud sospechosa. Pero todo esto está en una etapa de investigación y se verá cómo continuará.
¿Ese tipo de tragedia impacta en el ánimo de la fuerza policial?
Efectivamente, eso impacta en las filas policiales, afecta a la interna policial de alguna manera, porque todos somos ciudadanos, todos tenemos familia.
¿Es difícil llegar al domicilio de los policías fallecidos e informar de lo ocurrido?
Exacto, tienen que ir a decirles lo que pasó. Por eso yo siempre hago hincapié en que los policías cuando ingresamos hacemos un juramento por nuestra propia vida, y eso hay que respetarlo. Nosotros somos parte del Estado, juramos por nuestra propia vida defender la vida del prójimo y la seguridad pública, entonces nuestras familias saben que los policías salen, pero es difícil decir si vuelven, aún más como está todo.
En oportunidad de una nota anterior, usted mencionaba que se estaba trabajando en los problemas de salud mental de los efectivos. La decisión del retiro del arma, con la imposibilidad de cumplir el servicio 222, que en definitiva genera un perjuicio económico que agrava aún más la situación, ¿es un tema aún pendiente?
Sí, eso no afecta solamente al policía, sino que trasciende y afecta a su entorno. La mayoría de los policías hacen el 222 por una cuestión de necesidad económica, y también ahí tienen retenciones, y ese quite del arma no solamente afecta el servicio 222, que es un ingreso económico, sino que también perjudica a los hijos de los funcionarios, porque dejan de cobrar la retención judicial, si existe, sobre el servicio 222. Ese es un gran tema al que hay que hincarle el diente. Si bien existen protocolos de actuación respeto a este tipo de situaciones, también sucede que no solamente están en la órbita del Ministerio de Interior, sino que también en situaciones de violencia doméstica o violencia de género el Poder Judicial puede disponer al retiro del arma, lo que también ocasiona un perjuicio. Es un gran tema contemplar este tipo de situaciones con aquellos policías a los que se les retira el arma y terminan siendo perjudicados no solamente ellos, sino también su entorno.
¿Les preocupó la demora en los pagos del servicio 222 cumplido?
Nos llegó la información de que la Jefatura de Montevideo tenía algún atraso o que había servicios que estaba demorando en pagar. Son cosas que no pueden suceder porque se trabaja por un salario y no puede ser que las instituciones no paguen. El trabajador cumplió el servicio, y tanto es así que está sometido a reglamentación disciplinaria, porque si no cumple en forma correcta la consigna del servicio está sujeto a una sanción.
¿El policía tiene muchas obligaciones a cumplir, pero limitados sus derechos?
Me parece que ahí también hay un debe y eso se debe regularizar, como la fecha de pago. Para que el policía pueda tener un poco de organización en sus cuentas y en su economía doméstica, debe tener una fecha de cobro por los servicios extraordinarios que realiza, tanto como la tiene por su sueldo.
¿Es una responsabilidad exclusiva del Ministerio del Interior?
Efectivamente, es un tema que debe resolver el Ministerio.
¿Es cuestión de incluir más rubros en el presupuesto?
Sí, claro, entra también un tema presupuestal, organizar el tema del presupuesto de ingresos sobre los servicios que se cobran. También hay algo jurídico que se debe estipular. Si el servicio no se paga en la forma acordada, se debe suspender el servicio. Ahí hay una responsabilidad de la administración de cada uno de aquellos que integran los organismos, creo que ahí hay una cuestión de organización. Y si no es por el 222, que no sea, porque si esencialmente la Policía debe realizar un servicio de custodia, entonces que se use otro mecanismo por el cual se puede designar un servicio específico a ese tipo de tareas y que el policía lo realice dentro de su turno, de su horario de trabajo. Porque el policía cuando realiza 222, lo hace fuera de su turno, está sobre cargándose en su ámbito laboral, llevando adelante un trabajo extra, entonces, si no le pagan es bastante complejo.
Se habla de rebajar la jornada laboral sin afectación del salario para poder disfrutar de mayor tiempo con la familia. ¿Qué pasa con el policía que le está quitando tiempo a su familia y a su descanso cuando debe cumplir horas extras?
A su descanso, a su familia, a su situación social, porque el policía hace deporte, hace diferentes tareas, hay un montón de actividades sociales que el policía también puede llevar a cabo y deja de hacerlas para cumplir un servicio, y que no le paguen la verdad es que es bastante complejo.
En el caso de los policías muertos en el accidente, ¿qué beneficios reciben las familias?
Institucionalmente, actúa la Caja Policial, que es la que se acercará por intermedio del jefe de Policía y tanto los hijos como la cónyuge o la concubina tendrán los derechos que el Ministerio de Interior otorga.
¿Y en el caso del policía asesinado?
Es igual. Me consta, porque lo hemos hablado en mensajes, que ya los compañeros se han acercado a la familia, y el Ministerio de Interior ya acciona lo que le corresponde a sus hijos y a la familia, los derechos que tienen por este tipo de situación.
Ante hechos de tal magnitud, ¿existe solidaridad en la fuerza policial?
Existe, aunque es más conocida como “espíritu de cuerpo”. En la interna policial tenemos el espíritu de cuerpo, la nuestra es una gran familia y la verdad es que la solidaridad con respecto a este tipo de situaciones está muy presente. En cuanto a la ola de suicidios que hubo dentro de la Fuerza Policial, por ejemplo, se trabajó bastante, hubo una movilización de cursos, talleres, información, de camaradas que ven al otro y explicarle qué es lo que pasa y contemplarlo de alguna manera. Ese es el espíritu de cuerpo que siempre consolidamos en la fuerza policial.
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