Con el fin de promover el desarrollo de la actividad portuaria, de las vías navegables y la obra pública hidráulica, el capitán de navío retirado Marcos Paolini apunta desde su rol como director de la Dirección Nacional de Hidrografía (del Ministerio de Transporte y Obras Públicas) a una nueva estrategia que priorice la atención a los usuarios. En entrevista con La Mañana, Paolini se refirió a las obras previstas por la dirección y al cambio cultural que se necesita para impulsar la náutica entre los uruguayos.
¿Cómo se dieron tus primeros contactos con la náutica?
Soy oriundo de Nueva Palmira y desde chico, más allá que compartí la mayor parte del tiempo con mi padre, mi madre y mi hermana, me crié básicamente con mi padrino que, en aquel momento, hace casi 50 años, tenía el único barco que había en la dársena. Pasaba mucho navegando con él y ahí se despertó mi vocación marítima. Mi viejo pasaba todo el día en la actividad comercial y mi madre daba clases en la escuela del hogar, en la iglesia, en diferentes organismos, tanto de cocina como de costura.
¿Qué enseñanzas te ha dejado esa etapa de tantos años?
Fueron 40 años que desempeñé en la Armada Nacional. En las Fuerzas Armadas se cultiva mucho el espíritu de cuerpo, el compañerismo. Uno aprende a convivir con permanentes desafíos y pruebas que te va imponiendo la carrera militar según la jerarquía que vas teniendo.
Dediqué los primeros once años a la parte de infantería marina y algunas operaciones antiterroristas. Hice cursos de paracaidismo y equitación. Estuve vinculado también al Centro de Instrucción de la Armada, en la parte de enseñanza y varios períodos en la Escuela Naval como instructor y jefe de educación física. Participé en dos misiones de paz, en el Congo durante 18 meses en una compañía fluvial y en Haití cuando se desarrolló el grupo de tarea naval y la construcción de cinco bases alrededor de la isla.
También estuviste destinado algunos años en la zona del litoral en Carmelo y Paysandú. ¿Cómo has visto el desarrollo económico y comercial de esa región?
Así es, en Paysandú de 1996 al 2001 y del 2010 al 2013 en Carmelo. En esa primera época llegó el primer convoy de barcazas que venían de la zona del Mato Grosso de Brasil, trayendo azúcar para Azucarlito. En ese entonces el puerto de Paysandú no operaba para cargas. Ya no era viable y se mantenía solo la parte de la terminal marítima de combustible. Se empezó a hablar mucho de fomentar la hidrovía. En ese entonces todavía no estaba hecha la profundización del canal Almirón o Casablanca, que fue después del 2010. Hoy ya hay una línea de un barco paraguayo con bandera nacional que desde el viernes pasado está haciendo traslado fluvial de mercaderías del puerto de Paysandú hacia Montevideo y hacia Nueva Palmira.
Desde Carmelo se maneja el canal Martín García, en la parte uruguaya. Ahí sí veíamos verdaderamente el tráfico marítimo importante que sube hacia puertos uruguayos o a las terminales argentinas en el río Paraná. Cuando yo me crié en Nueva Palmira iba un barco cada mes y medio. Hoy hay varias terminales marítimas, públicas y privadas, y siempre hay barcos esperando en rada, en zona de fondeo y a veces barcos en zafra o esperando en Montevideo para después ir para allá. Ha cambiado mucho, sobre todo con el boom de la soja. Fue un antes y un después. Fue un auge de toda la parte marítima, compras de barcazas por parte de empresas uruguayas que hoy están navegando en la hidrovía con bandera uruguaya y se incentivó mucho la venida de nuevos remolcadores al puerto de Palmira.
El medio Uypress publicó semanas atrás un artículo donde señala que en 2005 tú eras firmante de una carta dirigida al entonces presidente Tabaré Vázquez contra la instalación de Botnia. ¿Es correcta esa información?
