La mortalidad neonatal durante 2021 fue la más baja de los últimos cuatro años y la mortalidad bajó 1,9%, llegando a cinco muertes cada 1.000 neonatales, hecho que se vincula a las iniciativas del Hospital de la Mujer. A esto se ha sumado la implementación de nueva tecnología que facilita el acceso a intervenciones intrauterinas en caso de ser necesario, un hecho que hasta entonces solo era posible fuera del país.
¿Qué balance podría hacer sobre el Hospital de la Mujer desde su ingreso como subdirectora hasta hoy?
Sin duda que siempre tenemos elementos para mejorar, pero si no fuera así, no tendríamos razón de estar ni de ser, porque, sobre todo en salud, siempre buscamos continuar brindando una atención cada vez de mayor calidad. Satisfactoriamente, el año pasado fue un año que a pesar de la pandemia, los imprevistos que esta generó y los nuevos desafíos que impuso, una vez analizada la gestión, nos sorprendieron gratamente los excelentes resultados que obtuvimos. En definitiva el balance fue muy positivo y, sin duda, de eso sacamos elementos que debemos seguir trabajando.
¿Qué cifras destacaría del análisis referente a 2021?
La cantidad de consultas realizadas en el hospital supera las 85.000. Sí hubo un descenso en el número de nacimientos y esto es una tendencia que ya estamos teniendo hace varios años a nivel país, pero en estos últimos dos años sigue en descenso, pero la tendencia se enlentece. Además tuvimos unos 5.823 nacimientos, de un total país de 34.597.
Otro hecho a destacar es el descenso en la mortalidad neonatal, que ha tenido un impacto muy grande, porque nos está hablando de que los programas de atención de salud materna y del recién nacido demuestran ser muy eficaces e importantes. La mortalidad descendió de un 6,9/1.000 a un 5/1.000, es decir la más baja en los últimos cuatro años.
Los números de captación de embarazos también son positivos. Llegamos a un 98% de control en el total de embarazadas que se atienden en el centro; destacando, a su vez, que el embarazo con más de seis controles llegó a un 78%, y la captación precoz a un 74% (hasta las 14 semanas de gestación).
Esto no es un mérito solamente del Hospital de la Mujer y el CHPR, sino de ASSE con su red de atención primaria y sus redes en el interior del país, ya que a nosotros nos refieren embarazos de todo el territorio nacional.
En cuanto a la prematurez, se había manifestado un leve aumento en el 2020, y ahora estamos tendiendo a regresar a las cifras prepandemia (12,12%), con un porcentaje de 12,6% de índice de prematurez (fue de 13,5% en el 2020). Sin duda es consecuencia del aumento de los controles de embarazos y al desarrollo de técnicas diagnósticas y tratamientos.
En esa línea, ¿cómo es la relación y el apoyo de ASSE al Hospital de la Mujer?
Somos un sector más dentro del gran prestador de salud, y para ASSE somos la maternidad de referencia nacional. ¡Si será importante –y si nos tendrán presentes en todo momento a nivel del directorio y de Presidencia– que es un ida y vuelta continuo! El apoyo lo sentimos plenamente y a diario. Pero, más allá de eso, destaco que atendemos dos áreas desde el CHPR. Por un lado, maternidad, y por otro somos el hospital ginecológico de referencia para las mujeres de ASSE de todo el país.
Recientemente se inauguró el Centro de Fetología Clínica. ¿Qué intervenciones se realizan allí y cuán importante es para Uruguay?
En palabras sencillas, antes de que se inaugurara este centro, las madres que tenían fetos con determinados defectos congénitos, la única oportunidad que tenían para realizar una cirugía en el útero era yéndose al extranjero, con todo el gasto que esto implicaba. Así que este primer Centro de Fetología Clínica, en el que estamos en este momento brindando cirugías de espina bífida, sin duda es el comienzo que da la oportunidad a todas las mujeres en el Uruguay, sean de ASSE o de prestadores privados, a tener al alcance estas cirugías sin tener que salir a buscarla en países de la región o más alejados.
Esto es un mérito de ASSE y un conjunto de esfuerzos junto con la Fundación Álvarez-Caldeyro Barcia, que nos ha proporcionado el equipamiento para poder hacerlo. Todavía estamos en un proceso de capacitación con especialistas que vienen de Brasil. El pasado viernes y sábado realizamos dos intervenciones de espina bífida de la mano de profesores extranjeros que vienen a colaborar con nosotros.
Es muy importante el impacto que puede llegar a tener este centro a nivel de toda la salud del Uruguay. Comenzamos con estas cirugías, pero esperamos seguir avanzando con otros defectos congénitos que también son pasibles de tratamiento con este sistema.
¿Cuándo se realizó la primera intervención de este tipo?
Fue hace más de un año, en enero de 2020. Comenzamos con técnicas un poco invasivas, en un embarazo gemelar. Lo que sucedía era que pasaba sangre de un gemelo, entonces hubo que cauterizar ese espacio para que no siga sucediendo y poder salvaguardar la vida de al menos uno de ellos. Ese embarazo finalizó muy bien y el bebé nacido está con sus padres. Después se realizaron algunas otras de estas llamadas secuencias TRAP durante el 2020 y el 2021. Luego, en diciembre del año pasado, se hizo la primera cirugía real por fetoscopía.
En cuanto a los resultados de 2021, ¿qué rol jugó la calidad de la atención del hospital?
Hay dos puntas, una cosa es la captación y la promoción que se puede hacer a nivel de la red de atención primaria, que tiene que ver con la visita permanente a barrios y domicilios por parte de los asistentes sociales y médicos de familia, que hacen un trabajo bien importante día a día en cuanto al seguimiento en los distintos lugares, ellos llegan a la gente, no la esperan.
En esa línea, me gusta enfatizar que la salud debe llegar a los usuarios y los médicos no tenemos que estar esperando que los usuarios vengan al hospital. También es muy importante la promoción en salud que se ha hecho durante la pandemia, en la que se sigue enfatizando.
A su vez, a nivel del hospital –el tercer nivel de atención– tenemos equipos de enlaces con el primer nivel, que unen al paciente que consultó en su domicilio con el centro, de manera de motivarlos a asistir. Además, tenemos equipos que realizan auditorías de las historias y revisan protocolos. Trabajamos mano a mano con la Facultad de Medicina, tenemos insertas dos clínicas en el hospital: facultad ginecológica y neonatología, que significan una herramienta fundamental en la revisión de protocolos y la adecuación de los mismos a la realidad.
Otro elemento, que es una herramienta con un gran impacto para nosotros, es la dedicación de los funcionarios. Entré a este hospital en 1996 como estudiante, y cuando se ingresa, particularmente al Hospital de la Mujer, te enamorás del lugar. Todos los resultados no son posibles sin el compromiso de la gente que trabaja diariamente en los diferentes servicios del hospital. Es algo que nos satisface mucho y que nos empodera.
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