Ni el cansancio ni la falta de sueño pudo más que el cariño que le pusieron unas 25 personas integrantes de una comunidad organizada que decidió en un día tan especial, celebrar la alegría junto a los más pequeños. Más de 150 niños bailaron, se divirtieron, comieron cosas ricas y se fueron contentos para sus hogares con su regalito de Reyes. En breve estarán inaugurando el salón comunal del barrio y la adquisición de la personería jurídica para recuperar la canchita del Rosario, dos espacios sociales que continuarán enriqueciendo a esa comunidad.
“Lo lindo es el entusiasmo que le pone la gente que menos tiene” dijo Elsa Capillera a La Mañana, porque la mayoría de las personas que participan son simples trabajadores que le quitan tiempo a sus familias y dinero de sus bolsillos para dar alegría a los más pequeños. Ese es el espíritu que anima a estas personas que preocupadas y ocupadas por su barrio, encuentran siempre un lugar dentro de su jornada de trabajo para dedicarla a los demás.
Desde hace tres días, aun quitándole horas de descanso a su jornada laboral, pusieron manos a la obra y en forma colaborativa cocinaron pizzas, alfajores y manzanas acarameladas y prepararon los regalos que hoy distribuyeron entre los más de 150 niños del barrio que concurrieron a la fiesta. Algunos de ellos se dieron el lujito de participar en un concurso de baile y demostrar sus destrezas artísticas. Todos sin distinción, aun aquellos niños que no asisten a la olla y merendero que funciona en el lugar tres veces por semana, recibieron su merecido regalo, donado por personas y empresas anónimas.
Estas actividades son una de las consecuencias que dejó la pandemia a su paso. Y si bien existen muchas familias que deben ser asistidas con alimentos semana a semana, también hay aspectos positivos que rescatar, como el sentido de solidaridad que sale por los poros de las personas que conforman este equipo de trabajo.
En sentido de comunidad
En febrero se inaugura un salón comunal que es motivo de orgullo para el barrio. Desde hace dos años están trabajando con la ayuda de muchas manos. Destacaron el empuje que le dio el sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Pablo Coimbra. Una brigada del sindicato de Conprole colaboró con materiales y manos de obra en la construcción del merendero que en el lugar además funciona como olla popular tres veces por semana.
Como sucede muy a menudo en nuestro país “vecinos que estaban tomando mate al borde de la cancha y se dieron cuenta que si alguien no hacía algo (ese lugar) iba dejar de ser la cancha del Rosario” tomaron la iniciativa de reconstruir lo que para ellos es el centro social de barrio. Se trata de un espacio que tiene 62 años de existencia y una rica historia para los pobladores de la zona que estas personas no se permiten perder. Por estos días están dando los últimos pasos para obtener la personería jurídica que los habilite y obtener una serie de beneficios para seguir trabajando en el barrio. Es que no solo salieron y salen buenos jugadores de estos espacios sociales, también se forma comunidad entorno de la canchita donde todos los días hay niños, padres y vecinos que le dan sentido al lugar y vida al barrio entorno a la pelota u otras actividades que se desarrollan allí.
El origen de las fiestas de reyes
Extraído de la publicación “Jesús se manifiesta allí en el pesebre” de la web oficial de Iglesia Católica de Montevideo.
La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Justamente la palabra griega epiphaneia, se traduce como manifestación. La Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos “magos” venidos de Oriente según narra el evangelista san Mateo (Mt. 2, 1). Tiene, desde este lugar de manifestación, un fuerte vínculo con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná El catecismo de la Iglesia Católica ve “En estos “magos”, representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.
La llegada de los Magos a Jerusalén para “rendir homenaje al rey de los Judíos” (Mt. 2, 2) muestra que buscan en Israel, a la luz mesiánica de la estrella de David ) al que será el rey de las naciones. Su venida significa que los gentiles no pueden descubrir a Jesús y adorarle como Hijo de Dios y Salvador del mundo sino volviéndose hacia los judíos y recibiendo de ellos su promesa mesiánica tal como está contenida en el Antiguo Testamento.
La epifanía tiene origen oriental y, probablemente, comenzó a celebrarse en Egipto y Arabia, sustituyendo a la fiesta pagana del solsticio de invierno. Es una de las fiestas cristianas más antiguas, más aún que la Navidad. De allí pasó a otras iglesias de Oriente, y posteriormente desembarcó en occidente a través de la Galia en el siglo IV. La aparición de esta fiesta al principio del siglo IV coincidió aproximadamente con la institución de la navidad en Roma.
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