Es falso. Yo era funcionario de la Armada, es imposible que pasara eso. Hay varios Marcos Paolini, mi tío y mi primo que tiene un establecimiento agropecuario en la zona de la Buena Vista. Él seguramente fue el firmante de esa carta.
Los últimos dos años fuiste Prefecto del Puerto de Montevideo, uno de los destinos más importantes de la Armada y para los intereses marítimos de nuestro país. ¿Qué horizonte se vislumbra desde allí?
El país ha ido profundizando el Puerto de Montevideo que ahora ya está en proyecto con 14 metros. En todo el mundo los barcos cada vez son más grandes y transportan mayor cantidad de contenedores, porque los fletes son los que encarecen justamente el costo de los productos que se importan o que se exportan. El mundo está requiriendo cada vez puertos con aguas más profundas. Montevideo con respecto a los contenedores está bien. El problema está con los granos, porque se necesita salir con mayor cantidad de carga, con mayor profundidad y ahí es donde permanentemente se requiere o profundizar o hacer complementos de carga en Bahía Blanca o en Río Grande del Sur, que es donde hay puertos de aguas profundas.
Pasando a esta etapa en la dirección de Hidrografía. ¿Cómo recibieron esta dirección?
Es importante destacar que estas nuevas autoridades que asumieron el Poder Ejecutivo y concretamente en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, estamos tomando una conducción diferente a las anteriores. El desafío nuestro, justamente, que hemos hablado con nuestros funcionarios en reiteradas ocasiones, es priorizar la atención a los usuarios. Para poder promover el turismo náutico, el uso de los puertos deportivos, hay que cambiar la estrategia. De esa manera que puede quedar un plus económico en los supermercados, los casinos, renta de autos y hoteles, en gastronomía. Quizás lo más importante no es el costo y el cobro de la amarra, sino el valor agregado que los turistas dejan cuando llegan al Uruguay.
¿Crees que los cambios aprobados en la ley de urgente consideración son una contribución a la eficiencia administrativa?
Se supone que sí. Cuando uno hace algún cambio tiene que ser para mejorar y me consta que había mucha disconformidad con el desempeño en algunos puertos. Vamos a tratar de colaborar con la Administración Nacional de Puertos para sea más eficiente.
Veremos de hacer todo lo que podamos en este período, a pesar de que nos agarró la pandemia de coronavirus. Estamos todavía con la frontera cerrada, por lo cual la actividad pensamos que se puede llegar a reactivar en la próxima temporada.
“Cuando yo me crié en Nueva Palmira iba un barco cada mes y medio. Hoy hay varias terminales marítimas, públicas y privadas”
Una de las primeras medidas que tomó el presidente Lacalle Pou fue devolver la libre navegación en el río San Juan, en Colonia, que estuvo los últimos diez años cerrado por disposición del ex presidente Vázquez. ¿Hay planes previstos desde hidrografía?
La decisión del presidente Lacalle Pou coincidió prácticamente con el cierre de la frontera, entonces todavía no podemos evaluar si los nautas que en otros años venían, antes del decreto, van a volver o eso lleva un tiempo. La gente se acostumbró a ir mucho al arroyo San Francisco, Conchillas o al puerto de Carmelo y otros siguen al puerto de Colonia. Eso vamos a ver cuando se abren las fronteras. Si los argentinos vuelven al río San Juan hay que hacer un dragado importante ya que el banco que está en la boca ha crecido bastante.
¿Existe la idea de un plan maestro sobre turismo náutico?
Hoy en día hay mucho interés conjuntamente del Ministerio de Turismo, para potenciar y desarrollar una estrategia sobre el turismo náutico. Nosotros en este momento estamos sacando varias resoluciones que son favorables a los propietarios de embarcaciones deportivas o de pesca artesanal también. Pensamos antes de la ley de Presupuesto tener listo algún artículo que va a modificar el decreto de tarifas justamente como incentivo para las próximas temporadas que sabemos que van a ser duras. Es política de los intendentes también que quieren que se empiece a dinamizar todo lo que es la economía de las ciudades y de las capitales departamentales que tienen puertos deportivos.
Hace pocos días estuvieron inaugurando el proyecto de las Marinas del Sacramento. Uno ve el enorme desarrollo que hay en el Delta del Tigre bonaerense, por ejemplo. ¿Se puede imaginar algo similar algún día en nuestro país?
Hay que tener en cuenta que la zona de Tigre en Argentina que es donde están los astilleros, las marinas y las guarderías, con muchos clubes, tiene la movida con el parque náutico más grande de Sudamérica. Se habla de entre 350 mil y 500 mil embarcaciones. Va de la mano también del tamaño del Gran Buenos Aires que tiene más de 17 millones de habitantes. Hay que tomar en cuenta además que la náutica es una actividad bastante cara tanto para adquirir un crucero, un velero o una moto tipo lancha automóvil.
¿Pero no hay un tema cultural de los uruguayos que no se vuelcan tanto hacia la náutica?
Sí. Hay que verlo desde la escuela, fomentar la actividad náutica desde niño. Facilitar a los niños desde muy jóvenes que asistan a clases de velero, etc.
También hay que promoverlo con políticas y tenés que dar las facilidades, hacer accesibles los costos de mantenimiento. En Uruguay hay pocos astilleros y nosotros no competimos con los costos con Argentina donde se fabrican lanchas por miles. Acá no hay astilleros que construyan veleros de gran porte o embarcaciones o cruceros grandes, sino que normalmente se compran en el exterior.
¿Eso puede cambiar?
Sí. Para que haya un cambio tiene que partir de nosotros, de las autoridades, bajando costos. También hay que hacer marketing, como se hace en cualquier actividad privada. Acá nunca funcionó de esa manera. Seguramente alguna de las formas puede ser dar franquicias a los que durante años han estado viniendo al Uruguay. Tienen que ser un factor multiplicador con otros clientes que puedan traer ellos. En las últimas décadas han mejorado las instalaciones de los puertos, como el de Punta del Este o Piriápolis, también el de Juan Lacaze que se ha potenciado.
¿Cuál es la situación del proyecto de puerto deportivo en Atlántida?
Es un proyecto que fue desarrollado por la Dirección Nacional de Hidrografía en forma importante en los últimos 20 años. Realmente la idea inicial es del año 73 cuando se expropia la manzana cero con la idea de, en algún momento, construir un puerto deportivo. En los últimos tiempos apareció mucho en la prensa sobre algún inversor privado que estaría interesado en construirlo con un hotel casino. Nosotros hoy en concreto no tenemos nada. Integramos un grupo de trabajo con el Ministerio de Turismo, con la Intendencia Municipal de Canelones y con una comisión de vecinos. Se han hechos convenios con la Facultad de Ingeniería para hacer estudios de movimientos de sedimentos y de marea en la zona justamente por si se construye un puerto tratar de minimizar lo que puede ser una erosión en la costa.
Se espera el momento justo para la construcción, contar con los rubros dentro de nuestro presupuesto. Un proyecto de este tipo puede demorar de dos a tres años en construirse. Y para ponerlo en la ley, justamente hay que estar seguro que vamos a contar con esos fondos. El proyecto definitivo es de 250 embarcaciones.
¿Qué hay sobre el puerto de Punta Carretas?
Lo de Punta Carretas ya lo tomamos adjudicado y en etapa de construcción. Es un puerto que no era tal vez para estos momentos de la situación del país. Tal vez las nuevas autoridades no hubiéramos priorizado este puerto y sí el de Atlántida. Pero, de todas maneras, en este momento ha aparecido un inversor importante para el puerto de Punta Carretas y la obra puede seguir adelante y convertirse en marinas para embarcaciones deportivas y a la vez hacer una terminal de pasajeros en ese lugar.
“Hay que hacer marketing, como se hace en cualquier actividad privada. Acá nunca funcionó de esa manera”
Estamos hablando de Buquebus…
Sí, estamos en este momento en la etapa de hacer justamente una extensión al proyecto. Esto le daría un respiro a la Administración Nacional de Puertos para ganar espacio para contenedores, para acopio de otro tipo de mercadería y ganaría un muelle para operar con buques de carga o para cruceros. A la vez, Montevideo se merece tener un puerto vip para su pasajeros y Punta Carretas vemos que es un lugar importante para los turistas.
¿Qué otras obras tienen proyectadas?
La obra grande que tenemos para desarrollar en este quinquenio en Hidrografía es la obra de Bañados de Rocha que está comenzando en estos días. Se trata de la canalización de todas las aguas de la zona. La mayor parte de ellas vienen de los desbordes del Cebollatí, pero es de toda la región. Es un área importante donde por medio de canales que terminan en nacientes de los arroyos y ríos ya existentes en la zona esa agua se canaliza hacia la laguna Merín, tratando de que no pase, como hoy, que la mayor parte del agua va por el canal número 2 y el Andreoni terminando en La Coronilla, donde hubo un daño importante en las últimas décadas sobre la playa. Esto no solo va a permitir la explotación tanto de arroz y diferentes granos y tal vez actividad ganadera, sino que también va a ser importante en la parte turística de esa zona.
Está la definición del presupuesto en lo inmediato. ¿Cuáles van a ser las prioridades?
En el presupuesto tenemos que cumplir con las obras que están en prosecución, porque si no hay multas que son bastante onerosas. Los dineros para poder finalizar la obra del Puerto Deportivo Punta Carretas lo tenemos puesto en el presupuesto de este año y del quinquenio. Hay que ver si con los rubros que tenemos en el presupuesto y algún refuerzo se puede llevar adelante el proyecto de la terminal.
Tenemos en el presupuesto también el proyecto de reconstrucción del muelle en la zona del ex frigorífico Anglo de Fray Bentos. Esas están en prosecución y tenemos que cumplirlas porque ya están adjudicadas. Trataremos de extenderlas un poco en el tiempo y de repente hacerlas un poco más pequeñas.
Nosotros, con el presupuesto que hemos planteado y que aparentemente va a caminar para el quinquenio, podemos terminar todas las obras que tenemos y vamos a incluir seguramente algún monto para continuar con los estudios del puerto de Atlántida. Nos gustaría también incluir, seguramente lo vamos a hacer, el tema del proyecto Itacuruzú en Melo, en el departamento de Cerro Largo, para hacer presas, en el arroyo Convento y en El Sauce, que serían para regular el movimiento hídrico de esos arroyos. En época de sequía, largar agua y en épocas de inundaciones tratar de retenerlas en un embalse.
Tu incursión en la política se da con Cabildo Abierto, ¿cómo respondiste esta propuesta?
Fue un honor para mí recibir la llamada y el apoyo de General Manini, líder del Cabildo Abierto, quien me propuso al presidente para ocupar este cargo. O sea que, ni que hablar, tenemos que responder y estar a la altura de lo que estamos hablando.
Los libros y el deporte
Paolini tiene tres hijos, de los que se muestra orgulloso. María Eugenia de 24 años, se recibió de ingeniera química este año. Antonella tiene 23 y se recibió de contadora, y Marcos, que terminó el liceo, en este momento está intentando desarrollarse como futbolista profesional en Italia.
“Yo era atleta en los años de juventud”, recuerda. “Hice el curso de técnico deportivo en el ISEF y después me especialicé en el fútbol. En algún momento estuve presidente de un club de fútbol en Nueva Palmira”, dice Paolini, hincha de Peñarol y en Europa, del Real Madrid y del Manchester.
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